MURCIA. La agenda nazarena bulle según se acerca la Semana Santa. Ya no es como es los días en que el programa cuaresmal estaba salpicado por los cultos propios de estas fechas de preparación espiritual y material para celebrar debidamente el tránsito de Ramos a Pascuas; ahora, junto a los actos litúrgicos se suceden presentaciones de publicaciones, comidas de hermandad con entrega de reconocimientos, via crucis, exposiciones o traslados de imágenes, al punto que los asiduos han de escoger entre un amplio repertorio de citas que se solapan.
Y eso sin contar las reuniones preparatorias y el reparto de las tarjetas (o contraseñas, o tiques, que de diversas formas se les llaman) que permiten la salida en procesión, previo pago de la cuota correspondiente.
Hace medio siglo, el número de días de procesione era de siete, cuando ahora son diez"
Si echamos la vista atrás medio siglo, encontraremos una Semana Santa murciana mucho más reducida si la comparamos con la actual. El número de días de procesiones, por ejemplo, era de siete, cuando ahora son diez. Por el camino se incorporaron el Sábado Santo, el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión, que también llaman de Ramos.
Y si buscamos el número de cofradías y de procesiones, nos encontramos con que eran entonces 11 las primeras y 10 las segundas, porque la de Servitas, prácticamente absorbida por la del Santo Sepulcro, carecía de procesión propia desde 1931. Ese año, precisamente, la Misericordia empezó a desfilar fuera del Santo Entierro, haciéndolo desde San Esteban.
Las cofradías que surgieron después de esa fecha fueron, por orden de aparición, el Amparo, el Yacente, la Caridad y la Fe. Todas en el primer cuarto de siglo de los dos transcurridos desde 1975.
Pero lo más llamativo es el tremendo crecimiento del número de pasos. En el año 1975 salieron en total 43. En 2025 la suma alcanzará los 97. De modo que en este tiempo han surgido 54 pasos, de los que 22 corresponden a las cofradías nuevas.
Y es que las preexistentes salvando el Refugio (Silencio) y Jesús (Salzillos), que se mantuvieron con sus pasos de siempre, no fueron ajenas a la ola expansiva, que aún no se ha detenido a juzgar por los dos nuevos 'misterios' que se estrenarán este año, y algunas experimentaron un alza realmente espectacular.
Tras dos decenios de recuperación de las procesiones y de los pasos destruidos durante la Guerra Civil, llegó un parón producto de cierta colmatación y agotamiento"
La Esperanza, que sacará este año el grupo escultórico del Cristo de las Almas, de Juan y Sebastián Martínez Cava, ha pasado de cuatro a nueve pasos; el Perdón, de siete a 11; el Rescate, de dos a tres (considerando que la Cruz Guía iba antes en pequeño trono de ruedas); la Salud, de ocho a 12 el Miércoles Santo, con el estreno de La Lanzada, de Antonio Bernal, más los tres de la procesión del Jueves; la Misericordia, de uno a cuatro; Servitas, de uno a dos; el Sepulcro de tres a cinco; y el Resucitado, de cinco a 11.
Pero ¿cómo surgió esta multiplicación sorprendente, cuando entre 1957 y 1975 sólo se habían incorporado a la nómina dos pasos, la Virgen del Primer Dolor y el Cristo de la Salud, y había dejado de salir uno, el San Juan del Sepulcro?
En mi opinión, tras casi dos decenios de recuperación de las procesiones y de los pasos destruidos durante la Guerra Civil, y de fundación o refundación de nuevas cofradías (Refugio, Rescate, Resucitado, Misericordia, Esperanza y Salud), llegó un parón producto de cierta colmatación y agotamiento y, enseguida, se dejó sentir un manifiesto desapego hacia la religiosidad popular propiciado por interpretaciones sesgadas o erróneas del Concilio Vaticano II.
No fueron pocos los religiosos, y tampoco los seglares, que entendieron la puesta al día de la Iglesia como una invitación a arrinconar santos y liturgias o paraliturgias tenidas por trasnochadas, y la consecuencia, en no pocos lugares, fue un fuerte decaimiento de la celebración externa de la Semana Santa a través de las procesiones. Hubo localidades donde desaparecieron, y otras, incluidas ciudades andaluzas donde hoy alcanzan enorme repercusión, como Granada o Córdoba, donde atravesaron un profundo bache.

- El San Juan del Santo Sepulcro, obra de González Moreno. -
Y ¿qué trajo el resurgir? Seguramente, una reflexión sobre la realidad del Concilio y los valores de la religiosidad popular; el acceso a los cargos directivos de savia nueva, con planteamientos renovadores; el naciente asociacionismo vinculado a las expresiones populares (también surgieron entonces las primeras peñas huertanas); un interés emergente por las expresiones semanasanteras propias y de otras latitudes; y, desde luego, en lo que se refiere a Murcia, la aparición, de la mano de una familia nazarena, de un sistema para aportar tronos e imágenes a las procesiones al que llamé, hace varias décadas, 'paso cooperativa'.
El año próximo, hará 50 del regreso a la procesión del Santo Sepulcro del paso de San Juan tras varios años sin salir"
El año próximo, hará 50 del regreso a la procesión del Santo Sepulcro del paso de San Juan, tras varios años sin salir en ella. La iniciativa la encabezó Cristóbal González Hernández, y le siguió, un año después, su hermano Pepe con otra talla del discípulo amado, pero en este caso para la Esperanza. Completó la terna Andrés, aportando en 1980 a los coloraos el Cristo de las Penas.
El 'paso cooperativa' está formado por un grupo de nazarenos, no pocas veces debutantes en el puesto de estante o andero bajo los tronos, que reúne el dinero preciso para financiar el proyecto de enriquecer un cortejo penitencial con una obra nueva. La cofradía aprueba el proyecto, que se ejecuta en un plazo más o menos largo, dependiendo del coste y la complejidad del trabajo. Cuando está listo lo dona, a cambio de ser el grupo quien lo porte a hombros.
Ese ha sido el procedimiento que han seguido, tras los hermanos González (llamados por todo el mundo los Requena), la mayor parte de los pasos creados a partir de 1976. Y ese sistema, y la propensión de los murcianos a llevar la Pasión a hombros en los días de Semana Santa, lo que ha configurado 10 días de procesiones y 97 escenas y personajes de la Redención recorriendo nuestras calles.