MURCIA. La artesanía, ese oficio de 'toda la vida' en el que los productos se realizan de manera manual y no en serie, sigue luchando por mantenerse en pie pese a la industrialización de la sociedad. Son muchas las mujeres que han dedicido apostar por este trabajo en la Región y que hoy, en el Día Internacional de la Mujer, reivindican el esfuerzo que hay detrás de su trabajo.
Desde maceteros creados con musgo hasta lámparas hechas con papel reciclado son algunos de los interesantes proyectos de artesanas murcianas. A pesar de que este trabajo compite con grandes empresas y se enfrenta a varios retos, ellas han decidio continuar los 'oficios de antes'. "Cada vez hay más mujeres que mantienen vivo este oficio y son más reconocidas. Es cierto que antes se asociaba más a hombres, pero a día de hoy nosotras estamos muy presentes", asegura Tania Romero, creadpra de Kimona Kokedamas, una técnica bótanica japonesa.
Tania asegura que es un trabajo díficil y que conlleva mucho trabajo detrás: "Tienes que moverte mucho para que te conozcan, no puedes esperar a que los clientes lleguen a ti, pero merece la pena, no solo porque tu eres tu propio jefe, sino porque estás haciendo algo que verdaderamente te apasiona".
Esa misma visión comparte Constanza López, creadora de Miapulpa, quien asegura que el largo proceso de crear lámparas sostenibles merece la pena desde principio a fin: "Es muy labioroso crearlas y conlleva muchas horas, pero quiero crear productos respetuosos con el medio ambiente", asegura esta artesana que elabora por sí misma las materias primas y no utiliza ningún químico.
A pesar de que Constanza sólo lleva dos años en el mundo de la artesanía, se siente completamente incluida y cree que la mujer siempre ha tenido y tendrá su hueco en la artesanía. "Las mujeres siempre se han dedicado a la artesanía, quizás se conocía más el trabajo de los hombres, pero nosotras siempre hemos tenido nuestro espacio aquí".
Para estas dos artesanas comenzar en el oficio artesanal no fue fácil, ya que "es arriesgado" y "se deja mucho atrás", sin embargo, están más que satisfechas con el oficio que han elegido y los resultados obtenidos. "Hay muchas personas dispuestas a pagar precios altos porque saben que son productos únicos y el sacrificio que hay detras", aclara Constanza.