CARTAGENA. El estado del Mar Menor de los últimos meses ha activado a todas las administraciones para vigilar que las medidas puestas en marcha para que las aguas costeras de la Región sean efectivas. Por ello, la Consejería de Medio Ambiente ha adjudicado el contrato de verificación de la red de control de la calidad de las aguas litorales para el seguimiento del estado de las masas de aguas costeras en la Región de Murcia para los años 2022 y 2023 por cerca de 600.000 euros anuales a la empresa Taxon Estudios Ambientales.
Según reza el pliego, el objeto del contrato es disponer de un instrumento de seguimiento, que suministre información sobre la evolución de la calidad del agua y de los ecosistemas acuáticos mediante el empleo de indicadores biológicos, hidromorfológicos y fisicoquímicos, de manera que se pueda tener una visión general y completa del estado de todas las masas de agua costeras del litoral de la Región de Murcia, así como evaluar cambios a largo plazo.
La red de control y seguimiento de las masas de agua costeras de la Región de Murcia tiene como ámbito de actuación las 14 masas de agua costeras. De estas 14 masas de agua ,11 son masas de agua costeras naturales y 3 son masas de agua muy modificadas. Se establecen 64 estaciones de muestreo cuya localización. Se diferencian dos zonas o áreas de muestreo independientes, aunque las dos integradas en la misma Red de Control y Seguimiento. Estas son el Mar Menor y el Resto del Litoral de la Región de Murcia, que abarca desde las costas de San Pedro del Pinatar hasta las costas de Águilas. Esto se debe a las distintas localizaciones geográficas, así como a las características diferenciadas entre ambas.
En las últimas semanas, los parámetros que definen el estado de salud de la laguna salada han mejorado respecto a los peores momentos del mes de mayo, cuando se detectaron peces muertos y la retirada de algas se realizaba por toneladas. A nivel de oxígeno, se sitúa en los 7 mg/l, misma tendencia que el pasado año. Respecto al nivel de clorofila, se encuentra por debajo de la registrada el año pasado (0,703 frente a 0,910 mg/m3). La concentración de clorofila en el agua, que proporciona el color verde del agua, se utiliza como una estima de la biomasa del fitoplancton. Por otro lado, la salinidad sigue por debajo de las 40 unidades salinas recomendables.