MURCIA. Cada año se espera con renovada ilusión las últimas semanas de diciembre para adornar con las mejores y más brillantes galas las calles de los pueblos y ciudades para recordar el nacimiento de Jesús que devolvió la esperanza y la luz a un mundo oscuro.
Recordamos como el nacimiento de un Niño cambió el devenir del mundo. Significó recuperar el valor de la verdad, del amor y de la paz, rompiendo las cadenas que esclavizaban a una humanidad presa del egoísmo y el materialismo.
La Navidad es una época muy especial del año en la que en la mayoría de los hogares españoles siguiendo la tradición, legada de nuestros padres y abuelos, se adornan con flores de pascua, árboles cargados de bolas multicolores y las pequeñas figuras de barro que muestran las más emotivas escenas del nacimiento de Jesús hace más de 2000 años.
"Es tiempo de celebración, de recuperar los mejores deseos y las ilusiones"
Es tiempo de celebración, de recuperar los mejores deseos y las ilusiones. También de recuerdo para quienes ya no están y se añoran. Son días en los que nadie es extraño y las calles, comercios, bares y restaurantes están llenos
Son días en los que se prepara con mimo exquisito la tradicional cena de Nochebuena y comida de Navidad que compartimos con nuestros seres queridos, a pesar de la carestía de la vida y de los exorbitados precios de los alimentos.
Desde que comenzó el año el precio de los alimentos ha subido mensualmente debido al incremento de los costes de producción y escasez de agua. De manera muy especial el aceite de oliva, la harina y el azúcar, ingredientes básicos de nuestra dieta navideña y mediterránea.
Ante las dificultades económicas que atraviesan muchas familias, durante estos días son numerosas las iniciativas solidarias para que todos puedan disfrutar del espíritu navideño durante estos días. El objetivo es que nadie se quede sin compartir mesa en una feliz Nochebuena.
Las frutas, hortalizas, carnes y pescados forman parte de nuestros menús navideños junto a los mantecados, mazapanes y turrones. Productos que podemos obtener gracias al duro trabajo de agricultores, ganaderos y pescadores que venciendo dificultades y multitud de obstáculos vencen a la adversidad y nos proporcionan los alimentos.
"El sector primario sufre una injusta persecución"
Sin embargo, quienes trabajan diariamente en el sector primario para asegurar nuestra alimentación sufren una injusta persecución. Las normativas cada vez más restrictivas impiden su labor y han provocado la demonización de la actividad agropecuaria por sectores extremistas.
Los alimentos que consumimos estos días nos deberían llevar a recordar el papel esencial que la actividad agropecuaria tiene en nuestras vidas y por tanto facilitar el trabajo de quienes desde el campo nos permiten disfrutar, año tras año, de la Navidad. ¿Podemos imaginar celebrar la Navidad sin el trabajo de los agricultores, pescadores o ganaderos?
El ocio y el comercio también esperan de estos días el tan ansiado desahogo para poder cerrar con saldo favorable el ejercicio. Intentan remontar las crisis vividas durante los últimos años, pero contemplan atónitos como cada vez es más difícil mantener su actividad ante la subida de los impuestos, y precios, la excesiva burocracia o la falta de accesibilidad.
Es tiempo de esperanza, de seguir soñando con que es posible un mundo mejor si nos lo proponemos. Como decía el buen Papa San Juan Pablo II, "no te dejes vencer por el mal, antes bien vence el mal con el bien". Frente a la resignación y el conformismo, coraje y santa rebeldía.
¡Feliz Navidad!
Miguel Ángel Cámara Botía