VALENCIA. Pedro Sánchez apeló este sábado a su Manual de Resistencia –el libro publicado por él mismo– para encarrilar a su partido a la victoria en las elecciones del próximo 23 de julio. Lo hizo durante el mitin central del PSOE en el Palacio de Congresos de Valencia, al que asistieron unas 2.200 personas según la organización. Un acto que, si bien debía servir de arenga –y al menos así se intentó–, dejó en realidad un sabor de escasa fe en el triunfo en los comicios.
El partido no atraviesa su mejor momento. Y menos todavía en la Comunitat Valenciana, donde se ha quedado sin poder institucional. Al resultado del pasado 28 de mayo, se unió el último golpe de este mismo viernes, cuando perdió la Diputación de Valencia. Las tres fuerzas progresistas con representación en la corporación provincial -PSPV, Compromís y Ens Uneix- llegaron al pleno de constitución sin un acuerdo sobre quién debía presidir la entidad, que quedó en manos de Vicente Mompó (PP).
Todo ello sobrevoló en el mitin, donde algunos cargos socialistas, que en estos actos se esfuerzan por mostrar la mejor de sus sonrisas, no podían disimular la desazón. De hecho, el líder del PSPV en la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, fue recibido con aplausos a su llegada.
El propio Sánchez trató de ofrecer un discurso para levantar los ánimos, pero lo hizo otorgando credibilidad a todas las encuestas que pronostican que la derecha ganará y gobernará a nivel nacional. Así, hizo un llamamiento a la movilización en un acto que se centró en un repaso a la historia del partido y a los "avances sociales", en la petición del voto a las mujeres ante los "retrocesos" que prevén con la derecha en el poder y en vaticinar que los socialistas revalidarán el Gobierno pese a los sondeos.
Sánchez, recibido con grandes ovaciones del auditorio, incluso realizó una referencia a sí mismo. "Nunca lo hemos tenido fácil. Siempre hemos ido contra todo pronóstico. Es la historia del PSOE y mi historia también es esa como secretario general. Ganamos las primarias en dos ocasiones contra todo pronóstico; ganamos una moción de censura para echar la corrupción del Gobierno de España contra todo pronóstico; y en 2019 ganamos para que hubiera un gobierno de progreso. Así que lo que va a pasar el 23 de julio es que vamos a ganar", afirmó.
El presidente del Gobierno, que agradeció al ya expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, su gestión durante los últimos ocho años, remarcó que la derecha plantea "falsas disyuntivas". "O Sánchez o España, dicen. ¿Y si yo os dijera que o Feijóo o la paz universal? ¿O Feijóo o la paella valenciana? Es peligroso lo que dice la derecha. ¿Los que no nos voten no son España? ¿qué van a hacer con nosotros? La pregunta que hay que responder el 23J es si queremos un Gobierno que avance con nosotros al frente o un Gobierno de Feijóo con Santiago Abascal", señaló.
Sánchez, al igual que sus predecesores en la palabra –Ximo Puig y la ministra y cabeza de lista al Congreso por Valencia Diana Morant–, dirigió su llamamiento especialmente a las mujeres. "Frente a la coalición que va contra las mujeres, aquí estamos el PSOE. Pido el voto de todas ellas. Que ninguna mujer se quede en casa", dijo.
El líder del PSOE enumeró los logros legislativos con sello de su partido: las leyes de matrimonio homosexual, de violencia de género y de igualdad salarial. "Si este es el siglo de las mujeres, necesitamos gobiernos que las defiendan", señaló. "Esto no es ni felipismo, ni zapaterismo ni sanchismo, se llama socialismo", añadió. Entre las promesas más destacadas, la de aumentar los permisos de maternidad y paternidad a las 20 semanas.
"Vamos a ganar las elecciones porque lo hemos hecho bien, pese a los errores", ha comentado Sánchez. Así, reivindicó el "crecimiento de la economía pese a la guerra de Ucrania", que "nunca ha habido tanta gente trabajando en España" y que su Gobierno es "intachable". "Con nosotros se cumple la Constitución Española en todos los territorios", señaló en referencia a Cataluña.
