CARTAGENA. La Unión Temporal de Empresas Solutioma y Pyco se encargarán de reparar contra los desprendimientos los accesos y muros de contención al Faro de Cabo Tiñoso, después de adjudicarse el contrato por un importe de 330.870 euros y cuatro meses para ejecutar las obras.
Esta zona ha quedado dañada después de que hace un año y medio quedara muy dañado por un desprendimiento de rocas. Un tramo del muro de contención, de seis metros de altura, había colapsado. Esta rotura dejó intransitable gran parte del camino, reduciendo su anchura útil a solo 2,49 metros, lo que imposibilitaba el paso seguro de vehículos. Además, se observaron desprendimientos de piedras a lo largo del recorrido, incluyendo daños a mojones de delimitación, causados probablemente por rocas que se desprendieron desde la ladera derecha del monte adyacente. El macizo rocoso de esta área, compuesto por materiales calizos muy fracturados, presentó un alto grado de inestabilidad.
Durante una visita técnica, se constató que la sección útil del vial se redujo a 3,07 metros, pero con una zona estable de solo 2,49 metros debido a una fisura en el firme. Además, el muro de contención mostró signos de inestabilidad, con una pérdida de alineación y un combado hacia el exterior.
El Faro de Cabo Tiñoso, situado a 136 metros sobre el nivel del mar, es un monumento histórico que ha guiado a los navegantes desde su inauguración en 1859. Este faro, catalogado de primer orden, fue el segundo en entrar en servicio en la costa de Cartagena, después del Faro de Podaderas. En sus inicios, estaba equipado con una lámpara de aceite de oliva y un aparato óptico de luz fija, lo que lo convertía en un referente para la navegación en la Región.
En 1913, el faro fue modernizado con un sistema de incandescencia por vapor de petróleo a presión, y más tarde, se incorporó un equipo de pantallas giratorias que le otorgaba una característica de ocultaciones. Arquitectónicamente, el faro consta de una torre cilíndrica blanca, con un foco luminoso situado a 146 metros sobre el nivel del mar, que se erige sobre la habitación de los torreros. Durante la Guerra Civil Española, el servicio del faro fue temporalmente suspendido para evitar que sirviera de guía a los bombardeos. Al finalizar el conflicto, se realizó un proyecto de reparación para restaurar los daños causados por la ocupación militar.