MURCIA. La vivienda sigue sin dar tregua a la población de la Región, que observa con cierta desesperación como los elevados precios emiten señales de que tardaran tiempo en bajar de precio. En noviembre, según el último informe del portal inmobiliario Idealista, los precios subieron más de un 8% respecto al mismo mes de 2022. Un dato que sigue dibujando un panorama sombrío para el 2024 en el sector inmobiliario.
En la ciudad de Murcia, la más grande por población de la Región, el precio creció un 8%. En Cartagena, el precio ha crecido en menor medida, un 2,3%. Sin embargo, si se han producido aumentos más elevados en La Manga, 4,4%, o Cabo de Palos, 5,5%, con un coste del metro cuadrado de 1.722 euros en La Manga y de 1.572 en Cabo de Palos. En Alcantarilla o Murcia, municipios cercanos a la ciudad de Murcia, y que en muchos casos funcionan como localidades dormitorio de muchos trabajadores, el precio de la vivienda crece un 3,1% y un 6,9%, aunque ambos por debajo de los 1.000 euros el metro cuadrado, algo que ahora mismo es una ganga en el mercado.
Los municipios costeros también registran aumentos notables. San Javier ve como el precio de la vivienda aumenta un 11,8%, San Pedro un 8,7% y Los Alcázares un 9,8%. Torre Pacheco, también en el entorno del Mar Menor aunque sin costa propia, registra un aumento del precio de la vivienda del 10,8%. En La Unión, municipio muy cercano a Cartagena, el precio de la vivienda aumenta más de un 11%, aunque sigue sin alcanzar los 900 euros el metro cuadrado.
BBVA Research advierte de la situación en un informe reciente. "El elevado coste de la vivienda ha comenzado a ser determinante para el atractivo inversor de la economía española, sobre todo en ciudades donde más se expanden empresas de alto valor añadido ligadas a la industria o el sector servicios". En otro informe reciente sobre la situación de España, publicado en noviembre, la entidad también alertaba que no parece que esta situación vaya a revertirse a corto plazo debido a varios factores que impiden que haya más oferta que demanda de vivienda.
Entre ellos se encuentran la falta de suelo urbanizable, la escasez de mano de obra y la "inseguridad" para los arrendadores derivada de los recientes cambios legislativos. Según sus previsiones, y con ese escenario sobre la mesa, los precios "continuarán aumentando" en un entorno donde la oferta "seguirá creciendo" por debajo de la demanda.
La desproporción entre la oferta y la demanda ha llevado a un aumento constante en los precios de la vivienda, lo que dificulta que las familias accedan a una vivienda adecuada. "El mercado está estable a pesar de todo lo que está sucediendo a su alrededor, especialmente el de obra nueva. Como hay falta de oferta, hay mucha más demanda y eso da estabilidad al mercado. Lo que no quiere decir que sea deseable que se esté construyendo tan poco", apuntaba desde los promotores inmobiliarios de la Región, su presidente, José Ramón Blázquez, hace unas semanas. "Hay una falta importante de suelo urbanizable. Llegar a ese momento es complicado, hay excesiva legislación y burocracia", señalaba Blázquez. "La vivienda ahora mismo cuesta mucho edificarla y los impuestos son muy altos. Tenemos un problema evidente de vivienda asequible", añade. "El Estado tiene mucha responsabilidad. Debemos quitar costes del proceso, porque la vivienda no soporta tanto coste. Hay que conseguir que sea más asequible", afirmaba. "La vivienda no está teniéndose en cuenta en los presupuestos, y otros sectores, como el del automóvil sí. Se dan ayudas para vehículos más eficientes. Se pide lo mismo para la vivienda, pero no hay ayudas para el comprador. La vivienda debe estar en el foco de la acción política. Es un bien de muy primera necesidad".
