MURCIA. Nuevo impulso a la prevención de incendios en la Región con una actuación que también potenciará la respuesta ante emergencias en áreas naturales de alto valor ecológico. La iniciativa se centra en las pedanías altas de Lorca como Avilés, Zarzadilla de Totana y Zarcilla de Ramos, así como en diversas sierras de Totana y Mazarrón.
Su ejecución incluye crear un nuevo punto de vigilancia en el monte 73 Sierra de Pedro Ponce y Ciller (Lorca), fundamental para la detección temprana de incendios; y construir un muro de contención en la Sierra del Algarrobo (Mazarrón) que estabilizará un deslizamiento que afectaba a un camino principal.
Además, se llevarán a cabo tratamientos selvícolas en 25 hectáreas de los montes Los Abadíes (Lorca) y Sierra y Llano de las Cabras (Totana) con clareos y podas para reducir la acumulación de combustible forestal. También se van a realizar mejoras en más de 40 kilómetros de pistas forestales con actuaciones de refino y compactación, drenajes y tramos hormigonados, así como construir apartaderos para garantizar un acceso seguro y mejorar la maniobrabilidad de los equipos de extinción.
El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, destacó que “este proyecto supone una apuesta decidida por la resiliencia de nuestros montes frente al cambio climático, combinando mejoras en infraestructuras y actuaciones selvícolas que reducen el riesgo de incendios y fortalecen la biodiversidad de nuestros espacios naturales”.
Asimismo, subrayó que “la inversión, cercana a 1,2 millones de euros, financiados a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), no solo incrementa la seguridad frente a emergencias, sino que moderniza la infraestructura forestal, posicionando a la Región de Murcia como referente en la gestión preventiva y sostenible de sus espacios naturales”.
El proyecto, que estará finalizado antes de concluir el presente año, contribuirá a conservar la biodiversidad, mejorar la variabilidad inter e intraespecífica, reducir la continuidad del combustible forestal y mantener los servicios ecosistémicos. Con ello, se persigue garantizar la seguridad de la población, preservar el patrimonio natural y promover un uso responsable de estos espacios.
“Trabajamos para dejar un legado de montes más vigorosos, preparados para afrontar perturbaciones y retos derivados del cambio climático, reforzando la protección de nuestro patrimonio natural para el disfrute de las generaciones presentes y futuras”, concluyó Juan María Vázquez.