Opinión

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La monarquía del azahar

Nombramiento honoríficos de las fiestas murcianas

Publicado: 20/02/2025 ·06:00
Actualizado: 20/02/2025 · 06:00
  • Huertanas en un palmeral.
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El día de San Valentín de hace medio siglo, la portada del diario Línea anunciaba que la Sardina se quemaría en 1975 en la plaza Circular. Según aquella información, que luego no se cumplió, el desfile sardinero, compuesto por 20 carrozas, arrancaría de la avenida de Nicolás de las Peñas (hoy Carlos Valcárcel) y llegaría por Primo de Rivera a Muñoz Grandes (avenida de la Constitución), para recorrer el itinerario que fue habitual durante años, pero en dirección contraria, o lo que es igual, Gran Vía, Teniente Flomesta, Ceballos, Isidoro de la Cierva, Alejandro Séiquer, Santo Domingo y Alfonso X hasta la plaza Circular.

Se anunciaban también majorettes francesas, que venían ser, más tapadas, las brasileñas de entonces; los intentos por conseguir de Televisión Española, la única en aquellos días, la retransmisión del mitológico desfile; y el nombramiento de Iluminada Vera Perona como Reina de las Fiestas de Primavera.   

Por su parte, el de Gran Pez recayó ese año en el conocido hombre del deporte Tono Páez, vinculado al mundo de la raqueta a través, especialmente, de su condición de presidente del Murcia Club de Tenis y de la Federación de la Región de Murcia. Un titulo otorgado por vez primera en el año 1967, siendo el agraciado Rosendo Lostau Ferrán, hijo del célebre profesor y rector de la Universidad de Murcia.

Había más nombramientos importantes, aunque no tuvieran que ver con las fiestas. El mismo día de los enamorados, se daba noticia en la prensa del Juntamento General de la Junta de Hacendados, que se prolongó por espacio de tres horas y de donde salió el acuerdo de conceder el Tablacho de Oro al príncipe de España, a la sazón Juan Carlos de Borbón, que unos meses después se convertiría en Rey. El Tablacho de Plata fue para la Dirección General de Obras Hidráulicas del Ministerio, por las del Trasvase Tajo-Segura.

A primeros de marzo se dio a conocer la relación de candidatas a Reina de la Huerta. Eran sólo nueve las candidatas, propuestas por las pedanías, algunas de las cuales son hoy barrios: Rincón de Seca, La Alberca, La Flota, Zarandona, San Pío X, Monteagudo, Espinardo, Alquerías y San Benito.

La elección de la Reina de la Huerta y su Corte contó con la actuación de grupos folklóricos"

Hace 50 años, la gala de elección tuvo lugar el 15 de marzo, a las 10 de la noche, en un lugar verdaderamente singular: el pabellón de Italia del recinto de la FICA, la Feria Internacional de la Conserva y la Alimentación. Se denominaba en los anuncios el evento ‘Gran Fiesta de la Huerta’, y la organizaba la Junta Central del Bando de la Huerta, que era el organismo, impulsado por el Ayuntamiento, que se encargaba de organizar la cabalgata y los actos que la rodeaban.

La elección de la Reina de la Huerta y su Corte contaría, según la publicidad previa, con la actuación de grupos folklóricos, aunque luego hubo quejas porque quedaba a cargo de amenizar el acto, principalmente, un grupo de música moderna habitual en los bailables de la época, Los Flamingos, y se echaba en falta más huertanía en un acto de estas características. Incluía el programa la entrega de premios del concurso de bandos panochos y la lectura de los premiados por parte del panochista Pepe Ros, y también un servicio de taberna huertana.

Una nota curiosa: se cobraba entrada a razón de 100 pesetas caballeros y 75 señoras y señoritas. Eso sí, toda persona vestida con el traje regional tendría acceso gratuito a la fiesta.

De aquella cuestionada gala salió coronada la representante de Rincón de Seca, Carmen Orenes Mejías, y durante el acto se entregaron las ‘Panochas’ de Oro, Plata y Bronce a los vencedores del concurso de bandos panochos de aquél año, que fueron Encamación Alcaraz, Manuel Romero Ortín y Rafael García Velasco.

De este modo, pasó a engrosar una larga relación, que se remonta por casi un siglo, desde los días en que una joven de Algezares obtuvo la corona huertana a través de una iniciativa del Levante Agrario, el mismo periódico que puso en marcha, como ya se narró en estos ‘ayeres’, la primera cabalgata de Reyes Magos. Se llamaba Enriqueta Alemán Clares, y por alguna razón aún era tenida por Reina de la Huerta cuando en abril de 1931, pocos días antes de que otro Rey, pero en este caso el de España, perdiera el trono y se instaurara la II República, presidió un acto de homenaje lírico a la Huerta Murciana.

Fue el 9 de abril, a las 10 de la noche, el escenario fue el mismo que acoge en nuestros días la denominada Fiesta de Exaltación Huertana, que marca el inicio de las Fiestas de Primavera, y la organización corrió a cargo de la Asociación de Redactores de la Prensa local.

Se anunció como una fiesta “de un marcadísimo carácter murcianista” y también se subrayó que presidiría el acto la “Reina de Belleza de la Huerta con su Corte de Honor”. Otro de los alicientes fue la intervención del “eximio cantor de la vega, Vicente Medina” que leería “varias de sus magnificas producciones, pronunciando un breve discurso de salutación a la Huerta”. Actuó de mantenedor en este acto “el ilustre exministro y figura de extraordinario relieve en los momentos actuales don Manuel Burgos y Mazo”.

Enriqueta Alemán tenía 18 años en aquellos días. Tras la Guerra Civil, en 1940, contrajo matrimonio con José Ruiz Barceló, con quien tuvo tres hijos varones. Falleció en Murcia en octubre de 2012, a los 99 años de edad.  

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