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ciclo literario 'mares de papel'

Santiago Posteguillo: "Estoy muy convencido de que el poder político no quiere que leamos"

27/08/2020 - 

MURCIA. El laureado escritor valenciano Santiago Posteguillo visitará este jueves el ciclo literario Mares de papel, que está teniendo lugar en el Mirador de la Bahía de Mazarrón. En él se debatirá sobre literatura y la obra del escritor, especialmente de su última novela, Y Julia retó a los dioses. El escritor esclarece a Murcia Plaza su opinión sobre la situación actual del mundo literario y desvela algunos entresijos de su última bilogía, basada en la figura de Julia Domna, siguiendo la estela marcada en sus novelas anteriores, donde el mundo romano y sus personajes son los protagonistas.

¿Por qué, pese a ser un país con un legado de grandes escritores y poetas, no destacamos por tener un gran hábito por la lectura?

Aunque seamos un país de grandes escritores y poetas a lo largo de la historia de la literatura, desde los poderes públicos y desde el poder político nunca jamás se fomenta la lectura. Habré desarrollado algo de paranoia, pero en España soy de los que piensa que el poder político quiere a gente inculta y fácilmente manipulable. En Alemania, con todo esto que ha pasado, las librerías no cerraron. En España, el tabaco ha sido considerado esencial pero leer no. No entro a valorarlo, pero constato que este es un hecho que demuestra en qué tipo de sociedad vivimos y en qué lugar situamos la lectura.

Además, con el tema de los rebrotes hemos visto que han cerrado los centros culturales sin que haya rebrotes relacionados con el ocio cultural. Estoy muy convencido de que el poder político no quiere que leamos. El término nueva normalidad, que ya han demostrado los psicólogos que a algo tan desagradable no puedes llamarlo ni nuevo ni normal, es horrible. Hay que decirle a la gente que esto es una situación excepcional contra la cual vamos a luchar para salir y recuperar nuestra normalidad, lo otro es demoledor psicológicamente. Me recuerda al neolenguaje que se empleaba en 1984 para manipular al pueblo, o bien el poder político no ha leído la novela o no quiere que la leamos.

Como a mí ya me pillan un poquito leído, estas cosas me las conozco. Me resuelta muy desagradable que se manipule a la gente, en este momento excepcional hay que luchar por llegar a la normalidad e insertar mucha más lectura en esa normalidad.

¿Cómo podríamos mejorar los hábitos de lectura desde la educación?

Evidentemente, hay que mejorar la educación en su conjunto. Para mejorar cualquier cosa, por encima de todo, es necesario el dinero. Si quieres mejorar la educación, hay que invertir más en ella. Necesitamos a los mejores educadores, y ¿quiénes son los mejores educadores? Pues los mejor pagados. Tú pagas muy buen sueldo a los profesores y al final cursaran esa carrera, junto con los que tengan vocación, aquellos que vean que socialmente está prestigiada y que además tiene una traducción en lo económico. Pero, si la figura del profesor no se prestigia ni social ni económicamente, no tendremos una mejor educación.

Además, hay que promover mucho más la lectura y no cargarse las humanidades como se está haciendo. Yo también quiero que un científico haya aprendido a discernir entre lo moral o lo inmoral, y eso te lo dan la humanidades, la filosofía, la literatura… A la ciencia le vemos su traducción en las cosas prácticas; sin embargo, ahora con el confinamiento la lectura, las series, el cine, los videojuegos o la música han hecho menos desagradable el trago. Te das cuenta de que las humanidades las tienes por todas partes y que la vida no es solo comer, exhalar aire y reproducirnos. El arte, las humanidades y la literatura son cosas que nos hacen ver que la vida va mucho más allá del mero hecho de sobrevivir.

¿Qué opinión le merecen los personajes mediáticos que publican un libro?

Estas personas no escriben literatura, publican un libro, según el personaje supongo que participarán más o menos en su escritura. A mí que se publiquen todo tipo de libros me parece perfecto porque yo creo en la libertad de pensamiento y de publicación.

Tampoco me parece mal que haya gente interesada por otros personajes que no sean intelectuales o literatos. A lo mejor que se vendan muchos ejemplares de estas personas también ayuda a que la editorial tenga dinero y luego se publiquen libros de algún poeta, por ejemplo, que si no, no tendría la oportunidad.

No lo veo en sí negativo, pero son fenómenos que dan para que las personas mediáticas tengan un poco más de presencia o labrarse una imagen diferente, pero creo que esto en general son cuestiones totalmente ajenas a la literatura. Yo preferiría que compraran a Lorca o a Cervantes, pero si las librerías hacen caja con estos libros y consiguen ventas para tener también estos libros clásicos, no veo el inconveniente. Al final, tampoco hacen daño a nadie con ello.

Sus novelas giran en torno al mundo romano, ¿de dónde viene ese interés?

A mí Roma me parece muy interesante desde el punto de vista histórico porque es nuestro pasado y nos explica cómo somos ahora. Yo siempre digo que la Unión Europea es posible porque existió una unidad ya en el pasado y se construye sobre el poso común que había ya en el Imperio Romano.

Hablamos lenguas que vienen del latín, parte del derecho se basa en el derecho romano… Entonces, yo creo que si entendemos de dónde venimos vamos a estar mejor formados en nuestro presente y tomaremos mejores decisiones en el futuro.

