MURCIA. No es sencillo participar en un fenómeno de la talla de Operación Triunfo y salir victoriosa. Natalia Lacunza (Pamplona, 1999) lo ha logrado a base de trabajo, de esfuerzo y de poco a poco ir encontrando la calma en esta vorágine que es la industria musical. Pasar del anonimato a ser un rostro conocido del mayor fenómeno musical de la televisión en España es un cambio muy brusco que ahora, cuatro años después, logra ver con distancia. Se percibe calma en su voz, felicidad con su trabajo, y, además, admite que tiene ganas de ver la nueva edición del programa que le permitió empezar una carrera musical.
Pregunta. ¿Cómo está? Es un reclamo en muchos festivales últimamente.
Respuesta. No sé por qué la verdad. Estoy muy contenta con los festivales en los que voy a actuar este año. Tengo muchas ganas y estoy muy emocionada, y un poco nerviosa, por la actuación de este sábado. Hace mucho que no toco en un festival, pero muy contenta. Va a ser muy intenso. Este sábado va a ser un poco el pistoletazo de salida, aunque llevamos tanto tiempo tocando que se difuminan los años entre sí. Creo que este verano va a ser muy divertido y lo vamos a pasar muy bien.
P. Me decía que hace tiempo que no toca en un festival. ¿Qué diferencias hay respecto a una gira en solitario?
R. Cambia a nivel de producción y experiencia laboral. Son como dos conceptos diferentes. La gira de salas tiene como punto a favor que es solo tu concierto, tienes todo el tiempo del mundo para hacer las pruebas de sonido y comprobar que todo está bien. En un festival es todo más caótico, con más prisas, pero al mismo tiempo es muy divertido porque ves a mucha gente de la música, ves a muchos grupos, lo pasas genial y escuchas un montón de música. Las dos cosas tienen su magia. En la gira de salas es todo más íntimo, más privado, los festivales tienen un público más amplio. Son dos experiencias diferentes pero las dos muy buenas.
P. ¿Es más complicado lograr la atención del público? Por aquello de que hay varios escenarios, la gente entrando, saliendo, moviéndose por el recinto…
R. Creo que todos los que actuamos en festivales estamos acostumbrados a hacer nuestro trabajo, pase lo que pase. Es verdad que hay veces que, por estas cosas que mencionas, a la gente le cuesta más llegar, o mucha gente no llega y se lo pierde…Cosas así. Al final, hay que sacar lo bueno de todo y creo que va a estar muy bien el festival este fin de semana.
P. Han pasado cuatro años desde que terminó su edición de Operación Triunfo. ¿Cómo ha vivido todo este proceso? He leído que ha llegado a dudar de ti misma. Algo que le puede chocar a mucha gente porque, de su edición, es una de las artistas que ha tenido una carrera hasta ahora muy consolidada.
R. Más que nada es un poco el 'síndrome del impostor'. Salir a una exposición tan grande de golpe, sin que suceda de manera progresiva, sin tener ningún tipo de background antes de OT, es difícil de gestionar a nivel personal. Sientes que debes un poco todo lo que no has podido demostrar. De repente tienes a mucha gente que te escucha y sientes que te lo han regalado, aunque en realidad hay un trabajo detrás muy heavy. Siempre tienes un poco el yugo de '¿seré sufienciente?'. Ahora ya estoy más tranquila, confío más en mí y en mi trabajo. Creo que las cosas que se hacen de corazón están genial hechas. Siento que estoy entrenando todo esto tanto que estoy mejorando bastante, progresivamente. Estoy muy contenta a nivel general con mi trabajo.
P. Por cierto, ha salido esta semana que vuelve Operación Triunfo a final de año. ¿Le remueve algo por dentro?
R. Para mí es muy divertido. Ahora ya puedo decir que he estado ahí, lo voy a ver pensando que ya sé lo que es. Me va a hacer mucha gracia.
P. ¿Pudo seguir la edición posterior a la suya?
R. Justo esa estaba en pleno auge de trabajo y no lo vi mucho. Además, lo tenía tan reciente que no me salía verlo. Ahora que ya estoy bastante distanciada, que ya ha pasado bastante tiempo, me apetece verlo.
P. ¿Cómo es esa salida al mundo profesional? Pasados estos cuatro años, ¿ha sido muy duro?
R. De la experiencia dentro de OT tengo un recuerdo increíble. No la recuerdo como dura, todo lo contrario. Muy guay, muy satisfactoria. Lo que ha sido más raro es asimilar toda la responsabilidad que de repente tienes con tu carrera, contigo misma y tu futuro. De repente tienes muchísimos estímulos alrededor. Es fácil distraerse. En estos años he hecho muchos progresos en concentrarme en el trabajo, intentando trabajar psicológicamente todas las cosas que he vivido, que me han podido chocar y que me han hecho sentir rara de alguna forma.
P. Cuando tiene que montar su proyecto musical le han dejado hacer lo que ha querido. ¿Esto da vértigo aunque artísticamente sea lo que todo el mundo quiere, ser libre de crear lo que quiera?
