El Chinguirito no es un chiringuito cualquiera. Está en Los Alcázares, en la zona de costa de los Narejos junto al paseo, y desde hace unos veranos se ha convertido en ese sitio donde conviven acentos, edades y costumbres. Como su propio nombre, que parece escrito a su manera, allí se mezclan sin problema una marinera, unos nachos y una camiseta del Real Murcia. No hay filtro. Y eso, en cierto modo, lo hace especial.
Cuando llega el mediodía, y el sol cae sin contemplaciones y el mar parece estancado de puro quieto, el sitio está lleno. No corre ni una pizca de aire, y las sombrillas, derrotadas por el calor, apenas cumplen su misión. En la terraza, las mesas recicladas acogen conversaciones sin prisa: patatas con limón y sal, marineras, perritos calientes, cañas bien frías y algún refresco al que no le falta la rodaja de limón.
En una de esas mesas, Ana, Nuria, Belén y Raúl llegan aún con salitre en la piel. Hablan de lo de mañana, del transporte, de la hora. Ana consulta el móvil y avisa con naturalidad:
—Siete menos cuarto en Alfonso X. La marcha empieza a las ocho, pero mejor llegar antes.
En la mesa de al lado, Pedro —que veranea en la zona desde hace años— capta la frase y salta, como quien ya lo ha dicho más de una vez:
—¿Otra vez con lo del racismo? Siempre lo mismo. Si no es por un lado, es por el otro. Los extremos se tocan.
Ana ni se inmuta. Le contesta con tranquilidad:
—No es lo mismo. Los racistas agreden. Nosotros no aceptamos que eso se convierta en lo normal. No confundas.
Dani, que escucha desde el borde de la conversación, mete baza:
—Pero últimamente parece que lo único que importa es eso. Como si aquí no hubiera también problemas. ¡Y venga protestas, y venga ayudas…!
Javi, que termina un perrito, asiente con la boca llena:
—Y lo de Torre Pacheco fue real, ¿eh? Salieron a buscar lío. No es ningún invento.
Ana deja una aceituna sobre el platillo y se apoya en la mesa..
—¿De verdad pensáis que un chaval de 17 años se mete en una pelea por gusto? Lo que pasó fue que varios grupos fueron a cazar a chavales racializados. Muchos de ellos han nacido aquí. Incluso sus padres. Pero para algunos, eso no basta. Nunca serán “de aquí”.
Pedro se bebe lo que queda de su caña de un trago.
—Pues si es así, que lo investiguen. Pero no hace falta montar otra escena llena de pancartas contra todo.
—¿Escena? —responde Ana, algo más seria—. ¿Te parece exagerado protestar porque a un chico le parten la cara por tener otro color de piel? Eso no es teatro. Es dignidad. Es trazar una línea.
La conversación se detiene. Un camarero deja unos nachos con queso en una mesa cercana. La música sigue sonando suave. El calor empieza a pesar.
Pedro dice lo último:
—Si vais tranquilos, igual me acerco. Pero como vea a cuatro liándola, me vuelvo aquí a tomarme otra.
Ana se reclina un poco hacia atrás, sin buscar ganar. Solo que escuchen.
—Si ves a gente defendiendo que nadie sea maltratado por cómo nació, quédate. Eso también construye país. Y mucho más digno que muchas cosas que tragamos sin rechistar.
Pedro se queda callado. Mira al mar. En otra mesa, alguien pide otra ronda. El camarero recoge platos con restos de patatas, un par de marineras sin tocar y vasos vacíos donde el limón sigue flotando.
Mañana, a 40 kilómetros, las calles de Murcia se llenarán de voces. Puede parecer otra escena distinta, pero hay algo que une esta terraza con lo que ocurrirá allí: los silencios incómodos, los comentarios de pasada, el malestar que se tapa con una caña.
Porque lo de Torre Pacheco no es una excepción.
Es un patrón. Como una ecuación que siempre da el mismo resultado mientras nadie se atreva a cambiar las variables: desigualdad, sospecha, violencia.
Por eso mañana no es un gesto simbólico.
Es una respuesta necesaria. Un punto de inflexión.
Y si hay que elegir entre quedarse cómodo o caminar con quienes no se resignan, con quienes no callan, con quienes nacieron aquí y aún tienen que justificarlo…
Yo lo tengo claro.
Nos vemos en Murcia. A las ocho. En Alfonso X, para salir hacia San Esteban.
Donde hay que estar.
Ángel Luis Hernández
Secretario de Organización de Podemos