LORCA (EFE). La dirección general de Salud Pública ha intervenido la gestión del colegio de educación especial Pilar Soubrier de Lorca para tratar de controlar el brote de coronavirus que afecta al centro, con casos positivos entre el personal y los alumnos.
Lo ha confirmado el alcalde de Lorca, Diego José Mateos, que ha reconocido este viernes "la preocupación" de las autoridades sanitarias por el brote en este centro, que también cuenta con una residencia para alumnos con discapacidad. Según ha explicado la mayor parte de los infectados son profesores y monitores de los usuarios, entre los que también hay infectados y, según la última información disponible, el brote afecta a 18 personas vinculadas al centro.
Salud Pública decidió este jueves "tomar el mando" de la crisis en el centro, que hasta ahora se había gestionado con el protocolo establecido por la consejería de Educación y Cultura. Las características del alumnado, afectado por distintos grados de discapacidad, "dificultan la aplicación de las medidas de seguridad y de los tratamientos estándar protocolizados", ha dicho Mateos, ya que muchos de los residentes ni siquiera pueden llevar mascarilla.
Los rastreadores municipales están realizando "un seguimiento exhaustivo" de los contactos estrechos del profesorado, de los alumnos y del personal del centro. El brote está "circunscrito" al ámbito del colegio, aunque se espera un incremento del número de casos en las próximas horas tras la realización de pruebas PCR a todo el personal del centro y a los alumnos.
Este colegio de educación especial tiene matriculados a más de 140 alumnos con discapacidad de toda la Región. En el centro trabajan 48 docentes y 70 trabajadores de servicios educativos complementarios que se ocupan de estudiantes con discapacidad de distintos municipios de la Región de Murcia. El colegio tiene una residencia con 60 plazas para los alumnos internos que permanecen en el centro de lunes a viernes.