SAN JAVIER. El Ayuntamiento de San Javier ha sacado a licitación la renovación del alumbrado público en el término de San Javier. El contrato se divide en tres lotes. El primero corresponde a la localidad de San Javier y varias pedanías, mientras que el segundo contempla la renovación en Santiago de la Ribera y en la zona de La Manga correspondiente al término municipal de San Javier. El montante total del contrato asciende a casi cinco millones de euros.
Mediante el presente contrato se pretende la sustitución de las luminarias convencionales existentes en el término municipal de San Javier, por otras que incorporen tecnología LED, unas 2.745 unidades, junto con la renovación de las instalaciones y elementos tales como cableado, columnas, soportes y centros de mando, además de la ejecución de la obra civil necesaria. La obra tiene como objetivo mejorar la eficiencia, incrementar el ahorro energético y económico, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuir el resplandor luminoso y limitar la contaminación lumínica del municipio, mejorando las características luminotécnicas de la instalación existente. La financiación del contrato proviene del Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco del Programa Operativo de Crecimiento Sostenible 2014-2020, mediante fondos procedentes del lnstituto de Diversificación y Ahorro de la Energía y del Banco Europeo de lnversiones.
La renovación nace de la necesidad de San Javier de reducir el consumo de energía, reducir la contaminación lumínica, mejorar la iluminación de las vías principales del municipio (mejorando la seguridad en la movilidad urbana), mejora en el control de los cuadros de alumbrado público afectados por la actuación y reducción de las emisiones de C02 a la atmosfera.
El Ayuntamiento pretende emplear criterios de iluminación sostenible para el alumbrado exterior. En el pliego redactado se especifica que se deberán utilizar luminarias y ópticas que no emitan luz hacia el hemisferio superior y otras zonas no deseadas y que aseguren, a su vez, una uniformidad adecuada. De esta forma, se minimiza la emisión directa hacia el cielo, los deslumbramientos y la intrusión lumínica en viviendas o espacios naturales.
En el caso de iluminación con proyectores, se utilizarán preferentemente asimétricos y con la orientación adecuada que evite la emisión de luz directa hacia el cielo. Además de reducir la contaminación lumínica, el empleo de estas luminarias y proyectores correctamente orientados posibilita la reducción de la potencia de las lámparas instaladas, pues se optimiza el envío de la luz hacia la zona que se desea iluminar, lo que ayuda al ahorro energético y económico. En cualquier caso, se debe iluminar con los niveles justos que garanticen la seguridad en las zonas iluminadas durante la noche, puesto que niveles excesivos de luz redundan en mayor gasto energético y económico y en un incremento innecesario de la contaminación lumínica.
El Consistorio entiende que hay espacios que no es necesario iluminar a partir de una hora determinada, como puede ser el caso de parques y jardines que permanecen cerrados en horario nocturno. Igualmente, tampoco es necesario que permanezcan encendidos carteles o anuncios luminosos de actividades que no ofrecen servicios durante la noche, por lo que este punto deberá ser tenido en cuenta a la hora de su instalación.
Una de las principales directrices en el momento actual es buscar el máximo ahorro energético posible sin que este afecte a la calidad del alumbrado. Por ello, también se debe tener en cuenta el horario de encendido y apagado del alumbrado público, ajustándolo al inicio y ocaso de cada zona. Para alcanzar este objetivo se precisa el uso de telegestión en los cuadros de mando de las instalaciones de alumbrado. Otra forma de reducir la contaminación lumínica y el consumo energético es el uso de reguladores de flujo luminoso, cuya función consiste en reducir en un porcentaje determinado, la cantidad de luz que emiten las instalaciones cuando la afluencia de personas o tráfico es reducida.
La contaminación lumínica, y con ello la sostenibilidad, es otro de los puntos que el Ayuntamiento de San Javier apunta como fundamentales al adjudicatario. La mayoría de los efectos nocivos de la luz se incrementan cuando ésta es blanca, rica en longitudes de onda corta (azules). Este tipo de luz se dispersa más por la atmósfera que la amarilla o roja. Además, multitud de especies cercanas a la base de la cadena trófica, como los insectos nocturnos, son más sensibles a la misma. Igualmente, la luz rica en componente azul también causa mayor afección al ser humano. Por tanto, si iluminamos con tonos cálidos, disminuye el alcance de la luz dispersa y el efecto causado sobre los seres vivos, disminuyendo así la contaminación lumínica.