Durante el verano de 2024 muchos europeos acudieron a la Biblioteca Nacional de España en Madrid y pudieron maravillarse de la exposición Unamuno y la política. Artículos, cartas, fotografías, discursos… Se celebraba el centenario del exilio de nuestro buen ilustre escritor, pensador y profesor universitario de finales del XIX e inicios del XX. Todo un intelectual referente de Europa, como tantos otros que poseemos, aunque los tengamos castigados al olvido. Sin lugar a duda no es una noticia de aniversario y más bien, en pleno XXI, se podría considerar que aún vivimos inmersos en los panoramas que nos tenía acostumbrados cuando hemos leído sus grandes episodios dejados para la posteridad.
Sus tiempos vividos poseen un perfume parecido a los actuales en España donde todo está polarizado. La polarización política de la que hablamos debería echar un vistazo a nuestro académico, pues en su obra existe material suficiente para la construcción en el que cada uno de nosotros tendría el suficiente espacio de conexión. Unamuno no perdería el tiempo y todo su trabajo se articula en torno a dos polos opuestos: el uno y su contrario. D. Quijote y Sancho, el centro y la periferia, el yo y el otro, el haz y el envés, donde no es problema para él y según su pluma es lo necesario, lo importante para que exista vida. Su motor de la vida que nos acerca está precisamente en su constante empeño de cada parte por influir en la otra, por dejar huella, por que exista presencia en su existencia, por no respirar en la indiferencia. Ello sí, en ningún momento desea desembocar en la eliminación del otro, la parte contraria.
Unamuno siempre abordó en sus escritos los grandes interrogantes de la vida humana"
Si alguien cortase la tarea de tal pensamiento, el resto tendría la oportunidad de crecer y terminar falleciendo. “En mi vaso beben todos, el resto pierde la oportunidad de crecer y terminar falleciendo. En mi vaso beben todos, quiero que todos beban de él; se los doy, y mi vaso crece, según el número de los que en él beben, y todos, al poner en él sus labios, dejan allí algo de su espíritu. Y bebo también de los vasos de los demás, mientras ellos beben del mío. Porque cuanto más soy de mí mismo, y cuanto soy más yo mismo, más soy de los demás; de la plenitud de mí mismo me vierto a mis hermanos, y al verterme a ellos, ellos entran en mí”. Ustedes mismos.
El concepto “imposición” de ninguna forma puede llevarnos a la eliminación del contrario, ya que dejaría de existir el juego de influencias y, con él, la vida. Tanto la eliminación del otro como la indiferencia hacia él, D. Miguel de Unamuno, nos habla que llegaríamos a la muerte, y la fusión de ambos polos en uno nuevo, acabaría con la distinción necesaria para seguir existiendo.De tal manera podemos plantearnos que nuestro bien querido D. Miguel aboga por la polarización, aunque la suya es una en la que los polos necesariamente deben existir en constante relación mutua. No creo equivocarme cuando en la propuesta de Unamuno” el otro” tiene abiertos los cauces para importunarme, no se le arrebata la capacidad de intervención, no se le ignora o descalifica, ya que se le considera necesario para la propia prevalencia. Siendo esto así, nuestro contexto actual bien podría beneficiarse del pensamiento del que hablamos. Podemos encontrar en él argumentos precisos para comprender las ventajas que supone para la vida pública la existencia de los contrarios y la voluntad de cada uno de ellos de forjar la realidad. Podría ayudarnos para entender la pobreza de una situación política en la que no se contemplan las influencias desde fuera, pues se considera que todo está ya cobrado.
Al que igual que muchos otros escritores españoles e hispanoamericanos, puede ayudarnos a interpretar nuestros problemas actuales como sociedad"
Unamuno siempre abordó en sus escritos los grandes interrogantes de la vida humana y, como agitador de conciencias, de espíritus, se empeñó en que sus lectores siguiesen libremente tales caminos. Es cierto que se enfrentaría a cuestiones tales como la muerte, la influencia de nuestras vidas para con otros, el sentimiento y la razón, nuestro yo a través de la escritura, el arte de vivir solidariamente entre los pueblos, la relación del hombre con su Creador, los límites que posee la ciencia. Sus preguntas, no lo dudamos, siguen siendo actuales: el hombre, la mujer de hoy siguen teniendo sed de sentido en la tierra.
Esta actualidad de lo perenne de su obra se refrenda año a año, con la reedición de escritos que van más allá de su faceta política. Sus ensayos se editan en ediciones de bolsillo, se publican nuevas antologías de sus poesías, sigue saliendo a la luz su correspondencia, se realizan recopilaciones de escritos temáticos…Incluso uno de sus cuentos, Mecanópolis, ha sido adaptado al público infantil. D. Miguel de Unamuno, al que igual que muchos otros escritores españoles e hispanoamericanos, puede ayudarnos a interpretar nuestros problemas actuales como sociedad y, a la vez, hacernos ver que la vida es más que tanto desdén del que observamos y escuchamos, a todos ellos, hemos de seguir teniéndolos presentes.
La historia de España, mal vendida, está repleta de grandes plumas europeas como artistas de toda índole en el mundo de las Artes y hemos de congratularnos por ello.
Todo es cuestión de investigar. Nos llevaremos sorpresas que no imaginábamos.