Cartagena, con el toque de queda, en una noche de octubre. Foto: LA ROCAMURCIA. La quinta ola del coronavirus ha golpeado a la Región de Murcia. Aunque todavía no hay datos alarmantes, sí hay una tendencia que preocupa: seis días consecutivos con más de 300 positivos diarios. Con este panorama -muy diferente al que el Gobierno regional se encontró hace un mes con la llegada del verano-, el Comité Covid se reúne este lunes -como es habitual- para evaluar la situación epidemiológica. Sobre la mesa se pondrá retomar algunas de las restricciones que durante mucho tiempo pesaron sobre la Región y que parecían olvidadas en los dos últimos meses: la más probable es el toque de queda, una medida que despareció el 9 de mayo con el fin el estado de alarma y que ahora vuelve a coger fuerza como principal modo de frenar la sangría de contagios.
El consejero de Salud, Juan José Pedreño, ya lo advirtió en su última comparecencia, el pasado jueves: "Valoramos continuamente las cifras epidemiológicas y cómo avanza la pandemia. Todo está abierto. Por tanto, cualquier medida que sirva para salvar vidas estaremos dispuestos a utilizarla", advirtió. No fue el único. El propio presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, dio un paso más la pasada semana y mencionó explícitamente el toque de queda como principal herramienta a aplicar en caso de que los contagios no mengüen en la Región.
El último balance, conocido este domingo aunque con datos del sábado, dejó un leve descenso de los casos: 310 nuevos positivos frente a los 395 del viernes. Sin embargo, sigue siendo una cifra elevada para una Región que durante más de tres meses transcurrió con números de 100 -dato arriba, dato abajo- infectados diarios. De hecho, se trata del sexto día seguido por encima de los 300 positivos, algo que no se veía desde febrero, en plena tercera ola -la más despiadada para la Comunidad murciana, con más de 650 fallecidos en los dos primeros meses del año-.
El escenario es bastante preocupante especialmente en una decena de municipios que registran una incidencia acumulada en 14 días superior a la barrera de los 300 casos por cada 100.000 vecinos, por encima de la media regional (276 contagios por cada 100.000). Entre ellos se encuentran localidades muy pobladas, como Cartagena (367) y Molina de Segura (354), que ya afrontan restricciones por su alto nivel de transmisión. Peor aún es la situación de Librilla, Mazarrón, La Unión y Torre Pacheco, con tasas de 657, 532, 482 y 438, respectivamente, tal y como constan en los informes de Epidemiología, consultados por Murcia Plaza.
Así las cosas, es previsible que el Gobierno endurezca las restricciones del territorio regional. Esta vez, sin embargo, no cuenta con el marco jurídico del estado de alarma, por lo que si se decide por aplicar el toque de queda necesitará el aval jurídico del TSJ de la Región, cuyo criterio se ignora pues no existe consenso doctrinal en España. Los jueces de Cataluña y Cantabria han dado su visto bueno, pero no así el tribunal de Extremadura, que lo ha rechazado. Otra fórmula sería la que ha acordado la vecina Comunidad Valenciana, cuyo Gobierno se ha inclinado por toques de queda selectivos en 32 municipios. El Ejecutivo central, por su parte, ha vuelto a negarse a tomar ninguna medida común para todo el país, una posición que ha generado muchas críticas desde la Región.
