CARTAGENA. El Hesperides arribó a la dársena de Cartagena en la mañana de este miércoles. En esta ocasión no hubo ni besos ni abrazos ni lágrimas ni carreras para recibir a la dotación que ha permanecido durante 161 días a bordo del buque de investigación para llevar a cabo la vigésimo quinta expedición ártica.
Las medidas del estado de alarma no permitían congregar a familiares y amigos en este momento, por lo que todo se festejó en la más estricta intimidad de cada uno de los marineros y oficiales que llegaban a la ciudad portuaria tras una larga travesía en la que el mundo ha dado un giro inesperado mientras ellos completaban su misión en la Antártida.
El Hespérides ha logrado finalizar el programa polar al completo. El pasado 12 de marzo, durante su tránsito hacia la Antártida para el cierre de las bases antárticas españolas, y a la vista de la pandemia, se ordenó al buque proceder a dicho cierre con la mayor celeridad posible y evacuar tan pronto como fuese posible de regreso a territorio nacional a las 37 personas que todavía se encontraban en dichas bases.
El buque inició su comisión con destino Montevideo (Uruguay), donde arribó el día 4 de diciembre. Allí, además de realizar carga logística de víveres, combustible y material científico en colaboración con el programa polar uruguayo, tuvo lugar la participación vía videoconferencia en el evento COP 25 sobre el cambio climático.
A continuación navegó hasta el puerto de Punta Arenas (Chile), llegando el 13 de diciembre. Allí entregó las donaciones (más de tres toneladas de comida, juguetes, ropa y material de higiene diverso) recolectadas para el proyecto solidario Hogar Miraflores. También embarcaron los primeros 35 técnicos de la UTM (Unidad de Tecnología Marina del CSIC) y personal del Ejército de Tierra, que abrirían las bases antárticas Juan Carlos I en isla Livingston y Gabriel de Castilla en isla Decepción.
Durante el primero de los ocho cruces del Mar de Hoces de esta campaña, el BIO Hespérides participó en el dispositivo de búsqueda de restos del C-130 Hércules siniestrado el 9 de diciembre en esas aguas (Operación Paso Drake, de la Fuerza Aérea de Chile). Tras completar la apertura de las bases antárticas españolas, navegó en demanda del puerto de Ushuaia (Argentina).
A lo largo del mes de enero, el buque pasó 32 días de mar ininterrumpidos en aguas antárticas realizando las actividades del proyecto TASMANDRAKE-POWELL del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC). Este proyecto estudia los principales eventos tectónicos y oceanográficos que influyeron en el desarrollo de la Corriente Circumpolar Antártica y su relación con la evolución paleoclimática y del casquete de hielos.
Tras relevar a los investigadores y técnicos en Ushuaia, durante el mes de febrero el proyecto principal que se realizó a bordo fue BRAVOSEIS de la Universidad de Granada, consistente en el estudio sismológico de los volcanes submarinos del Estrecho de Bransfield.
No obstante, éste no fue el único proyecto que se ha desarrollado en esos 28 días de mar, simultaneándose con otros cinco más. Además del ya mencionado POWELL, trabajaron en el buque los investigadores de ANTECO (investigación taxonómica y evaluación multi-escala de la procedencia, distribución y potencial de expansión de colémbolos invasores en la Antártida) de las Universidades Autónoma de Madrid y Rey Juan Carlos; GEO2-OCEAN (estudio de las especificidades geodinámicas de la Península Byers con respecto a isla Livingston y otras islas adyacentes del archipiélago de las Shetlands del Sur) de la Universidad de Cádiz; GALILEO-IHM 5 (validación de la señal recibida de los satélites de la constelación de Galileo en altas latitudes) de la Dirección General de Armamento y Material –DGAM- y el Instituto Hidrográfico de la Marina –IHM-; TARDÏGRADOS (un estudio sobre tardígrados, en su cuarto año de trabajos en la Antártida) de la Universidad Tecnológica de Bolívar, Colombia; y ANTARPLAST (estudio de medición de abundancia y distribución de microplásticos en la península antártica) del Programa Polar Uruguayo. Durante este periodo el buque alcanzó la latitud más meridional de la campaña: 64º Sur.
Tras una breve escala técnica en Ushuaia, hacia el norte en demanda primero de Santos (Brasil), y finalmente de Montevideo (Uruguay), donde únicamente los 37 pasajeros pudieron desembarcar para ser repatriados coincidiendo con un vuelo especial de Iberia gestionado desde el Ministerio de Asuntos Exteriores. A continuación, el buque inició su tránsito de regreso a puerto base, en Cartagena.