CARTAGENA. A punto de finalizar el verano, el estado de las playas en el Mar Menor está tal y como pueden ver en las imágenes recogidas este mismo lunes. Los vecinos denuncian que la biomasa inunda toda la zona de la orilla de los arenales, circunstancia que provoca, además de impedir cualquier posibilidad de baño, malos olores y, por consiguiente, afea la imagen de la zona, azotada un año tras otro por estas mismas circunstancias.
Desde la consejería del Mar Menor, de la que es titular Juan María Vázquez, explicaban que la llegada a la costa de la biomasa ha sido fruto del temporal de viento que ha azotado la zona en estos dos últimos días y que nada tiene que ver con parada alguna en los trabajos de retirada de la misma. "Se esta limpiando, pero esto no es inmediato. Se seguirá con los trabajos y en dos días debe estar en condiciones", indicaban fuentes de la Consejería a Cartagena Plaza.
En una reciente comparecencia del propio consejero, para explicar la experiencia piloto de eliminación de lodos en Estrella de Mar, explicaba que en la zona siguen trabajando brigadas de hasta 100 personas retirando biomasa en las playas del Mar Menor, para que esta biomasa no se convierta en lodos. Recordó que el presupuesto regional para este 2023 hay dedicados más de 11 millones de euros en la retirada de biomasa.
Hace tan solo tres semanas, la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, otorgaba la concesión, por 1,2 millones de euros, a la Unión Temporal de Empresas formada por Transportes Europeos del Campo de Cartagena y Apideco para trabajar "en la eliminación de las acumulaciones de materia orgánica en descomposición en las orillas y aguas someras, que influyen negativamente en la calidad ecológica y paisajística del entorno del Mar Menor, mejorando además el uso público de la laguna así como la calidad de las aguas de baño y disminuyendo la generación de fangos y lodos derivados de la descomposición de la biomasa vegetal".
Aunque las tareas de limpieza deberían haberse iniciado en abril, el procedimiento se suspendió en mayo y no ha sido hasta este mes cuando se ha adjudicado. De esta manera, los trabajos, por un plazo de cinco meses, arrancan ahora y la partida presupuestaria que se le destina sale del Fondo Europeo de Desarrollo Regional