Las siglas LCU significan Lorca Campus Universitario. Se trata de una iniciativa adoptada en 2007 por el Gobierno regional, en colaboración del Ayuntamiento de Lorca. En aquel tiempo el presidente regional era el pepero Ramón Luis Valcárcel, el alcalde de Lorca era el socialista Miguel Navarro y el consejero de Universidades era el independiente que suscribe. Tras un pausado análisis, se decidió centrar el proyecto en la docencia e investigación relacionada con la Salud. El nivel en ese campo era notable en España y la demanda de profesionales estaba garantizada. Además, se optó por conectar la Formación Profesional con el nivel universitario. Para desarrollar el proyecto se constituyó un Consorcio del que formaban parte las dos universidades públicas, la Consejería, el Ayuntamiento, Ceclor y la Cámara de Comercio de Lorca. Y todo eso con una plantilla mínima: una gerencia de libre designación y dos gestoras seleccionadas por concurso público.
En la etapa del alcalde pepero Paco Jódar se construyeron los edificios en el antiguo acuartelamiento Sancho Dávila. Puesto que no era factible adaptar los pabellones a su nuevo uso, se levantaron de nueva planta. No obstante, se rehabilitó un pabellón para preservar la huella histórica. Y algo debió de hacerse bien puesto que resistieron perfectamente el destructivo terremoto de 2011.
Ya en la etapa del alcalde socialista Diego José Mateos se consolidó el proyecto gracias a la iniciativa de la Universidad de Murcia. El rector Cobacho apoyó decididamente la iniciativa. A tal efecto, se creó una Facultad de Ciencias Sociosanitarias. Fallecido el profesor Amor, su primer decano, lo sucedió el profesor David Iyú, repleto de entusiasmo. Para entonces el centro de Formación Profesional ya era un completo éxito. La entrada del alcalde pepero Fulgencio Gil Jódar corrió pareja con un acuerdo con la Fundación Poncemar para levantar en el Campus un Centro de Día modernísimo, con instalaciones adecuadas para investigar en materia gerontológica. Se disipó de ese modo la sombra del estancamiento que se cernía sobre LCU. Y ese nuevo impulso se reforzó con la creación de la cátedra de Gerontología por parte de la Fundación Poncemar. Providencial.
López Miras suena como ministro de un posible futuro Gobierno presidido por Feijóo"
Sin embargo, uno de los objetivos iniciales no se había logrado: que ambas universidades públicas colaborasen en materia sanitaria en el LCU. Y no se había logrado por el desinterés mostrado por los sucesivos dirigentes de la Universidad Politécnica de Cartagena. Así, los intentos de implantar los estudios de Ingeniería Biomédica no prosperaron. Ahora el nuevo rector de la UPCT, el profesor Mathieu Kessler, ha corregido ese déficit. Por un lado, se ha confirmado lo que ya anticipamos: Cobacho será nombrado doctor honorifico de la UPCT. Además, tras unas arduas y sigilosas negociaciones con Luis Martínez, gerente de la Fundación Poncemar, se ha llegado a un acuerdo para crear una cátedra de Investigación Tecnológica en Mayores en LCU. Dicha cátedra impulsará el sistema de Apoyo Domiciliario Integral para Mayores (ADDIM), que facilitará la vida cotidiana, la salud y la seguridad domiciliaria de los ancianos. La firma del acuerdo se produjo el lunes pasado, con asistencia del rector, el gerente y el alcalde, que preside la Fundación Poncemar. De momento, la cátedra se ubicará en la Casa del Capitán, que también aloja la de Gerontología. De su dirección se encargará el profesor José Alfonso Vera, un viejo conocido en los círculos humanitarios regionales. En efecto, no solo imparte Domótica en la UPCT, sino que protagonizó personalmente una operación de rescate de ciudadanos ucranianos agobiados por la invasión rusa. Se dice que logró traerse a cerca de 60 ucranianos y ucranianas. De hecho, dos de ellos, un hombre y una mujer, estudian ahora en la UPCT, becados por la institución. Buena tarjeta de presentación para la nueva cátedra.
Entretanto el actual rector de la universidad de Murcia, el profesor Luján, no ha permanecido inactivo. En colaboración con el decano Iyú, ha estado promoviendo un acuerdo internacional interuniversitario, EUniWell, que pronto tendrá su plasmación en LCU. En concreto, Iyú capitanea el programa AgeWellSity (Universiy for the Well Being of Aged People), del que forman parte once universidades de distintos países. De ese modo, la Facultad de Ciencias Sociosanitarias mejorará todavía más su proyección internacional en materia sanitaria e implementará novedosas técnicas de vincular la docencia con la atención a los pacientes.
Como es lógico, nada de todo eso sería posible sin la complicidad del consejero de Universidades, profesor Juan María Vázquez, ayudado por su director general, Antonio Caballero. Y, más en la sombra, del propio presidente regional, Fernando López Miras, cuya vinculación con Lorca es conocida. No en vano ocupó un alto cargo en el Hospital Comarcal lorquino Rafael Méndez. Por cierto, que suena como ministro de un posible futuro Gobierno español presidido por Feijóo. E incluso se dice que Miras ya ha designado su sucesor en Murcia. Pero esa es otra historia.