Nos guste más o nos guste menos, las mujeres también somos machistas. Y no es porque lo diga yo, sino porque es un hecho científico. Todo viene del cerebro reptiliano, que, por mucho que pasen los siglos, ahí sigue el jodío. Tanto dinero en psicólogo, mindfullnes y libros de autoayuda, para que luego una señora se te cruce con el coche y sueltes el topicazo: “Mujer tenía que ser”. ¡Ay, Mari Trini, no has aprendido nada! No me engañe, sé que usted también lo hace.
El caso es que en ese afán de querer igualarnos al hombre, históricamente hemos tenido que demostrar más que ellos. ¡Claro! Si desde pequeñas vemos imágenes donde sólo aparecen hombres en puestos de responsabilidad, pues tu cabeza asocia: hombre igual a éxito. Así que allá vamos nosotras y nos ponemos en modo macho para alcanzar ese idealizado estatus.
Tanto lío de feminismo y machismo a veces me genera una crisis de identidad"
Eso sí, a perseverantes no hay quien nos gane. Una mujer macho alfa es mucho peor que un hombre de la misma condición. Quiere demostrar que ella es más hombre que nadie. Su éxtasis llega cuando por los pasillos escucha aquello de “ésta los tiene bien puestos”. ¡Por fín he ganado mis “cojones”! Imaginarios, claro. Ya soy una de ellos. Ha descuidado la familia, ha echado más horas que un reloj, se ha quedado la última en todas las comidas con los jefes... Sólo le ha faltado irse al lupanar con ellos, cosa que no ha pasado porque se han encargado de que usted no se enterara, si no, saben que va la primera y hasta paga algún servicio. ¡Manda huevos! Nunca mejor dicho.
El caso es que a mí tanto lío de feminismo y machismo a veces me genera una crisis de identidad. Como Karla Sofía Gascón, que la pobre ya no sabe si es xenófoba o no según mande la situación. ¡Pobre chica!: mujer transgénero, casada con una mujer, no hay transtorno disociativo que soporte tanta incongruencia. Imagino que el psicólogo que la tenga como paciente, estará pensando en retirarse.
Entonces... si te gusta que un señor te de paso primero o alabe tu apariencia ¿eres machista? Pues entonces lo soy, tendré que asumirlo, aunque podré vivir con ello. Pero no necesito que nadie venga a redimirme de nada. Ya me salvo yo solita de las amenzas del patriarcado. ¿No ven? Aquí sale mi lado feminista. ¿Por qué? Porque al fin y al cabo las amenzas son subjetivas, salvo que venga a por tí un león, entonces salga por patas.
Al contrario, creo que los que se sienten amenzados hoy en día son ellos viendo cómo sus territorios son colinizados por esta especie invasora. A veces hasta los compadezco, indefensos ante el imparable tsunami femenino.
Recordemos que hasta la semana doce no se han desarrollado los genitales, por lo que todos somos hombres y mujeres a la vez. Difícil pensar que en algún momento no fuimos hombre si eres mujer o mujer si eres hombre. Mientras tanto, caballeros, si algún día se cruzan conmigo, pueden invitarme a una cerveza.
De una incoherente machirula feminista.
Gracias por su lectura.