Algo como lo que nos está pasando ahora lo cuento en Y Julia retó a los dioses. Cuando el médico se ve en la tesitura de tomar decisiones para evitar que se expanda por el imperio el virus de la viruela. Vemos a través de Julia y el emperador Severo como el poder político se somete a las autoridades sanitarias a una velocidad impecable y consiguen así detener un virus mucho más sangriento que el nuestro.

Escribo de hace dos mil años y parece que escribo de hoy día. Tenemos una pandemia, tenemos a una mujer trabajando en un mundo de hombres, tenemos xenofobia, la lucha contra el cáncer, la eutanasia. Hablo de cosas de hace dos mil años y a la vez hablo de la actualidad, podemos a través del Imperio romano explicar muy bien lo que nos está pasando hoy día.

Y, ¿también había sitio o cobraban protagonismo las mujeres en el Imperio romano?

La sociedad romana era profundamente machista, como todas las sociedades del mundo antiguo. Ahora bien, hubo algunas mujeres que destacaron pese a ser una sociedad patriarcal, y Julia fue una de ellas.

Ese relato histórico machista y sexista que se ha hecho de historiadores hombres que solo hablan de los hombres de la historia y dejan de lado a las mujeres relevantes en el devenir histórico es algo contra lo que yo me revelo con el personaje de Julia. De hecho, estamos haciendo una serie para Movistar sobre las mujeres de la antigua Roma, son seis episodios para recuperar a las mujeres más importantes del Imperio romano.

Cuando en las novelas cobra tanto protagonismo el contexto histórico, ¿cómo es el proceso de documentación?

Tengo que recurrir a fuentes primarias, clásicas, de aquellos que estuvieron en la época (Plauto, Dion Casio, Aurelio) y lo cuentan. Fuentes secundarias, textos modernos que analizan aquello que pasó (Bárbara Levick escribió una tesis sobre Julia Domna). Y, fuentes experimentales que consistiría en acudir a museos, a yacimientos, festivales de recreación histórica, viajes a los emplazamientos de las novelas…

Cuando trabajas sobre una mujer es más difícil recabar información cuando recurres a las fuentes clásicas. De las cuatro fuentes clásicas que hay sobre Julia Domna; que serían Aurelio Víctor, Dion Casio, Herodiano y el compendio de textos de la historia augusta, ninguno ha hecho ningún capítulo que se llame Julia. Hay capítulos que hacen referencia a su figura como esposa o madre, y haciendo este puzzle consigo la información sobre ella. Al final, es más bonito porque parece que cuando algo cuesta, es más satisfactorio cuando lo consigues.

Aparte de escritor es filólogo, ¿repara mucho en el cuidado del lenguaje?

Lo considero mucho, pero también quiero que sea sencillo para el lector. Más allá de que yo pueda tener más o menos cultura, no se trata de demostrar eso. Yo quiero construir un texto de entretenimiento plagado de cultura pero que sea accesible al máximo número de público posible. Entonces, empleo un lenguaje sencillo, que yo llamo vehicular, que huye de un preciosismo literario –respetable, por otra parte- pero no tiene mucho sentido que me ponga lorquiano si yo quiero contar distintas escenas en distintos emplazamientos y transmitir dinamismo.

No obstante, quiero recuperar valores desde el punto de vista humanístico y, por ello, salpico el texto con citas en latín o en griego clásico, que luego traduzco, porque quiero que la gente se familiarice. Quiero plagar el texto de cultura pero sin que resulte farragoso para el lector.

¿Cómo de importantes son las descripciones de aquellos lugares de la antigua Roma?

Juegan un papel muy importante y para cargarme de las emociones que quiero transmitir, suelo viajar con frecuencia a los lugares donde tiene la acción mis novelas. Estuve en el Muro de Adriano porque allí ocurren hechos muy significativos en la novela. Me gusta detenerme yo mismo en esos puntos donde estuvieron los personajes para cargarme emocionalmente y transmitírselo a los lectores.

¿Qué le inspira o qué le incita antes de ponerse a escribir?

Lo que hago antes de escribir una novela es seleccionar un personaje que me genere admiración. Si me voy a pasar cuatro o cinco años con ese personaje, tiene que ser alguien que me merezca mucho la pena. Eso me pasó con Escipión, con Trajano y luego con Julia. Después, entramos en la fase 2 que es estructurar la novela y ahí pienso en cuántas novelas quiero contar la historia y cómo quiero estructurar esa primera novela.

¿Le ha servido de inspiración el confinamiento para proyectos futuros?

La única inspiración que he podido encontrar es sobreponerme a un confinamiento forzoso y psicológicamente cuestionable porque, aunque aparentemente el estado natural de un escritor parece que es estar confinado, no es lo mismo hacerlo de forma voluntaria sabiendo que a tu alrededor están bien de salud y sin miedo a perder el trabajo, con los niños en los parques y quien quiera tomando cañas con los amigos despreocupados.

Lo que he hecho ha sido sobreponerme a la preocupación que tenía por familiares o amigos y pensar que mis textos podían ayudar a evadir de los problemas que pudieran tener, y además aprender cosas sin demasiado esfuerzo y con distracción.

Además, he revisado los guiones de la serie que te comentaba para Movistar, que hemos grabado en agosto en Bulgaria y que se estrenará en octubre. Por otra parte, yo cuando escribo una novela, ya estoy pensando en la siguiente. Así que ya estoy escribiendo otra novela que abrirá una nueva serie con otro personaje de la antigua Roma.

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