MURCIA. El avance y progreso de la sociedad no es posible entenderlo sin personas comprometidas, activas y trabajadoras. Hombres y mujeres son los verdaderos protagonistas del avance de nuestra sociedad. Es el caso de Antonio Sánchez Carrillo, empresario hecho a sí mismo y con una clara vocación de servicio público, que manifestó a lo largo de los 16 años de actividad política como concejal del Ayuntamiento de Murcia.
Involucrado en múltiples actividades sociales, culturales y deportivas desde muy joven como miembro de grupos de coros y danzas, fundador de la Peña la Panocha, presidente del Imperial, directivo del Real Murcia, nazareno, sardinero y cabezudo. Su vitalidad le hacía estar en todo tipo de iniciativas para contribuir al progreso de su tierra.
Fue uno de los protagonistas del cambio y renovación del PP de la Región de Murcia que se generó a principios de los años 90, cuando se convirtió en partido ganador y de gobierno. Se buscaba su consejo y opinión ante los grandes retos de futuro planteados y siempre se encontraba su respuesta sincera, desinteresada y acertada.
Hombre vital, emprendedor y polifacético con un profundo amor a su tierra que mostraba apasionadamente en todas sus actividades. Su amplia experiencia, labrada en el trabajo diario y una intima conexión con la realidad de la gente, contribuyó notablemente a conseguir los objetivos planteados con dialogo y eficacia.
Tenía la virtud de ser punto de encuentro, de lograr consensos y acuerdos y lo hacía siendo el primero en dar ejemplo, anteponiendo sus propios intereses a los colectivos. Daba igual la actividad que se tratara, la hora o con quien tuviera que hacerla, él estaba siempre marcando el camino.
He tenido el privilegio de contar con su amistad y su leal y eficaz colaboración en la modernización de Murcia, el embellecimiento de sus plazas y calles, de la rehabilitación de sus edificios mas singulares. Puso su talento al servicio de la ciudad para hacer una Murcia más moderna, habitable y bella de la que nos sentimos orgullosos.
El tándem Rafael Moneo – Antonio Sánchez Carrillo fue esencial en la recuperación del entorno de la catedral. El extraordinario arquitecto proyectando y el experto constructor, conocedor de materiales y técnicas operativas, lograron cristalizar una obra que realza el mayor icono arquitectónico de Murcia.
Trabajador hasta la extenuación, responsable y alegre. Todas las responsabilidades publicas que asumió a lo largo de sus años consiguió culminarlas con éxito, aportando su dilatada experiencia profesional y su pasión por las cosas bien hechas.
Era una persona que no pasaba desapercibida, su carácter le hacia involucrarse absolutamente en todo, con generosidad y sin regatear esfuerzos. Su fallecimiento ha puesto en evidencia el intenso cariño y respeto que generaba.
Antonio fue una persona muy popular, vitalista, alegre y apasionada en todas las actividades que desarrolló durante su vida. Hombre de familia, cariñoso y amable con todos los que le rodeaban. Leal, honrado, honesto y accesible para todos.
Su ausencia nos va a marcar a quienes le queríamos, se hará extraño no contar con su presencia ya que era el nexo de unión para muchas personas. Sentiremos no poder contar con sus opiniones sinceras o sus consejos que tanto nos han ayudado.
Su mujer Loli, sus hijas y sus queridos nietos tienen que estar muy orgullosos de su legado, de su ejemplo y del cariño que ha generado a lo largo de su vida. Antonio era una de esas personas que dejan huella en nuestras vidas y a las que la sociedad debe reconocer por su contribución al bienestar de todos.
Antonio, mi admirado y querido amigo, siempre estará en nuestro recuerdo.
Miguel Ángel Cámara Botía
Alcalde Murcia entre 1995 y 2015