Los recientes episodios de agosto de anoxia y mortandad de peces en el Mar Menor nos han vuelto a mostrar la fragilidad y vulnerabilidad de nuestro más preciado ecosistema, y nos han devuelto, ampliadas, las imágenes de 2019 con peces saliendo del mar para tratar de respirar. No parece, pues, que hayamos sido capaces de resolver el problema, un problema cuya solución tampoco se antoja fácil. Desde el Grupo Parlamentario de Ciudadanos hemos reclamado que todas las administraciones implicadas en la recuperación del Mar Menor aparquen sus diferencias políticas, ideológicas y partidistas con el fin de avanzar en el consenso, dejando las decisiones técnicas y científicas exclusivamente en manos de los técnicos y científicos.
Porque deben ser ellos, basándose en criterios técnicos, los que determinen cuáles son las mejores medidas para solucionar este problema, porque todos tenemos que remar juntos en la misma dirección para solucionar a medio y largo plazo todo lo que deteriora nuestra laguna salada, al margen de las diferencias políticas e ideológicas.
Nuestro Mar Menor es una de las lagunas más singulares del mundo, de las más importantes del Mediterráneo y el humedal más importante de nuestra Región. Además, es nuestra carta de presentación ante el mundo, uno de los principales elementos de identificación cultural de nuestra comunidad. Todos los habitantes, independientemente del municipio donde vivamos, sentimos pesar y dolor al contemplar su situación y -como han demostrado las manifestaciones recientes- la ciudadanía demanda de los distintos niveles de gobierno implicados (estatal, autonómico y local) la adopción de las medidas necesarias para su recuperación.
El problema del Mar Menor no tiene una solución fácil, ni mágica. Pero la base de cualquier solución debe ser el consenso. Un consenso como el logrado el pasado año para aprobar Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor, que ya contempla la reducción del impacto de los vertidos agrarios, la progresiva transformación de la actividad agrícola hacia el secano, la agricultura sostenible y y la restitución ambiental del regadío ilegal. Ante esta situación crítica que vive hoy la laguna salada, todas las administraciones implicadas, todas, deben poner todos los recursos disponibles para salvarla. En esta línea se enmarca la Proposición de Ley que hemos presentado los grupos parlamentarios que sustentamos el Gobierno regional para atajar de raíz los vertidos.
A nivel estatal, reclamamos la ejecución del Plan de Vertido Cero, sin disimular nuestra preocupación y desasosiego por las palabras de la ministra Teresa Ribera, que ha calificado ya el plan y su inversión de 615 millones de euros como algo desfasado. Si es así, la pregunta es ¿qué lleva haciendo el Ministerio todos estos años? Si ya no les parece adecuado, ¿han puesto encima de la mesa un proyecto alternativo y actualizado? La respuesta es no. Frente a esa unidad de actuación, consenso y movilización que nos demanda la sociedad civil, el Gobierno central ha respondido metiendo el Plan de Vertido Cero en un cajón, al tiempo que quieren establecer una relación perversa entre el Trasvase Tajo-Segura y el estado del Mar Menor, algo que es totalmente falso.
Igualmente, no se puede criminalizar a todo el sector agrícola por las actitudes de unos pocos incumplidores que se saltan la ley. Igualmente, nuestra Región no puede permitirse que en toda la cuenca que está contaminando el Mar Menor existan 8.500 hectáreas de regadíos ilegales, y me pregunto por qué la CHS sigue suministrando agua a los mismos. Es necesario perseguir y erradicar estas prácticas ilegales y flagrantes, impropias de la región avanzada y moderna que queremos ser.
Desde este grupo parlamentario liberal vamos a seguir trabajando, vamos a seguir proponiendo medidas que sean de utilidad tanto para su aplicación tanto por parte del Gobierno de la Región de Murcia como para del Gobierno de la Nación, los ayuntamientos y las instituciones europeas para salvar nuestro Mar Menor, cumpliendo con las demandas de actuaciones útiles -y ahora más que nunca, urgentes- que nos hacen nuestros ciudadanos.
Francisco Álvarez
Portavoz del Grupo Parlamentario de Ciudadanos
