TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

No es Asdrúbal, es Cartagena la que se la juega

9/01/2021 - 

CARTAGENA. Desde hace un año, el triunvirato cartagenero -popularmente conocido como La Trinca-, da pasos para construir viviendas en la ladera oeste del cerro del Molinete, una de las cinco colinas que configuran la ciudad de Cartagena desde la antigüedad.

No es infrecuente que en la literatura arqueológica se denomine este cerro como Arx Asdrubalis por referencia a Polibio, que ubicó allí el Palacio del general cartaginés Asdrúbal Barca, como nos introduce José Miguel Noguera en una de sus obras.

Se trata del arqueólogo cuyo equipo excava desde hace más de una década el cerro y su entorno, y que siempre contextualizó sus trabajos con la referencia a este Palacio, hasta que dejó de hacerlo.

Y debe ser casualidad, pero así sucedió a partir de 2015, cuando Iván Negueruela, a la sazón director del ARQVA, vio publicada por la Real Academia de la Historia su teoría sobre la ubicación de los restos del Palacio de Asdrúbal en este cerro.

La negativa a construir en el cerro es una constante de la sociedad civil cartagenera desde 2004, cuando Barreiro comenzó a `intentarlo´, y en 2020 ha tomado forma bajo el lema `El Molinete no se vende´, o el más canalla `No a la prostitución del Molinete´.

Desde MC hemos solicitado la protección del cerro y su entorno como zona arqueológica, algo que está pendiente de resolver por el Gobierno regional y que no frena el ansia especuladora de Arroyo y Castejón, que ven en ella un futuro de progreso y ladrillo.

Desde un diario nacional (El País) se interesaron por el asunto en diciembre de 2020 bajo el título 'Se venden pisos sobre el Palacio de Asdrúbal' y ese mismo día, 7 de diciembre (a las 10.16) escribí a Iván Negueruela "ahora vendrá el efecto rebote y buscarán desacreditarte”"

Y no me equivocaba, por evidente, ya que el cainismo habita en quienes han preferido ocupar un puesto a ocupar su lugar y servir a Cartagena o la arqueología. Eso sí, no todos los rebotes son iguales.

Hay desde ´ataques de cuernos´ como el protagonizado en variados ámbitos, por el equipo que hormigonó gran parte del cerro y utilizó maquinaria pesada para lanzar sobre los restos escombros (hasta 2012 se siguió una investigación judicial por estos y otros sucesos fortuitos); a gritos de ignorancia como el de Ana Belén ´Jones´ Castejón, que desde su atrevimiento grita que "no existe"; o excusas a la carta como la del Ilustre Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Región de Murcia.

A estos últimos me referiré, a los que la no búsqueda del Palacio de Asdrúbal ha nublado el criterio de tal manera que han mutado en pájaros disparando a escopetas. Sólo así se explica que, en defensa del buen nombre de la Arqueología, el Decano del Colegio antes citado reclame conservar en sótanos inconexos los restos y edificar las laderas de los cerros históricos, como ampara el Plan Especial de Ordenación y Protección del Casco Histórico de Cartagena (PEOPCH) aprobado en 2006.

¿Se acuerdan del arqueólogo Sr. Noguera? Pues era Director General de Bienes Culturales, designado por el PP, cuando se aprobó el PEOPCH, ese que sirve para esconder los restos y los protege muchísimo, tanto que desaparecen tras unas fachadas preciosas o no, decoradas eso sí con su cableado. Ya saben el `fachadismo´ y `electricismo´ del PP de Barreiro.

¿Y saben qué? Que todo hace indicar que es él o alguien de su equipo quien redactó el comunicado colegial. Así que lo suyo sí que es digno de cotejo.

¿Por qué no les hablo de Negueruela y Asdrúbal? Porque no soy arqueólogo, no tengo que defender al único Director de Museo Nacional que hay en Cartagena y porque la cuestión, para mí, es de modelo de ciudad.

No es Asdrúbal, es Cartagena la que se la juega. Necesitamos un modelo que conjugue espacios libres y patrimonio, que recupere la trama urbana y que consiga construir en los 100 solares que son heridas abiertas en su casco histórico, por las que se ha ido la vida de éste. Basta de especulación.

El suelo municipal debe servir para mejorar la calidad de vida de los cartageneros y hacer más grata la estancia a los visitantes. Si se hace bien, fíjense los resultados, y valga como ejemplo Asdrúbal al que debió gustar el lugar si construyó aquí un Palacio, ¿no?

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