TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

Sentimiento de pertenencia

30/03/2022 - 

MURCIA. Asistimos estos días, como espectadores y también como sufridores, al conflicto de transportistas y Gobierno central en medio de una contraposición de sentimientos. Por un lado, como perjudicados por la escasez de productos y las dificultades en nuestro día a día derivados del servicio de transporte; y, por otro, con la empatía que nos produce ver cómo estos, en su mayoría autónomos, defienden una causa general de supervivencia de su actividad.

En mis años en el mundo del marketing y la comunicación he tenido la suerte de trabajar con muchos y muy diversos sectores, y esto me ha permitido llegar a conocer, entre otros colectivos, a los transportistas. No hablo en este caso de las grandes corporaciones del sector del transporte, que también, sino que me refiero al camionero o "chófer". Y es que en España se da una tremenda atomización del sector, con un amplísimo porcentaje de autónomos (casi 200.000) y microempresas, que no dejan de ser autónomos venidos a más.

"El camionero es una persona con una vida dura, en soledad, lejos de su familia y con mucha incertidumbre"

El chófer es una persona con una vida realmente dura, en soledad, lejos de su familia, con mucha incertidumbre y obligado a trabajar en ocasiones en condiciones muy extremas por pura supervivencia. Ha sido una profesión muy olvidada, por la escasa cualificación requerida y por el aislamiento forzado y la soledad en que se trabaja. En los últimos años, las comunicaciones y las redes sociales les han permitido relacionarse e incluso quedar en sus paradas con otros compañeros de una manera más regular, lo que ha paliado en parte su limitada actividad social. Este hecho ha provocado incluso un cierto sentimiento de colectivo, cada vez mayor, pues se "comparten las penas", lo cual reconforta en cierta medida a cualquiera. Digamos que en el camionero o chófer hay, históricamente, una necesidad latente de contacto social y, por qué no decirlo, reconocimiento social ("que los demás sepan la dura vida que llevamos").

He asistido anonadado a cómo el Gobierno ha pasado por alto un factor muy mal calculado, y que parece que, casi un mes después, han comenzado a valorar: el "sentimiento de pertenencia" que esta reivindicación ha generado entre los camioneros o chóferes. El colectivo, esos miles y miles de autónomos y microempresas, se han unido por primera vez, y más allá de las reivindicaciones, la motivación principal de cada uno de ellos, es que han conseguido que los medios y la sociedad les oiga y les preste atención. Tengo el convencimiento de que las reivindicaciones, muy justas en cualquier caso, han quedado para ellos en un segundo plano. La motivación principal es que se sienten pertenecientes a algo más grande (ya no están solos y aislados), y eso, querido lector, eso sí es gasolina para un colectivo tan necesitado de reconocimiento social.

Seguir sin incorporar a la plataforma a las negociaciones es un tremendo error, porque ellos no quieren solo medidas y ayudas, quieren fundamentalmente, y por encima de todo lo demás, dejar de ser invisibles y que se les tenga en cuenta. No creo que haya normalidad, hasta que se les invite a la mesa y espero, por el bien del colectivo, que no mueran de éxito, y sepan reconocer, como colectivo novel que son en la unión, cuando ha llegado el momento de volver al tajo. En cualquier caso, y hasta entonces, ¡buena ruta!

Ricardo Zamora 

Director de Mola, marcas que cuentan

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