En tiempos en los que la intuición política o empresarial ya no basta, disponer de datos fiables, comparables y actualizados se ha convertido en una necesidad estratégica. Con ese objetivo, el Consejo General de Economistas de España (CGE) ha desarrollado una útil herramienta, las “Fichas Socioeconómicas”, que se añade al catálogo habitual de otras utilizadas por los economistas. Esta plataforma, gratuita y abierta a cualquier usuario, permite consultar y comparar en tiempo real más de 34 millones de datos sobre todos los municipios, provincias y comunidades autónomas españolas. Una base de datos permanentemente activa, alimentada con información de casi 20 fuentes oficiales –desde el INE hasta la Agencia Tributaria o la Seguridad Social– que permite realizar diagnósticos económicos de valor.

La principal virtud de esta herramienta es que, si me lo permiten, “democratiza” el análisis económico. Basta con unos clics para saber cuántos afiliados a la Seguridad Social hay, cuántas empresas operan, cuántas viviendas se venden, o qué ingresos tiene el ayuntamiento X por habitante. Pero más importante aún, estas fichas permiten comparar con la media de la provincia, de la comunidad o con municipios similares por tamaño. El análisis deja de ser abstracto para hacerse territorializado y concreto. La edición de 2025 ha introducido novedades adicionales. Se pueden descargar fichas específicas sobre el mercado laboral local, con datos de desempleo, contratos o afiliación, además de nuevas hojas sobre ingresos, gastos e inversiones municipales, comparables con medias de su grupo poblacional o provincia. Todo ello con evolución histórica incluida. Esto supone, como ya he indicado, una herramienta útil, tanto para la gestión pública como para la planificación económica y empresarial, y para que cualquier ciudadano se forme una opinión fundamentada sobre la realidad económica de su entorno más cercano.

La Región es la segunda comunidad autónoma donde más creció el empleo en el mes de abril"

Y siguiendo esto último, ¿qué nos dice esta herramienta sobre algunos datos de la Región de Murcia?, pues por ejemplo que en el mercado laboral la Región de Murcia ha registrado un récord de afiliación a la Seguridad Social, con más de 686.000 personas a mayo de 2025. Es la segunda comunidad autónoma donde más creció el empleo en el mes de abril. Y no hablamos solo de asalariados, el número de autónomos ha alcanzado también su máximo histórico, superando los 105.000. Aunque persisten retos comunes al patrón nacional como son el denominado paro estructural, nos aparece reflejado el dinamismo del empleo murciano. Otro punto que nos traslada es referente a la actividad empresarial. Murcia cuenta con más de 92.480 empresas activas, lo que la sitúa ligeramente por debajo de su peso poblacional, pero con un tejido empresarial en constante crecimiento. La población total ha pasado de 1.493.898 de 2019 a 1.568.492 en 2024, lo que es un síntoma de que es una Región que atrae.

En cuanto al mercado inmobiliario, las “Fichas Socioeconómicas” muestran un comportamiento especialmente dinámico. Frente a la desaceleración en otras regiones, Murcia ha mantenido un número elevado de transacciones. De hecho, en 2023 fue la autonomía con mayor proporción de compraventas por habitante. Y una cuarta parte de esas operaciones fueron realizadas por extranjeros, lo que nos podría estar apuntando a un cierto atractivo de la combinación de clima, coste de vida y precio del suelo. Hablando de suelo, los valores catastrales por habitante en Murcia están lejos de los extremos nacionales. No aparecen entre los más altos –éstos superan los 160.000 euros por habitante– ni entre los más bajos, como por ejemplo Villa de Mazo en Tenerife. Ello indica un mercado inmobiliario, en principio, más asequible.

Otro dato interesante es que Murcia arrastra una vieja reivindicación en inversión pública: la infrafinanciación autonómica. La Región recibe claramente menos € por habitante que la media nacional, lo que limita su capacidad para invertir en infraestructuras, educación o servicios sociales. Esto se traduce también en niveles de inversión municipal per cápita más bajos que en otras regiones. La consecuencia es doble: menor impulso económico desde lo público y, por tanto, mayor esfuerzo de los ciudadanos.

En definitiva, este breve análisis que he realizado nos muestra que contamos con una herramienta adicional y útil para que los responsables públicos pueden priorizar inversiones; los empresarios detectar oportunidades y los ciudadanos analizar, valorar y/o exigir con fundamento. Porque sin datos, no hay diagnóstico; y sin diagnóstico, no hay política eficaz, ya que como los investigadores de nuestra ciencia económica apuntan “la intuición hace suposiciones; los datos proporcionan respuestas".

Salvador Marín

Economista

Catedrático Universidad de Murcia