CARTAGENA. El área de Patrimonio del Ayuntamiento de Cartagena ha puesto en marcha la restauración del Molino-Ermita de San Cristóbal, ubicado en el Cerro del Molinete, para lo que ha propuesto una inversión de 230.809,25 euros .
Este monumento, declarado BIC y catalogado con Grado 1 de protección (integral) en el Plan Especial de Ordenación y Protección del Casco Histórico de Cartagena, presenta importantes desperfectos y patologías por las alteraciones producidas sobre el municipio y el paso del tiempo, que ha ido haciendo mella en la construcción.
Las obras, que cuentan con autorización para su ejecución de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma, incluirán, entre otras actuaciones, la retirada del material existente y excavación hasta llegar al nivel de suelo original, la reparación del peldaño de acceso, retirada de las actuales carpinterías e instalación de otras nuevas, intervenciones en las cornisas interiores, construcción de una nueva cúpula y la reparación del muro exterior.
El Molino-Ermita de San Cristóbal se encuentra en uno de los enclaves más antiguos de la población, en pleno centro del Conjunto histórico artístico de Cartagena, en un espacio libre con una riquísima historia. La construcción se encuentra dentro del denominado Parque Arqueológico del Cerro del Molinete, cuyas primeras excavaciones iniciaron en 1977 y hoy en día siguen activas.
Bajo la premisa de no eliminar ninguna huella de paso del tiempo, y de las distintas etapas constructivas y de uso del edificio, las propuestas de intervención son las siguientes:
- La principal propuesta de intervención en el molino es el de dotar al pequeño edificio de una nueva cubierta cúpula semiesférica, a imagen de la que poseyó en su época de ermita y vivienda (no en origen, que se trataba de un molino con cubierta de cono y aspas). Los estudios arqueológicos realizados años atrás mostraban que se trataba de una cúpula tabicada de doble hoja, con teja cerámica curva por el exterior. Se propone la construcción de esta nueva cúpula con las mismas técnicas y materiales tradicionales, mediante una bóveda tabicada de dos roscas enyesadas por el intradós, y con mortero de cal por el trasdós.
- Retirada del material existente, excavación hasta llegar al nivel de suelo original (en su caso). En los huecos del muro, excavación hasta alcanzar la piedra de base. Si no apareciese ningún nivel de uso, ni acabado de ningún tipo, se propone ejecutar un nuevo solado.
- Reparación del peldaño de acceso, mediante regularización de la superficie.
- En planta "baja": retirada de las actuales carpinterías (rejas) e instalación de nuevas carpinterías fijas de acero y vidrio de la marca Jansen (o similar) para las ventanas.
- Puerta metálica de dos hojas, manteniendo la actual pero añadiendo dintel, tapajuntas y vidrio con junquillos para evitar la entrada de aire.
- A una altura intermedia, donde existe un hueco que en su día fue una ventana en la planta segunda de la antigua vivienda, instalación de una rejilla o celosía, de modo que el interior del molino ermita se encuentre permanentemente ventilado, pero se impida la entrada de animales o suciedad al interior.
- En el tambor, demolición del tabique que ciega uno de los huecos. Posterior instalación de cuatro ventanas de acero.
- Intervenciones en las cornisas interiores: las pequeñas partes faltantes, se repondrán mediante el empleo de mortero, se repararán las grietas y se asegurará su perfecta sujeción.
- La intervención sobre el muro exterior se basará en reparar las lesiones existentes y la retirada de los elementos espurios (y aquellos que quedaron inacabados en la intervención precedente) y los anillos metálicos de atado, así como las grapas existentes.
- Se reparará el alero superior existente, con el empleo de ladrillo macizo de iguales dimensiones a los existentes.