R. El vértigo está ahí. Si haces lo que te apetece y te gusta, siempre hay ese punto de que no tiene que gustarle a todo el mundo. Hacer música tiene sentido cuando la haces como quieres. Esa es la base sobre la que me rijo. Da vértigo porque no tienes la garantía de que vaya a ser un éxito. Por otro lado, tienes la garantía de que es tuyo. Entonces, muchas veces van de la mano el miedo y la adrenalina.
P. En este sentido me comentaba Jorge Ruiz, de Maldita Nerea, que cuando empieza su carrera, se fue dando cuenta de que la discográfica lo que hace es darte un soporte para publicar tu trabajo, pero que eres tú el que tiene que lanzar su carrera.
R. Tu identidad como artista, tu proyecto, como lo quieres contar a nivel visual, musical, narrativo depende de ti. Tú creas un proyecto y tienes que pensar en todas las partes del proyecto. Eso creo que está guay. Al final va a ser muy tuyo. Siempre hay gente opinando y aportando ideas, pero si no tienes una dirección de a dónde quieres ir, va a ser más difícil. Creo que el artista debe tener muy claro que es lo que quiere proyectar y dar al público.
P. En las distintas entrevistas que realizó por el lanzamiento de su último disco, decía que era muy autobiográfico, quizá demasiado. ¿Eso por momentos a la hora de componer le dolía?
R. Para mí componer significa desahogar y limpiar por dentro. Creo que lo hago inconscientemente. Cuando escribo lo hago sobre cosas que me preocupan, me duelen o me planteo simplemente. Escribo desde mi propia percepción de la realidad. Al final es mi manera de hacerlo. Aunque a veces me de miedo a la hora de exponerme, es mi forma de expresarme y tengo que convivir con ello (ríe).
P. En los créditos de muchas canciones, aparece la colaboración entre varios artistas. ¿Cómo es ese proceso de componer sobre una experiencia propia?
R. La composición son muchas cosas. No es solo la letra y la melodía. Toda la música, los arreglos, la producción musical…Entonces en los créditos siempre aparece todo el mundo que ha estado involucrado en todo el proceso. Yo trabajo con Pau Riutort, que es mi productor, hemos colaborado con otras personas en el disco que han aportado pianos, ideas de melodías…Yo tengo muy claro lo que quiero contar, pero es un trabajo conjunto de todos.
P. ¿Le ha sorprendido la industria musical en algún sentido?
R. Cada vez tengo más claro que somos gente absolutamente normal, igual de pringados (ríe). Me da igual si nos dedicamos a la música, a la fisioterapia… (ríe). Antes creo que tenía más idealizado el mundo musical, conocer a gente 'famosa'. En base a todo lo que me ha pasado he desmitificado mucho todo eso. Todo está hecho de gente normal, aunque a veces haya como una percepción más extraña de la gente conocida. Todos somos iguales. Es algo que he confirmado mucho con los años.
P. Tengo la sensación de que hace unos años las discográficas se preocupaban más de 'crear' productos que llegara a un gran público y ahora, con todos los canales de comunicación disponibles, se ha normalizado todo más.
Totalmente. La imagen creada de artista que había antes no es para nada la de ahora. Porque vivimos en la era de internet y eso nos hace todo más accesible. Eso nos incluye a nosotros mismos como personas. Tenemos otro lenguaje, otra forma de interaccionar con el público y en general de hacer un proyecto. Antes necesitabas a la radio para apoyarte, a la discográfica para que te sacara en medios. Ahora es más fácil llegar a un punto de llamar la atención de la gente sin pasar por una discográfica. Aunque en realidad, la función de la discográfica sigue siendo la misma, seguir buscando proyectos musicales y construirlos.
P. ¿Cómo es su relación la fama? Tiene más de un millón seiscientos mil oyentes en Spotify. Decía que quería diferenciar entre el personaje y la persona, aunque es muy complicado.
R. Sí, básicamente es un poco eso. Lo que intento es mantenerme un poco en las nubes. No terminar de asimilar lo que me está pasando (ríe). Es un poco lo que creo que hago. Mi mecanismo es el bloqueo (ríe). Poco a poco me voy naturalizando más e intento vivir mi vida tranquilamente. No lo noto excesivamente. Cuando me pasa algo ya estoy acostumbrada (ríe).
P. La necesidad de estar en redes sociales, ¿crea algo de ansiedad?
R. Yo soy bastante activa en redes sociales y lo tengo bastante asimilado. Es algo que intento no tomarme muy a pecho, pero sí mantener una cierta cotidianidad. Es la forma que tenemos de que el fan, o la persona que nos escucha, se sienta cerca y así cuidamos esa relación. Yo lo entiendo de esa manera. He conseguido encajarlo en un sitio bastante bueno (ríe).
P. Ha dicho en alguna entrevista que te encanta la Región de Murcia. ¿Qué tiene con esta zona?
Murcia fue mi primer concierto de mi primera gira. Le tengo mucho cariño. He comido muchas marineras, he estado en muchas playas. Es un sitio muy especial y tengo ganas de volver este fin de semana.