tribuna política / OPINIÓN

San Ginés de la Jara: entre el desprecio y la desidia

3/05/2021 - 

CARTAGENA. El monasterio (realmente convento) de San Ginés de la Jara sigue dando de qué hablar. El penúltimo episodio ha sido la negativa del Gobierno tránsfuga de Cartagena a aprobar la propuesta de mi compañera María Dolores Ruiz de exigir a la promotora que posee el bien que retome la restauración, abandonada hace tres años cuando Castejón accedió a la Alcaldía.

La rocambolesca negativa a votar a favor confronta con la afirmación de que se va a cumplir con lo propuesto, pero ya sabemos que lo de las contradicciones es marca de la casa, pues la alcaldesa socialista de corazón y tránsfuga de condición sirve sin ruborizarse a la causa del PP, que a su vez la encumbra en esa huida hacia delante que le lleva a recoger todos los desechos de tienta y saldos que se le ofrecen.

Les explico la contradicción.

En 2012, gracias al trabajo de la hoy concejal -y siempre activista- el gobierno de Barreiro tuvo que acordar –y exigir- por primera vez la restauración de un conjunto víctima de su desprecio durante años, pero que no estaba en sus planes, pues ya sabemos que al PP le interesaba Novo Carthago y los pelotazos, no el patrimonio.

Ese requerimiento fue recurrido en los tribunales y no quedó resuelto el asunto hasta febrero de 2016 en que el Tribunal Superior de Justicia confirmó su validez.

José López, Alcalde en esas fechas, consiguió en pocos días -querer es poder-que se retomara la restauración, así que mientras fue Alcalde, y aún un tiempo después, avanzó la restauración con una importante inversión y efectos más que visibles.

El efecto Castejón se dejó notar –también- en San Ginés y la promotora abandonó las obras sin rendir cuentas y, lo más sorprendente, sin que la galilea le exigiera continuar, ¡Tiene pelotas la cosa!

Durante tres años ella y Arroyo, entre el desprecio y la desidia, han hecho caso omiso a las exigencias de MC y a las de las plataformas defensoras del patrimonio, paralizando los procedimientos administrativos en que se exigía la restauración, hasta que este mes les estalló la bomba.

Un informe de la técnico de urbanismo municipal confirmaba lo que todos sabíamos y decía aquella Sentencia: desde 2012 se puede –y se debe- exigir la restauración que es posible, además, ejecutar de forma subsidiaria con cargo a los avales de más de 15 millones de euros que obran depositados en el Ayuntamiento por la promotora.

Hasta aquí lo de antes del Pleno. Ya saben que si no está restaurado el conjunto, o si se cae un muro, es porque Arroyo y Castejón no han querido exigir ni ejecutar la restauración. Juzguen ustedes mismos.

Sin embargo no acaba aquí la cuestión, porque en el Pleno arguyeron que no podían apoyar la propuesta de cumplir con la sentencia de 2016 porque lo que había que hacer era ejecutar el acuerdo de 2012. Sí, el que es válido y eficaz, precisamente, porque así lo confirma la resolución judicial.

Así que en esto de San Ginés ya ven que 'La Trinca' no se cae –del burro- sino que se tira y hará lo que se le ha obligado a hacer porque no le queda más remedio, pero llevando al paroxismo su gusto por la atribución de méritos han anunciado que harán lo que han evitado hacer durante tres años porque ellos quieren, lo bueno sería saber por qué se han negado hasta ahora, ¿No les parece?

En cualquier caso, bien está lo que bien acaba, así que seguro que mi compañera María Dolores Ruiz y tantos otros, anónimos o no, que han luchado por el único conjunto religioso medieval de la Región conseguirán un final feliz a pesar de ellas. Lo merecen Cartagena y su patrón.

Jesús Giménez Gallo

 Presidente de MC Cartagena

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