CARTAGENA. Perín es un pueblo de Cartagena de tradiciones, que en esta ocasión se ha desvestido de sus costumbres para envolverse en cuero ajustado y rugidos de motor. La Primera Edición del Motoalmuerzo perinero, de la mano de la Comisión de fiestas de la localidad, tuvo lugar este domingo a partir de las 10.30 horas. Desde primera hora de la mañana, la zona de la Iglesia estuvo abarratoda por decenas de personas, recuperando la alegría que muestra la plaza durante sus fiestas de verano. "Cada vez viene más gente de fuera a conocernos", comentaba la gente del pueblo.
Las reinas de la carretera se adueñaron de las calles del pueblo, que desde las 8.30 horas ya se vieron invadidas por el olor a churros que animaba a comenzar esta mañana de domingo de la mejor manera. Fue un día soleado de invierno que contó con los toldos de ganchillos que protegen y adornan la plaza.
Cambiando el Pasodoble Perinero por La moto, de Los Bravos, diversas asociaciones de motos como Hijos Del Mar Menor se acercaron a animar la fiesta. Allí pudieron disfrutar moteros y vecinos desde servicio de plancha hasta música, gogós, mercadillos, concursos y juegos para los más pequeños.
El mediodía fue bien recibido con los primeros premios: quién llevaba el casco más original, cuál era el motero más viejo de la sala y, claramente sin olvidarse de los pequeños moteros, que también pudieron presumir de sus diplomas por ser los moteros más jóvenes del lugar. Ya solo quedaba dar paso a la rifa, la cual todo el pueblo esperaba ansioso por conocer quién sería el próximo dueño de un jamón.
Por si el DJ dejaba con ganas de más la aparición de dos gogós provocó que hasta los más introvertidos se levantasen de su silla a bailar temazos tanto de actualidad como auténticos clásicos.
El evento motero en Perín constituyó todo un éxito de asistencia y según diversas fuentes se repetirá en próximas ediciones como un elemento dinamizador del pueblo.
