En el UCAM CB ven muy complicada la continuidad de su jugador franquicia, un Askia Booker que ha liderado al equipo en anotación y valoración durante las dos últimas temporadas, y el director general del club tiene deberes extra este verano para confeccionar la plantilla
MURCIA. Base extranjero con calidad individual, que combina dirección y anotación y que es top en la Liga Endesa. Es el perfil de jugador que ha buscado y encontrado el UCAM Murcia Club Baloncesto durante las últimas temporadas y todo apunta a que, tras las contrataciones de Raulzinho Neto, Facundo Campazzo, Clevin Hannah y Askia Booker a Alejandro Gómez, director general de la entidad y responsable de los fichajes, le tocará volver a sacarse otro conejo de la chistera ya que Booker, salvo giro inesperado, no continuará en la plantilla.
Ya resultó extraño que el base californiano renovase el pasado verano tras haber completado una buena temporada -sobresaliente en la segunda vuelta de la competición- y de cara a la siguiente no se cuenta con su concurso y no porque su rendimiento haya bajado, más bien al contrario, sino porque precisamente sus prestaciones le proyectan hacia un club con más altas miras en la ACB o en Europa. En el UCAM CB lo asumen y, después de haber disfrutado de Askia, se piensa dar un giro de timón con otro base seguramente de características diferentes.
Así se ha dejado caer por parte de la entidad universitaria, en la que sólo otro jugador de la plantilla e igualmente base, el brasileño Rafa Luz, tiene contrato garantizado para el curso 2020/2021.
El UCAM CB ha depositado su confianza desde hace seis años en un director de juego-ejecutor como piedra angular del proyecto y Sito Alonso, entrenador del equipo y que continuará también la campaña que viene, está pendiente de saber quién es en esta ocasión su jugador franquicia, ese que asuma la mayor cuota de responsabilidad dentro de un bloque que continuará compitiendo en la máxima categoría del baloncesto español.
Booker, Hannah y Campazzo se ajustaron a ese rol y, de hecho, los tres lideraron al equipo en puntos y en valoración, mientras que Neto, más joven que ellos, se quedó a mitad de camino pues ofreció destellos de su indudable clase pero le faltó regularidad, algo lógico en un chaval que entonces tenía 22 años.
Precisamente el de Belo Horizonte, fichado en el verano de 2014 y que permaneció una campaña en el club, promedió 8,9 puntos y 9 de valoración en sus 34 partidos como grana. Llegó con apenas 22 años desde el Lagun Aro Gipuzkoa Basket, club que le trajo a España, y después de una campaña en la capital del Segura se convirtió en el primer jugador de la historia del club que desde aquí se marchaba a la NBA estadounidense al fichar por Utah Jazz. Desde el pasado año está en Philadelphia 76ers.
Un argentino le tomó el relevo a un brasileño y Campazzo se integró en el UCAM CB cedido por el Real Madrid cuando tenía 24 años. El menudo jugador de Córdoba estuvo dos campañas en Murcia y pronto se convirtió en el ídolo de la afición. 12,6 puntos y 15,5 de valoración en 37 partidos en el ejercicio 2015/2016 y 14,1 y 15,6 en 31 encuentros en el 2016/2017 contribuyeron a ello y a que regresara muy mejorado al cuadro blanco hasta el punto de ser un referente en el vigente campeón de la Liga y de la Copa del Rey.
La marcha del Facu en 2017 dio lugar a la llegada de Hannah, quien a sus 29 años de entonces tenía la papeleta de hacer olvidar a Campazzo y ofreció un muy buen nivel. Procedía del Dominion Bilbao Basket y en Murcia promedió 12,8 puntos y 13,8 de valoración en 32 partidos. Tras un año, se marchó al Herbalife Gran Canaria y esta temporada el jugador de Rochester está en el MoraBanc Andorra.
Otro estadounidense como Booker llegó al irse Hannah y de estos jugadores ha sido el más activo en ataque. En la Liga 2018/2019 aportó 15 puntos y 11,2 de valoración de media en 33 partidos y en la 2019/2020 marcada por el coronavirus ha llegado a los 21,2 tantos y a los 16,1 de valoración en 19 choques disputados.
El de Los Ángeles recaló en Murcia con 24 años procedente del Real Betis Energía Plus, con el que debutó en la Liga Endesa. Con su juego anárquico pero eficaz al fin y al cabo ha sido el máximo anotador y el jugador más valorado de la plantilla en estas dos temporadas en las que el equipo se ha asomado al abismo del descenso evitándolo en ambos casos.
Precisamente ese hecho de verse abocado a pelear por la permanencia justo después de haber competido tres años seguidos en Europa llevan al club a valorar un cambio sustancial a la hora de fichar y seguramente apueste más por el bloque que por las individualidades. No obstante, sin duda que un jugador referencia debe haber y a Alejandro Gómez le corresponde esa tarea. De sus movimientos dependerá en gran medida lo que sea del UCAM CB 2020/2021.