rosa intenso / OPINIÓN

Nada que celebrar

11/06/2021 - 

MURCIA. El pasado miércoles celebramos el día de la Región, en realidad celebramos que hace 39 años se aprobó nuestro Estatuto de Autonomía y poco más. Según todas las investigaciones al respecto no parece que, en general, los que vivimos en esta región tengamos un sentimiento autonomista muy definido, por lo tanto para miles de ciudadanos el nueve de junio es un día festivo que aprovechan lo mejor que pueden mientras las autoridades celebran un importante acto institucional.

Este año, en paralelo al acto institucional, miles de personas se han manifestado en Murcia en cinco grandes Marchas por la Dignidad. Y es que en nuestra comunidad cada vez quedan menos cosas que sean motivo de celebración para todos.

"Tenemos la tremenda responsabilidad política y moral de hacer de esta Región un lugar de bienestar para todos"

Una comunidad con una tasa de fracaso y abandono escolar como la nuestra no augura un futuro de bienestar; al contrario, nuestro actual déficit en educación, formación y cualificación profesional incrementará en los próximos años la exclusión social y de no corregirlo no será nuestra región el mejor lugar para que nuestros jóvenes proyecten su futuro.

Una comunidad con una Ley de Servicios Sociales, arcaica, obsoleta, que no recoge ninguno de los llamados nuevos derechos o derechos subjetivos que los ciudadanos disfrutan en otras comunidades, no parece el mejor lugar para las familias que puedan necesitar ayuda a domicilio, una plaza de residencia, un centro de día o para personas con pobreza energética, con empleos precarios, salarios mínimos o sencillamente parados.

Una comunidad con un déficit de transparencia tan importante que obliga a ir a los tribunales a los familiares de los ancianos que murieron en residencias durante la pandemia sencillamente para saber qué ocurrió, cómo fueron atendidos sus mayores, cómo murieron… Empieza a estar muy cerca de la opacidad y la corrupción moral. Y no parece una región para viejos.

Una comunidad con un machismo estructural que nos sitúa como la primera región de España en denuncias por violencia de género, en brecha salarial entre hombres y mujeres y en violencia entre menores de edad no parece la mejor tierra del mundo para los mansos de corazón.

Nuestro Estatuto nos da la capacidad de gestionar nuestra región, nos hace responsables de nuestro presente y de nuestro futuro. Tenemos la tremenda responsabilidad política y moral de hacer de esta Región un lugar de bienestar para todos.

Llevamos mucho tiempo instalados en el Día de la Marmota. El Gobierno regional tiene que abandonar el confortable victimismo en el que está atrincherado y liderar los importantes cambios estructurales que nuestra región necesita, es el momento de aprovechar los 140 millones que el Gobierno de España envía a la región para superar los importantes déficits que esta región arrastra y generar un futuro de oportunidades.

Posiblemente entonces, en esta tierra que amamos tendremos motivos para celebrar todos el día de la Región pero hoy por hoy, lamentablemente, muchos se preguntan: ¿Qué hay que celebrar?

Rosa Peñalver Pérez. 

Docente. Jubilada.

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