CARTAGENA. La empresa murciana Trans-Grúas Gipeán ha resultado adjudicataria del contrato para realizar los trabajos de mantenimiento de cubiertas industriales en la Dársena de Cartagena de Navantia. Este acuerdo, cuyo importe asciende a 1.552.752,39 euros para los dos primeros años, supone una inversión significativa para mantener en óptimas condiciones las instalaciones industriales de la compañía estatal.
El contrato fue otorgado a Trans-Grúas Gipeán tras haber presentado la mejor oferta económica y cumplir con todos los requisitos de capacidad y solvencia exigidos en la licitación.
Pliego de Prescripciones Técnicas especifica los trabajos a realizar, que incluyen tanto mantenimiento preventivo como correctivo de las cubiertas de los edificios industriales de Navantia en Cartagena. Según el documento, el objetivo es mantener en buen estado de conservación las cubiertas y los sistemas de evacuación de aguas pluviales, lo que resulta esencial para asegurar la funcionalidad de los talleres, almacenes y oficinas que conforman esta importante infraestructura.
Las cubiertas industriales están compuestas por materiales como chapa grecada, panel sándwich y, en algunos casos, fibrocemento. Estos materiales requieren un mantenimiento constante debido a las inclemencias meteorológicas y el paso del tiempo, que provocan problemas como la acumulación de suciedad, la oxidación de los canalones o la pérdida de material en las juntas. Para evitar la aparición de filtraciones y humedades, es esencial una intervención periódica.
El contrato cubre dos tipos de mantenimiento: el preventivo, que incluye operaciones rutinarias de limpieza, ajuste y verificación de las cubiertas, y el correctivo, destinado a reparar desperfectos o averías que puedan comprometer la funcionalidad de las instalaciones. El gestor de contrato de Navantia será el encargado de clasificar y priorizar las reparaciones en función de la gravedad y el impacto en la actividad industrial.
Además, se ha establecido un protocolo para reparaciones urgentes y muy urgentes, que requieren una intervención inmediata para evitar riesgos a la integridad de los edificios o el personal. En el caso de incidencias críticas, la empresa adjudicataria deberá actuar en un plazo máximo de dos horas desde la notificación, lo que pone de relieve la importancia de este servicio para garantizar el correcto funcionamiento de la factoría.
Un punto crítico del contrato es la gestión de elementos con amianto, un material peligroso que todavía está presente en algunas cubiertas y bajantes de las instalaciones. En estos casos, el adjudicatario deberá presentar un plan de trabajo específico aprobado por las autoridades laborales para garantizar una manipulación segura y su posterior eliminación en vertederos autorizados.
