MURCIA. No todos los certámenes tienen la misma entidad ni la misma dotación económica, si es que la tienen, pero a las startups, como a todos, también les gusta ver reconocido su trabajo y poder lucir una larga de lista de premios en su web.
Algunos, no obstante, lo hacen con fines más prácticos que la mera exhibición. Presentar el proyecto de negocio a concursos fue, por ejemplo, la vía utilizada por la startup de agrotech Smallops como fuente de financiación inicial. A los 15.000 euros de recursos propios aportados por los tres fundadores, Íñigo Monreal, Rubén Escudero y María Jara, consiguieron sumar otros 50.000 euros a base de ganar concursos de emprendedores. El último galardón lo han recibido de la mano de Caixa Bank como la startup más innovadora de Extremadura en los Premios Emprende XXI, con una dotación económica de 25.000 euros.
Los hay, sin embargo, con más renombre donde, a primera vista, parece que la principal ganancia es la visibilidad. Es el caso de South Summit, la competición internacional de startups que se celebra anualmente en Madrid donde el ganador sale en la foto con el presidente del Gobierno de turno y abrazado a un trofeo ecológico con forma de planta. Ello no es óbice para que los ganadores se sientan más que agradecidos. “Lo que nos aportó fue un reconocimiento brutal al esfuerzo y trabajo de años por parte del equipo. Nos ha ayudado mucho, además, a retener y atraer talento. Ya a nivel personal, me quedo con la experiencia. El 80% del beneficio lo hubiese conseguido solo con participar, aunque no hubiésemos ganado”, declaraba Alberto Martínez, CEO y Product Growth de la startup valenciana Streamloots, ganadora de la sexta edición de South Summit.
Pero, los beneficios de ser finalistas en South Summit no son solo intangibles. Un año después de alzarse con el trofeo final en 2019, Streamloots conseguía cerrar una ronda de financiación serie A de 4,73 millones de euros. Un caso más dentro de las startups participantes en esta competición que han logrado inversión. “De la suma de los finalistas que hemos tenido en estos 10 años, han levantado más de 9.000 millones de dólares, aunque no siempre las rondas más importantes las han conseguido los ganadores de la edición”, declaraba María Benjumea, presidenta y fundadora del evento en la celebración, el año pasado, es su décima edición.
“Ganar premios sirve para dos cosas que siempre son importantes en una startup, sobre todo cuando está arrancando: conseguir liquidez y hacerte con una red de networking” declara Alejandro Ruiz Lara, CEO y fundador de la startup marbellí Checktobuild. El empezó a exponer su proyecto de supervisión autónoma de obras con inteligencia artificial en foros emprendedores sin tener aún producto, con el único propósito de darse a conocer y hacer marca. Desarrollado y testado el producto, pasaron a centrarse en las ventas y la búsqueda de clientes hasta darse cuenta, después de mucho evangelizar, de que su tecnología profunda aplicada a la construcción tal vez fuera demasiado avanzada para el mercado español.
La duda sobre el mercado al que deberían orientar su producto la despejaron en otro concurso que, según Ruiz Lara, “para nosotros fue trascendental”. Al tiempo de participar en La Copa Mundial de Emprendimiento, la mayor competición del mundo para emprendedores, la cual se disputa en Riad (Arabia Saudí) a instancias de la organización Global Entrepreneurship Network (GEN), Checktobuild tuvo la oportunidad de cerrar su primer mega-contrato con una imprtante empresa estadounidense, país donde los arquitectos están mucho más acostumbrados a trabajar con modelos 3D.
Gracias a poder pitchear en este foro, la startup, nacida en 2020, ha conseguido multiplicar su facturación y abrir oficialmente oficina en Miami (EE.UU), ahora su principal mercado, y donde los ciclos de venta pasan de los 3 o 4 meses que necesitaban en España a 3 o 4 días.
Otra vía para hacer ruido y dar un proyecto a conocer es, sin duda, conseguir impactos en prensa. Cuantos más medios hablen de tu empresa y más especializados, mejor. Este es el motivo por el que muchas startups desean que su nombre figure en las listas -no siempre tan rigurosas- y los premios a emprendedores que organizan distintas publicaciones.
“En este caso, el beneficio principal que se consigue -explica Ruiz Lara- es generar enlaces a tu página web en los que muchos acaban pinchando para informarse”. La vía para conseguirlo llega muchas veces mediante la contratación de una agencia de comunicación o contratando espacios de publicidad, lujo que no todas las startups pueden permitirse en sus estadios iniciales.
Otra forma más ingeniosa y barata de lograrlo es convertir tu empresa en un hecho noticiable. Para ello hay que conocer bien los tiempos y el proceso informativo. Experto en estas lides es el emprendedor bilbaino Taig Mac Carthy, actualmente Chief Operations Officer en la startup Legit Health. Antes había impulsado otros proyectos, como el de Gik Live, con la que comercializaban un vino de color azul, y colaborado en el lanzamiento del proyecto de Osito&co, unas gominolas con alcohol que en su momento resultaron bastante polémicas.
Autor del libro ¿Where is the Dinosaur? (escrito en inglés), Taig Mac Carthy defiende un modelo de marketing viral y explica lo que denomina dinámicas de noticiabilidad. “Obtener cobertura mediática no es un arte; es una ciencia”, mantiene. Partiendo de que no todas las historias son de interés periodístico, enseña a los emprendedores cómo captarlo aplicando ciertos criterios de noticiablidad. En líneas generales son estos: que esté relacionado con la actualidad; cercano a casa o local; que exista conflicto; inesperado; con impacto social; y si involucra a personas o instituciones relevantes, mejor.
“Puede que los ame o los odie, pero la verdad es que Donald Trump o Elon Musk han dominado el uso de la cobertura mediática gratuita y han crecido enormemente con presupuestos de marketing pequeños”, sostiene.