El presidente del Gobierno hizo hincapié en que "no es ninguna broma tener a una presidenta de un parlamento apartándose de la pancarta de violencia de género" –en referencia a que la presidenta de Les Corts, Llanos Massó (Vox) no se colocó en la del minuto de silencio por la última mujer asesinada– "o que se cuestione la vacunación desde el país referente en ella".
"Tan responsables son los que ponen a esta gente en los puestos como aquellos que los votan. Eso se llama claudicación ante el machismo. Y esa es la diferencia. Que nosotros pactamos con quien haga falta para avanzar en derechos y libertades y ellos lo hacen con Vox para recortarlos", apuntó. Además, denunció las "consecuencias" que ya se están viendo del pacto PP-Vox en la Comunitat Valenciana, como que "Feijóo diga que un caso violencia de género es un divorcio duro", en referencia a las palabras del líder del PP sobre la condena por violencia de género al candidato de Vox, Carlos Flores, contra su exmujer.
Por su parte, el líder del PSPV, Ximo Puig, hizo un llamamiento a los votantes de Compromís y de Unides Podem de cara al 23J. "La derecha dice que ha habido un tsunami, pero la diferencia entre bloques en la Comunitat Valenciana ha sido de 30.000 votos. Si esa gente que no fue a votar a Podemos o a Compromís es consciente de lo ocurrido aquí, les pido que vayan a votar y que voten al PSOE. Lo que ha pasado aquí es lo que va a pasar en España", afirmó.
En un discurso de elevado tono que no suele acompañar a Puig habitualmente –"perdonadme, pero tras tantos días de contención tenía un poco de ganas, ha admitido"–, realizó una alocución durante el mitin del PSOE en València tendente a la poca fe en un resultado electoral favorable el PSOE. Así, reiteró en diversas ocasiones que la victoria de la derecha en la Comunitat es la antesala de lo que tendrá lugar a nivel nacional.
"Habrá un día que Pedro Sánchez dejará de ser presidente, esperemos que no sea el 23J, y ese día estaremos en el paraíso. Esa es la mala broma que está diciendo en esta campaña la derecha. Viven instalados en la mentira. El problema de España y de los valencianos ya no es Vox, es el PP", comentó.
Puig hizo una mención a Bielsa. "Me acuerdo de Carlos y de todo el equipo de la Diputación, que ayer vivió una gran ignominia", destacó Puig. "Este partido va a estar toda la vida. Es un partido serio y ético. Es el único partido de la historia de España que se mantiene vivito y coleando. Es un partido que va a hacer siempre lo que tiene que hacer, pero con sus valores no se juega", prosiguió.
"Aquí ya sabemos lo que pasa cuando no se vota, y tenemos que convencer a todos de que el 23J no podemos fallar a la mejor historia de España, de la libertad, de la justicia, de la base social", insistió. "Es terrible tener que leer acuerdos de gobierno en los que no se reconoce la violencia machista, es intolerable, es indecente, es inhumano", manifestó, para a continuación denunciar que la política "está confusa", "se ha futbolizado" y "no importan los argumentos". "Si importaran los argumentos y se hiciera un análisis objetivo de lo que ha ocurrido desde que gobierna Pedro Sánchez, no habría urnas suficientes para recoger los votos que se merece", aseguró.
A su juicio, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene "un gran objetivo": la derogación del sanchismo. "Y aparte de eso, ¿qué mas?", se preguntó. "Van a bajar los impuestos a los ricos, esa es la única verdad de su programa electoral. Aquí en la Comunitat Valenciana, PP y Vox, en un ratito, con una servilleta de bar, acordaron un programa de gobierno". Un pacto, continuó, en el que se niega la violencia machista. "Es intolerable, indecente e inhumano", criticó.
Por último, la ministra Morant reivindicó la labor de Sánchez, que ha mejorado en su opinión la ley del aborto, las leyes para proteger a las mujeres víctimas de violencia de género y las condiciones materiales con la reforma laboral y de pensiones. "La vida de las mujeres no es derogable", remarcó en referencia a las amenazas de supresión de normas aprobadas por Sánchez que ha lanzado el PP.