MURCIA. Los grupos de Whatsapp socialistas murcianos, habitualmente un hervidero de mensajes, enmudecieron en el mediodía del jueves. La militancia quedó en shock ante el demoledor informe de la UCO. Esta vez la información ya no procedía de medios, a su juicio, sospechosos; la noticia adelantada por la noche por Eldiario.es y la Cadena Ser sobre Santos Cerdán alertaba de un grave problema, pero aún faltaba lo peor, porque hasta el mediodía no se supo el contenido de las grabaciones. El comunicado matutino del PSOE nacional en defensa de su secretario de Organización quedó hecho trizas. Y el partido se petrificó en silencio, incrédulo, mientras digería el varapalo. "Fue muy doloroso", cuentan a este diario cuadros socialistas. No se lo podían creer: "El PSOE es un partido sentido, la gran mayoría es gente sencilla que trabaja y se expone por unos ideales".
Santos Cerdán lo era todo en el PSOE. Como mano derecha del secretario general, con quien trabajaba 'codo con codo', era, de facto, quien dirigía el partido y el enlace con todos los territorios. Su caída ha sumido al PSOE en su peor crisis de la última década. Supone la constatación de que la mancha de la (presunta) corrupción se apodera de los dos últimos secretarios de Organización, como una losa, con acusaciones -según las revelaciones de la UCO- muy serias: el supuesto cobro de comisiones ilícitas por obras públicas (dos de ellas, además, en la Región de Murcia, con presuntas mordidas que ascienden a 550.000 euros). La misma corrupción que quisieron combatir, la misma que usaron para derribar al PP del Gobierno de España, se vuelve en su contra.
El PSRM también guardó silencio en la mañana del jueves. Tan sólo envió un comunicado por Feijoó, quien la tarde anterior había visitado Murcia. El líder del PP había puesto el foco de su mitin en la corrupción y la crítica sin tregua al Gobierno, pero desconocía la noticia de la UCO, que se difundió sobre las nueve de la noche. Diez minutos antes de las cuatro de la tarde, Cerdán dimitía. Poco después, Sánchez anunciaba una comparecencia de urgencia en Ferraz. Los socialistas murcianos optaron por la cautela, a la espera de la respuesta del presidente del Gobierno.
"Una lección de dignidad"
Sánchez pidió perdón, expresó su "enorme decepción" con Cerdán, prometió cambios en su ejecutiva y anunció una auditoría externa. También descartó anticipar elecciones. Una respuesta insuficiente para la oposición, pero más que suficiente para los suyos. Para el socialismo murciano también. Francisco Lucas, el líder regional, elogiaba la actitud del presidente por "dar una lección de dignidad y compromiso con España". Así lo argumentaba: "Mientras Mariano Rajoy enviaba mensajes de 'sé fuerte' a Bárcenas y Feijóo se sienta en una sede pagada con dinero negro, el PSOE, ante cualquier indicio, actúa con rapidez y firmeza. No somos iguales".
Un día después, el viernes, la portavoz parlamentaria en la Asamblea, Carmina Fernández, reiteraba el argumentario y desarrollaba la posición: cierre de filas con el secretario general del PSOE. Resaltaba su respuesta "ejemplar, dando la cara y pidiendo disculpas, asumiendo responsabilidades y tomando medidas inmediatas". También pedía disculpas a la ciudadanía y aducía que ahora es el momento de la Justicia: "Si se confirman los hechos, que caiga todo el peso de la ley sobre los implicados. Frente a la corrupción, firmeza”, enfatizaba. Y, cómo no, comparaba este caso con las reacciones del PP en la Región, con un expresidente condenado (Pedro Antonio Sánchez por el 'Caso Auditorio') y otro expresidente procesado (Ramón Luis Valcárcel por el 'Caso La Sal'). “Y nadie ha pedido perdón, ni dado explicaciones, ni asumido responsabilidades. No todos somos iguales”.
El PP apunta a Saura y Lucas
Poco antes de la comparecencia de Carmina Fernández, el PP, a través de su número dos en la Región, José Miguel Luengo, pedía explicaciones al propio Lucas y también a Pedro Saura, que era el secretario de Estado de Transportes en el Ministerio de Ábalos. El secretario general de los populares señalaba que Santos Cerdán "es el padre político de Lucas" y recordaba su última visita a la Región, en marzo, cuando inauguró el congreso regional que proclamó a Lucas. Sobre Saura, Luengo se preguntaba "qué sabía y por qué cayó" del Ministerio, cuestionándose si "era conocedor de la trama corrupta que operaba en el Ministerio de Ábalos". El propio informe de la UCO refleja que Cerdán medió para lograr la salida del Ministerio del murciano por "bloquear" y poner "trabas" a sus maniobras con Ábalos y Koldo.
La legislatura queda herida para el Gobierno. En las horas más difíciles, el socialismo murciano se encomienda, más que nunca, al manual de resistencia de Sánchez. "Resistir es ganar", inciden, deseando que su líder "vuelva a hacer magia", como en 2023, cuando adelantó los comicios y pilló con el pie cambiado a sus competidores. Ahora saben que unas elecciones en plena tormenta les castigaría. Sin embargo, el problema para ellos es que Koldo se guarde más secretos y vean la luz. Tiempos duros para el socialismo.
