MURCIA. Un mes y diez días han bastado para que el ambiente en la ciudad de Murcia recupere transparencia y el aire se haga respirable. Y es que la caída de la contaminación hasta la mitad debido a la reducción del tráfico y el parón de la actividad ha hecho que las emisiones de dióxido de nitrógeno se redujeran más de un 40% en el municipio, y las de partículas PM-10 un 45% en momentos puntuales, según las estaciones medidoras.
La disminución de ambos contaminantes, muy asociados al tráfico rodado y con efectos adversos sobre la salud de la población, se debe al descenso de la movilidad fruto de la declaración del estado de alarma decretado para hacer frente a la crisis sanitaria provocada por la expansión de la COVID-19.
En el último mes y medio la Región de Murcia, todos los parámetros han mostrado un descenso generalizado, correspondiéndose con un índice de calidad del aire "de bueno a muy bueno en todos los municipios".
Un informe, elaborado por Ecologistas en Acción, que analizaba los datos oficiales de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidos en 125 estaciones de medición, repartidas entre 24 ciudades del Estado español, entre las que se encuentra Murcia, destacaba el desplome de los parámetros contaminantes si se comparan los datos del mes de marzo de 2020 y de los diez años anteriores.
En cuanto a la ciudad de Murcia, el valor medio de NO2 de la red urbana entre el 13 de marzo y mediados de abril fue de 17 microgramos por metro cúbico (mg/m3), mientras el valor equivalente para el período 2010-2019 fue de 31 mg/m3, lo que supone una reducción del 47%.
Una vez se salga de esta "dura" crisis, del confinamiento y las limitaciones a la circulación de las personas, esta constatación "debería marcar las políticas de movilidad urbana, implantando zonas de bajas emisiones ambiciosas, recuperando el transporte público y potenciando la bicicleta y el tránsito peatonal, como medios de transporte alternativos al vehículo privado", explica el coordinador de Ecologistas en Murcia, Pedro Luengo.