MURCIA. La naturaleza se abre paso en la obra de Pablo Genovés y recupera el espacio que le ha arrebatado el hombre con sus magníficas y lujosas arquitecturas. Ahora el artista madrileño regresa a la galería Art Nueve para exponer su última obra, Umbral, en la que muestra la devastación resultante de sus anteriores imágenes apocalípticas.
Se trata de la quinta exposición que Genovés realiza en la galería murciana, donde se siente libre y entre amigos. “María Ángeles Sánchez (la responsable de la galería) me ha pedido que hiciese lo que quisiera, que no me preocupase del aspecto comercial, y eso es muy bueno para el artista: que te incentiven a arriesgar”, dice el fotógrafo sobre su relación con la sala de arte donde, desde este jueves y hasta el próximo 15 de enero, ‘cuelgan’ una quincena de sus obras, la mayor parte perteneciente a su último trabajo y una de ellas creada específicamente para este espacio. Lo de colgar es un decir, porque “es la primera vez que expongo en una galería privada en papel, sin marco”, cuenta el artista.
Caminando por la galería, Pablo Genovés comenta las imágenes que muestran arquitecturas devastadas después de que se haya retirado el agua que las había inundado. “Esto es como después de la DANA, que aquí desgraciadamente se ha vivido directamente”, dice. “Los seres humanos estamos viviendo un momento muy crítico y me angustia muchísimo. Estas imágenes podrían ser sobre más cosas, pero creo que ahora mismo hay que hablar del cambio climático. Los artistas estamos obligados a usar nuestro arte para denunciar una situación tan dramática. Tendríamos que estar involucrados todos en un compromiso respecto al planeta”, explica.
La muerte a veces puede ser bella, ese es el paradigma humano
Está el caos. Y después del caos tiene que surgir la esperanza. “Sí, pero también está la muerte. Yo lo vivo así. Lo estoy enfocando como una denuncia, porque hay que hacer algo urgentemente. Dejemos de mirarnos a nosotros mismos: que si soy español, que si soy catalán,… cuando hay cuestiones mucho más urgentes que solucionar. Lo que está en juego es nuestra civilización”, apremia el reconocido fotógrafo.
La devastación que presenta Pablo Genovés es hermosa. El artista lo reconoce: “La muerte a veces puede ser bella, ese es el paradigma humano. Ahora hacen cruceros al Ártico para ver como se derrite el polo. Va a ser nuestra ruina, nuestro desastre, pero vamos a verlo porque es precioso. Las contradicciones del ser humano…”.
Y todo es, según Pablo Genovés, porque “los seres humanos tenemos la capacidad de transformar y crear. Podemos hacer cosas dramáticas y siniestras. Tenemos mucho poder. Como la de poder sacarle al planeta la energía que tenía escondida (combustibles fósiles, depósitos de gas). Somos tan intrépidos de retar al planeta y decirle voy a apropiarme de tus reservas”.
“Soy pesimista porque he leído sobre esto y estoy realmente preocupado, pero por naturaleza soy positivo”, dice sobre el contenido apocalíptico de sus obras, trabajadas en Berlín aunque físicamente muchas de ellas han sido tomadas en Asturias. Sobre el eje central de las imágenes, reflexiona que “en el momento en el que una idea se convierte en realidad, esa idea se va transformando. Es la esencia del arte. Pero la idea inicial sí que era ésta, era que el agua se ha ido y esto es lo que dejado: destrucción”.
No obstante, “muchas veces no eres dueño de lo que haces. Vas componiendo e interactuando, no digo que como un pintor, porque un pintor suele seguir una composición inicial, pero con fotografías tienes la capacidad de interactuar de forma muy rápida entre varias imágenes”, sigue comentando el artista, quien trabaja entre lo analógico y lo digital.
No me siento dueño de lo que significa mi obra, aunque haya una idea que lo marca todo
Añade Pablo Genovés que “lo bueno de hacer obras físicas de arte es que, en realidad, en el momento en que están colgadas trascienden al que la ve. No me siento dueño de lo que significan, aunque haya una idea que lo marca todo. Porque no estoy sólo preocupado por el cambio climático, también por hacerme viejo, por ver que mis padres se hacen viejos, por el paso de la vida,… hay muchas cosas que interactúan cuando tú estás diciendo sí o no a las imágenes, que es un poco lo que es ser artista. Ser artista es tomar decisiones. Cada diez minutos tiene que decidir en el acto respecto a la obra”.
“Yo me pongo muy tenso. Los momentos en los que tomo decisiones tengo que estar muy concentrado, me da bastante ansia.-explica- Es un proceso tormentoso con respecto a un camino que no sabes cuál es. Dices sí o no a cosas según intuiciones, aunque después puedes hacer una composición de lugar en el lenguaje. Estoy seguro de que la realidad en todos los artistas es que primero surge la obra”.
Pablo Genovés considera, además, que “lo bonito de la relación del artista con el espectador es que éste también es artista cuando ve; hay interacción, comunicación. Por eso creo que el arte no morirá, porque el hombre tiene la necesidad de comunicar sensaciones e ideas que van más allá del lenguaje. Hay un poco una tiranía del lenguaje hacia lo visual, pero yo estoy en el grupo de los visuales. Creo que la obra de arte hay que verla en silencio, no hay que ir con ideas preconcebidas”.
Igualmente, el artista sostiene que “la sensación de ver una obra plástica trasciende las palabras. Y eso no puede desaparecer porque el ser humano lo necesita, desde que estaba en las cavernas. Necesita sentir a los dioses y explicar lo inexplicable que es la vida. A pesar del raciocinio y la ciencia, permanece esa contradicción humana entre lo que es estar vivo y estar muerto, que al fin y al cabo es esto”, dice señalando a sus imágenes de devastación. “Estar vivo o estar muerto”.
La galería Art Nueve ha acompañado las imágenes del artista con un texto titulado El umbral de la intemperie, de la experta y comisaria de arte Isabel Durante. Expuesta en toda España, la obra de Pablo Genovés ha sido además presentada en Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica, Chile, Brasil, Filipinas, Korea y EE UU. Sus fotografías forman parte de colecciones públicas y privadas tanto españolas como internacionales.