Más de 1,3 millones de habitantes de la Región, el 85 % de la población, estuvieron expuestos a la polución
MURCIA. En sólo un mes y diez días, el tiempo que transcurrió entre que se decretó el estado de alarma y el día 24 de abril, la ciudad de Murcia vio cómo el ambiente se despejó de contaminación de una manera increíble. Y es sólo una pequeña muestra de los efectos de la polución.
Pero es que 1,3 millones de habitantes de la Región de Murcia o lo que es lo mismo ocho de cada diez o un 85% del total respiraron aire contaminado durante el año pasado, lo que supone además que tres cuartos del territorio estuvieron expuestos a niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así consta en el informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción, que indica que la contaminación atmosférica se mantuvo estable, con una reducción general de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico pero ascensos de los de partículas (PM10 y PM2,5) y dióxido de azufre (SO2), como recoge la agencia Efe.
La contaminación generada desde las ciudades de Murcia y Cartagena y la zona industrial del Valle de Escombreras se extiende por el territorio afectando a las zonas rurales en forma de ozono.
El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación establecido por la Unión Europea. De acuerdo a esos niveles, el aire contaminado afectó en 2019 al 85 por ciento de la población de la Región de Murcia y al tercio más litoral del territorio, por la caída de los niveles de ozono en el norte de la comunidad.
Si se toman los estándares de la normativa, más laxos que las recomendaciones de la OMS, la población que respiró aire contaminado por encima de los límites legales fue de casi 600.000 habitantes en la aglomeración de la ciudad de Murcia.
Además, la superficie expuesta a niveles de contaminación que exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales alcanzó 8.700 kilómetros cuadrados, tres cuartas partes del territorio murciano, excluido sólo el litoral.
Las bajas precipitaciones y la estabilidad atmosférica de los primeros meses de 2019 activaron los episodios de contaminación Y El ozono es el contaminante que AFECTÓ A una mayor extensión DE TERRITORIO
Las bajas precipitaciones y la estabilidad atmosférica de los primeros meses del año 2019 activaron los episodios de contaminación. El otoño en cambio ha resultado inestable y húmedo, con predominio de tipos de tiempo ciclónicos que han favorecido la dispersión y deposición de los contaminantes típicamente invernales (NO2 y partículas).
El ozono es el contaminante que presentó un año más una mayor extensión y afección a la población, con unos niveles que se mantienen estacionarios, con alzas y bajas según territorios. Esto se debe al incremento de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor) durante el verano, como resultado del cambio climático.
Durante 2019, casi toda la población y el territorio murcianos han seguido expuestos a concentraciones de ozono peligrosas para la salud humana y vegetal, especialmente en las zonas rurales a sotavento de Cartagena y Murcia.
Respecto a las partículas (PM10 y PM2,5), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2) en el aire también afectaron al 85 % de la población, con especial incidencia en Murcia, Cartagena y el Valle de Escombreras, aunque dentro de los límites legales, así como en el puerto de Escombreras (partículas PM10 y SO2), donde en 2019 se incumplió el límite legal diario de partículas PM10.
Las partículas aumentaron ligeramente sobre el año anterior, en buena medida por el episodio de contaminación de la segunda quincena de febrero.
Para Ecologistas en Acción, el Plan de Mejora de la Calidad del Aire de la Región de Murcia, aprobado en 2015, no ha tenido resultados prácticos en relación a la reducción del ozono troposférico, por lo que el Gobierno regional ha elaborado un borrador de un nuevo plan orientado a mitigar este problema.
La única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando el transporte público, la bicicleta y el tránsito peatonal, según la organización ecologista.
Esta organización también apuesta por promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de carbón, penalizar los vehículos diésel, reducir el uso del avión y declarar un área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Mar Mediterráneo.