MURCIA. El histórico, misterioso y abandonado Sanatorio de Tuberculosos de Sierra Espuña atesora relatos para no dormir, ha inspirado leyendas, ha salido en programas de televisión y cuenta hasta con un videojuego. Es famoso en la Región y fuera de ella. Incluido como está en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, parece ser que la iniciativa para rehabilitar el edificio no termina de arrancar, aunque el pasado mes de abril la Asamblea Regional aprobó una moción para recuperar la edificación y convertirla en un centro lúdico y de alojamiento rural. Así se informó entonces. No osbtante, la Asociación de Amigos del Sanatorio-Escuela Hogar de Sierra Espuña -que participó como invitada en la reunión de la Junta Gestora del Parque Regional de Sierra Espuña que tuvo lugar el 16 de octubre- asegura que no se ha hecho nada y no parece que vaya a ser inmediato.

La asociación afirma que en el Presupuesto para 2025 "no hay ni una sola partida presupuestaria, como venimos reclamando, sobre medidas urgentes para garantizar la conservación y protección del edificio del antiguo Sanatorio, evitando su ruina, comenzando por las cubiertas (que fueron machacadas por el vandalismo) y estructuras más afectadas, para responder a las obligaciones protección y conservación que se derivan su catalogación por su relevancia cultural, que ampara la legislación vigente en materia de Patrimonio Cultural".

Asimismo, sostienen que "lo único que se ha ejecutado prácticamente desde que el edificio está abandonado, va dirigido a reforzar el vallado exterior en los últimos años, pero en realidad, para su conservación, no ha habido ninguna inversión. Ni siquiera se ha optado por la reposición de las cubiertas, para evitar que el agua siga horadando el edificio del Sanatorio. Incumple así la administración que ostenta la  titularidad del edificio, su obligación de conservar el inmueble".

La asociación quiso remarcar que "el antiguo Sanatorio, del que fuimos sus moradores en la etapa de Escuela Hogar, es el edificio más simbólico, el más singular, por su historia y sus características arquitectónicas, y con diferencia el más popular y conocido de Sierra Espuña, tanto en la Región, como en toda España, y eso se puede aprovechar para reconducir esa popularidad, si se sabe hacer bien". También recordaron que, "a pesar de la Moción aprobada en la Asamblea Regional el pasado mes de abril, que todos conocen, instando a su recuperación y darle futuros usos, nada se ha incluido en los actuales presupuestos de 2025 que tenga que ver con el edificio del antiguo Sanatorio".

Por parte de la Asociación de Amigos del Sanatorio, su presidente, Alfonso Sánchez, dejó claro que no van a parar y que irán hasta donde haga falta para evitar que este edificio desaparezca. "Los visitantes del parque regional no pueden evitar su indignación al ver estado en que se encuentra este edificio", aseguraron. Según añade la asociación, se le respondió que "se tendrá en cuenta para el próximo ejercicio presupuestario y que se volverá a convocar la Mesa de Trabajo".

La asociación también preguntó si se contempla el replantado de árboles o especies que se han secado y que se adapten a la “nueva situación climática”. Informan de que el Subdirector General de Biodiversidad, Áreas Protegidas y Acción Climática, José Mora, señaló que hay unas 3.000 hectáreas de monte afectado por pinos que se han secado, alrededor de un 20% de la superficie forestal y que hasta el momento solo han actuado sobre unas 1.000 hectáreas, eliminando pinos secos y vigilando la expansión del insecto perforador que aprovecha la debilidad de los pinos para atacarles. Añadión, según la asociación, que van a optar por dejar que el monte se regenere de modo natural, pues eso sucede normalmente. Solo en casos excepcionales se repoblaría.

Por otro lado, se pidió el arreglo de los accesos al Parque Regional de Sierra Espuña, como puede ser la carretera que va hacia El Berro y Alfonso Sánchez propuso el arreglo de la carretera que va de Zarzadilla de Totana hacia Aledo, la MU-503, desde la que se accede también al Parque Regional, por el Área Recreativa de las Alquerías, por tener tramos en muy mal estado.

Sobre el Sanatorio

Hispania Nostra informa de que la primera piedra se pone en el último trimestre de 1913 cuando las autoridades regionales tienen que tomar decisiones drásticas ante los estragos que estaba causando la tuberculosis entre la población civil. Dado el carácter contagioso de esta enfermedad se decide recluir a los enfermos en un lugar aislado; además, hasta entonces, el aire puro y limpio de la sierra era el mejor alivio que existía. La obra se prolongará durante varios años concluyéndose en 1917 la primera planta del hospital, aunque no fue hasta 1934 cuando se terminó por completo. En 1931 el edificio pasó a ser propiedad del Estado.

El hospital contaba con doscientas camas y 50 empleados. Aparte de sanatorio, el edificio se convirtió en ambulatorio para los vecinos de Aledo y El Berro. En el año 1949 se descubre la estreptomicina que supuso un cambio radical en el cuidado de enfermos con tuberculosis. Poco a poco muchos de los internos fueron recuperándose y dados de alta. Los pocos que quedaron se trasladaron al Hospital Provincial de Albacete. El Ministerio de la Gobernación, que detentaba entonces las competencias en sanidad, decide entonces reconvertir el complejo en un orfanato.

Los elevados gastos de manutención de un edificio de tal envergadura llevan al Ministerio, en 1962, a declararlo como no rentable provocando su cierre.

A principios de la década de 1980 el Gobierno Regional, hace una fuerte inversión para reconvertir la antigua casa de cura en un albergue juvenil. No obstante, la falta de presupuesto hace que sólo se rehabilite el ala izquierda, quedando el resto igualmente abandonado. Aunque el nuevo albergue se promocionó, apenas tuvo afluencia de jóvenes. Tras varios veranos de decadencia, en 1995, se echa el cierre definitivo. Inicialmente se le puso vigilancia para evitar que fuera vandalizado pero esta fue retirada en 1997.

La estructura la forman tres alas de dos alturas y el sótano. Con los años se fueron añadiendo la casa del conserje, el depósito de cadáveres, los velatorios, un acueducto para recoger agua del deshielo, etc. La cubierta es a dos aguas y en el centro hay un torreón típico de las construcciones de la época. De cara a la fachada principal se levanta la escultura de Cristo.