En la Región de Murcia, los cazadores vivimos una situación que raya lo absurdo. Mientras comunidades como Andalucía o Castilla-La Mancha han consolidado la guardería rural como pieza clave para la gestión del medio natural, aquí seguimos sin apostar por este modelo tan necesario. En su lugar, la Dirección General del Medio Natural ha decidido invertir en drones para combatir el furtivismo, una medida que no solo resulta insuficiente, sino que también pone de manifiesto el desorden y la falta de planificación en la gestión cinegética de nuestra Región.
La guardería rural: una necesidad ignorada
La figura del guarda rural es esencial para garantizar el equilibrio entre conservación y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Estos profesionales no solo vigilan y protegen los cotos de caza, sino que también desempeñan un papel crucial en la prevención de incendios forestales, el control de especies invasoras y la protección del patrimonio natural. En comunidades vecinas como Castilla-La Mancha, los guardas rurales trabajan codo a codo con cazadores y agricultores para garantizar una gestión eficaz del territorio. En Murcia, sin embargo, esta figura brilla por su ausencia. La creación de una red de guardería rural no solo generaría empleo en las zonas rurales más despobladas, sino que también permitiría un control más cercano y efectivo del furtivismo. En lugar de ello, se opta por soluciones tecnológicas que, aunque útiles como complemento, no pueden sustituir el trabajo humano sobre el terreno.
Apostar por una guardería rural bien estructurada no solo mejoraría la seguridad en nuestros montes y cotos, sino que también aliviaría el colapso administrativo"
Drones: tecnología sin planificación
El reciente anuncio del uso de drones equipados con cámaras térmicas para vigilar los montes murcianos parece más un parche mediático que una solución real. Estos dispositivos tienen un coste elevado y requieren personal especializado para su manejo. Lo más preocupante es que se ha designado al único técnico encargado de la Oficina Técnica de Caza para operarlos durante las noches. Este mismo técnico acumula más de 700 expedientes sin resolver en su despacho. ¿Cómo puede ser eficiente un sistema que desvía recursos humanos ya insuficientes hacia tareas secundarias? La Dirección General parece ignorar que el verdadero problema no es la falta de tecnología, sino la ausencia de personal cualificado y estructurado en el territorio. Los drones pueden detectar infracciones puntuales, pero no ofrecen soluciones a largo plazo ni garantizan la presencia disuasoria que sí proporciona un guarda rural.
Colapso administrativo: un lastre para los cazadores
La sobrecarga administrativa es otro problema grave que afecta directamente a los cazadores murcianos. La falta de personal en las oficinas técnicas provoca retrasos intolerables en la resolución de expedientes relacionados con autorizaciones cinegéticas y gestión de cotos. Este colapso no solo perjudica a quienes cumplen con sus obligaciones legales, sino que también fomenta un clima de frustración e inseguridad jurídica. Mientras tanto, los cazadores seguimos siendo señalados como responsables únicos de los problemas medioambientales, cuando somos nosotros quienes más contribuimos a su solución mediante acciones directas como el control poblacional o la conservación del hábitat.
Una crítica a la Dirección General
Desde Vox Región de Murcia denunciamos esta falta de previsión y planificación por parte de la Dirección General del Medio Natural. En lugar de priorizar medidas efectivas como la creación de una guardería rural o reforzar las oficinas técnicas con más personal cualificado, se opta por decisiones improvisadas que no abordan los problemas estructurales del sector cinegético. Es hora de replantear las prioridades. Apostar por una guardería rural bien estructurada no solo mejoraría la seguridad en nuestros montes y cotos, sino que también aliviaría el colapso administrativo actual. Además, fomentaría el empleo local y fortalecería la colaboración entre cazadores, agricultores y administraciones públicas.
Un llamamiento al cambio
Desde aquí hago un llamamiento a todos los cazadores de la Región para exigir soluciones reales a nuestros problemas. La conservación del medio natural debe ir acompañada de medidas prácticas y sostenibles que respeten nuestras tradiciones y nuestro modo de vida. No podemos seguir permitiendo que decisiones erráticas e ineficaces sigan perjudicando al colectivo cinegético y al medio ambiente murciano. Es momento de actuar con sentido común: menos drones y más personas trabajando sobre el terreno.
José Juan Fernández Avellaneda
Máximo responsable en el área de Caza y Pesca en Vox Región de Murcia.