MURCIA. La parsimonia de López Miras mientras seguimos acumulando más de mil contagios diarios y los hospitales se colapsan es digna de un emperador. En concreto de aquel emperador que según la leyenda tocaba impasible la lira mientras Roma ardía. Si Nerón contemplaba el incendio desde la torre de Mecenas en la colina de Esquilino, el presidente regional bien podría estar oteando el desastre a 30 metros de altura, desde la piscina en voladizo de un famoso casino. Ellos sí que están abiertos sin restricciones.
"el presidente sigue tocando la lira desde su atalaya de San Esteban mientras todo arde y aquí abajo estamos cada vez más quemados"
La cantinela que siempre repite López Miras ya empieza a resultar cansina. No puedo hacer nada sin el gobierno central tralará tralará… Da igual cuando usted lea esto y el problema del que estemos hablando: Mar Menor, inundaciones o crisis sanitaria. Ahora la excusa es que Madrid no nos deja aplicar un confinamiento más estricto. La realidad es que el miércoles la Región de Murcia no llevó ninguna propuesta en ese sentido al Consejo Interterritorial de Salud, el órgano donde se reúnen todas las Comunidades Autónomas con el Ministerio de Sanidad para coordinar nuevas medidas.
El jueves sí que se lo dijo el presidente a Ana Rosa en Tele 5. El máximo responsable sanitario de la Región para la pandemia, el epidemiólogo Jaime Pérez, dice en cambio tres días después que lo del confinamiento es como escribir la carta a los Reyes Magos. Y esto no se ha acabado. Continuará…y nos enteraremos por la tele. Así vivimos los murcianos. Más pendientes de Ana Rosa y Susanna Griso que del BORM para saber qué van a hacer con nosotros. Los platós de la tele han sustituido a la rendición de cuentas en los órganos democráticos y la lucha por el titular del día a cualquier planificación a medio plazo.
Lo cierto es que a falta de confinamiento el presidente podría adoptar medidas más estrictas y el cierre de toda actividad no esencial. Es algo que reclaman los sanitarios y que ya han tomado otras comunidades: acelerar la vacunación, exigir a la Croem que los empresarios apliquen el teletrabajo, pasar la enseñanza a online al menos dos semanas como piden las AMPA, cerrar salas de juego y centros comerciales… Nada de nada. Con más de 1.000 casos diarios desde hace 10 días y con las UCI al 90%, el presidente sigue tocando la lira desde su atalaya de San Esteban mientras todo arde y aquí abajo estamos cada vez más quemados.
Indigna especialmente la barra libre al juego. Decían de Nerón que era un fanático de las carreras de caballos. Lo mismo le sucede a López Miras con las tragaperras. Cientos de hosteleros no entienden por qué sus establecimientos están cerrados, mientras se permite el pleno funcionamiento de salones de apuestas, locales sin ventilación ni ventanas. Claro que se entienden las restricciones, pero no por qué afectan a unos sí y a otros no.
Volveremos a repetirlo hasta que nos escuchen o hasta que la realidad se imponga. ¡Hay que cerrar toda actividad no esencial dos semanas! Es una medida dura pero no deja de ser un mal menor. La alternativa es pasar varios meses con el agua al cuello, mientras nuestra gente muere en el pasillo de un hospital o en una residencia. En esta hora crítica necesitamos un presidente que actúe y se deje de tirar balones fuera. Para eso gana algo más de 74.000 'sestercios' al año, después de volver a subirse el sueldo este año en plena pandemia. Y si no sabe o no quiere que coja su lira se vaya. En los momentos más duros es cuando se demuestra la grandeza de un dirigente y López Miras ya ha demostrado suficiente. Con la que está cayendo no podemos permitirnos a un Nerón en San Esteban.