Región

El Sanatorio de Sierra Espuña será un alojamiento rural, con el atractivo añadido de su fama de estar 'encantado'

La Asamblea Regional aprueba las obras para su reconstrucción y adecuación

  • Sanatorio de Sierra Espuña
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CARTAGENA (EP). El histórico edificio del Sanatorio de Tuberculosos de Sierra Espuña será sometido a un proyecto de reconstrucción y adecuación para convertirlo en un centro lúdico y de alojamiento rural. Así lo ha aprobado la Comisión de Industria, Trabajo, Comercio y Turismo de la Asamblea Regional, que ha aprobado por unanimidad la moción presentada por el Grupo Parlamentario Socialista al respecto.

La diputada del PSOE, Lola Jara, defendió la propuesta destacando el valor natural, histórico y patrimonial del entorno de Sierra Espuña, un parque regional que abarca más de 25.000 hectáreas y que fue declarado sitio natural de interés nacional en 1931. Jara recordó que el antiguo sanatorio, construido entre 1917 y 1935 por iniciativa estatal y obra del arquitecto Pedro Cerdán, fue durante décadas un espacio dedicado a la atención de enfermos de tuberculosis, y más tarde, Escuela Hogar para más de 7.600 niños y niñas sin recursos. Desde 1995, el edificio permanece cerrado y en estado de abandono, a pesar de estar protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) y catalogado dentro del Plan General del Ayuntamiento de Alhama.

"Este edificio emblemático merece una nueva vida que sea compatible con su valor histórico y su privilegiada ubicación natural", afirmó la diputada socialista. También subrayó el impulso de asociaciones como los Amigos del Sanatorio-Escuela Hogar, que desde hace más de una década promueven su recuperación con usos que respeten su identidad y potencial turístico.

Desde VOX, el diputado Ignacio Arcas destacó el interés nacional que despierta el edificio, incluso con reportajes en medios que lo describen como un lugar "encantado", subrayando el potencial turístico que esto representa. "Es fundamental que se evite su deterioro y que se le dé un uso sostenible que beneficie a toda la región", apuntó.

El representante de Podemos, Víctor Egío, fue más allá al reclamar que el espacio se convierta también en un lugar de memoria histórica, por su papel durante el siglo XX tanto en la atención sanitaria como en la educación de menores sin recursos. "La recuperación debe ir más allá de lo turístico: es una parte de nuestra identidad y de cómo el Estado cuidaba de los más vulnerables", añadió.

Desde el Partido Popular, la diputada Josefa Carreño expresó su voto favorable, aunque reclamó mayor concreción en el destino del edificio. Recordó que el Ayuntamiento de Alhama ya aprobó en 2021 la creación de una mesa de trabajo con todas las administraciones implicadas y asociaciones locales, para definir un plan integral de restauración y usos futuros. "Esa hoja de ruta ya existe, y debería guiar cualquier intervención para que el edificio renazca de forma armónica con el parque y la sociedad murciana", defendió.

Lista Roja de Hispania Nostra

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El Sanatorio está incluido en la Lista Roja de Hispania Nostra, que informa de que la primera piedra se pone en el último trimestre de 1913 cuando las autoridades regionales tienen que tomar decisiones drásticas ante los estragos que estaba causando la tuberculosis entre la población civil. Dado el carácter contagioso de esta enfermedad se decide recluir a los enfermos en un lugar aislado; además, hasta entonces, el aire puro y limpio de la sierra era el mejor alivio que existía. La obra se prolongará durante varios años concluyéndose en 1917 la primera planta del hospital, aunque no fue hasta 1934 cuando se terminó por completo. En 1931 el edificio pasó a ser propiedad del Estado.

El hospital contaba con doscientas camas y 50 empleados. Aparte de sanatorio, el edificio se convirtió en ambulatorio para los vecinos de Aledo y El Berro. En el año 1949 se descubre la estreptomicina que supuso un cambio radical en el cuidado de enfermos con tuberculosis. Poco a poco muchos de los internos fueron recuperándose y dados de alta. Los pocos que quedaron se trasladaron al Hospital Provincial de Albacete. El Ministerio de la Gobernación, que detentaba entonces las competencias en sanidad, decide entonces reconvertir el complejo en un orfanato.

Los elevados gastos de manutención de un edificio de tal envergadura llevan al Ministerio, en 1962, a declararlo como no rentable provocando su cierre.

A principios de la década de 1980 el Gobierno Regional, hace una fuerte inversión para reconvertir la antigua casa de cura en un albergue juvenil. No obstante, la falta de presupuesto hace que sólo se rehabilite el ala izquierda, quedando el resto igualmente abandonado. Aunque el nuevo albergue se promocionó, apenas tuvo afluencia de jóvenes. Tras varios veranos de decadencia, en 1995, se echa el cierre definitivo. Inicialmente se le puso vigilancia para evitar que fuera vandalizado pero esta fue retirada en 1997.

La estructura la forman tres alas de dos alturas y el sótano. Con los años se fueron añadiendo la casa del conserje, el depósito de cadáveres, los velatorios, un acueducto para recoger agua del deshielo, etc. La cubierta es a dos aguas y en el centro hay un torreón típico de las construcciones de la época. De cara a la fachada principal se levanta la escultura de Cristo.

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