Hablar de devoción católica en Murcia es hablar de sentimiento, sensaciones,… y no es cosa moderna, ni mucho menos, ya desde tiempos antiguos hay constancia de ello, como por ejemplo hacia la Virgen de la Arrixaca.
Pero vamos a centrarnos en los pueblos o núcleos de población que envuelven a la capital murciana como, por ejemplo, Torreagüera. De la poca documentación existente sobre ello, se ha podido constatar que en el siglo XVII existía advocación a San Blas, y ya, en el primer tercio del siglo XVIII al Stmo. Cristo del Valle, que se convertiría en patrón del pueblo.
En cuanto a las procesiones que se celebraban, las primeras noticias son del siglo XIX, donde se describen los actos de las fiestas en honor a San Blas, entre los que se encuentra la procesión o las fiestas en honor al Stmo. Cristo del Valle. A colación con la procesión que se celebraba en las fiestas patronales de Torreagüera entre finales del siglo XIX y el primer tercio del XX, en estas desfilaban San Miguel Arcángel, Virgen de los Remedios, Virgen del Rosario, San Antonio Abad, Inmaculada Concepción y el Stmo. Cristo del Valle, culminando el desfile procesional el tradicional castillo de fuegos artificiales.
Resaltar que la talla del patrón estaba atribuida al escultor Nicolás de Bussy y, por ejemplo, la Virgen de los Remedios junto con la Virgen de los Dolores a Roque López.
Todos estos actos quedaron en suspenso durante el periodo de la Guerra Civil 1936-1939, cuando entre febrero y marzo del 36 fueron destruidas todas las imágenes religiosas, incendiándolas en la rambla del Garruchal; excepto la imagen del Cristo Yacente, realizada en talleres tipo Olot a finales del XIX principios del XX, que fue escondida en un domicilio particular envuelta entre mantas. Una vez acabada la contienda, comenzó una nueva era procesional, con el esfuerzo de muchas personas a nivel individual o a través de colectas populares, restableciendo así, las imágenes para la parroquia; que no contaba con ninguna tras la barbarie cultural-patrimonial perpetrada en el conflicto bélico.
A principios del siglo XX, y sobre todo en la década de los 40, comenzó a forjarse un nuevo tiempo de procesiones en Torreagüera y, cómo no, en la Semana Santa, cuyo origen se podría datar en el siglo XIX. Nació el Apostolado de la Oración, encargando la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en 1942, la cual procesionó por el pueblo en 1947 en su festividad. También se realizó la imagen del Stmo. Cristo del Valle, que fue una restauración del escultor Sánchez Lozano, costeada por los herederos de Antonio Martínez Nicolás, y la Virgen del Rosario del mismo autor y costeada por suscripción popular. A estas, hay que añadir las imágenes de San Antonio, pagada por el pueblo; San José, donada por José Martínez; Virgen de los Dolores, realizada por Hurtado Garre; Cristo Yacente, conservado de antes de la revolución; Virgen Inmaculada con niño, Virgen de Fátima y la Virgen del Carmen costeada por Severo López.

- Artículo Semana Santa de Torreagüera -
En cuanto a las hermandades procesionales de Semana Santa, pertenecientes a la cofradía del Stmo. Cristo del Valle, tal y como las conocemos hoy en día, nacieron en esas décadas, si bien el Santísimo junto con alguna otra imagen tomaban las calles los Jueves Santos del siglo XIX. En 1940, la Hermandad de la Santa Cruz renació procesionando ese mismo año, siendo su presidenta Manuela Rodríguez Martínez, y en 1946 saldría a las calles del pueblo La Dolorosa, obra de Hurtado Garre, de estilo salcillesco y a la que el mismo escultor, junto con miembros de su familia, visitó en la parroquia, el día de su bendición. En 1954 Juan Moreno Díaz, cabo de andas de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, junto con su camarera Dña. Carmen Díaz y vecinos de Torreagüera, encargan a Sánchez Lozano la realización de la actual imagen del Nazareno, que comenzaría a procesionar en 1.957.

- Imagen del Nazareno (Sánchez Lozano) de 1957 -
Pero cuando realmente se inició el despegue de la Semana Santa de Torreagüera, fue en la década de los años 80 del siglo XX. Culpa de ello sería de Antonio Serrano, uno de sus grandes valedores. Este, encargó al imaginero Hernández Navarro, la talla de la Virgen de la Esperanza, comenzando así a surgir nuevas hermandades como la de San Juan, obra también de Hernández Navarro. En aquella época existían tres procesiones, la de las palmas, en Domingo de Ramos, la del silencio, Jueves Santo, y Viernes Santo, con la del Santo Entierro. En estas procesiones, solo se obsequiaba con caramelos a los asistentes en la de viernes. El origen del reparto de caramelos en las procesiones podría ser de origen medieval, en donde los penitentes de las filas, para que se le otorgara el perdón de una falta cometida en una penitencia pública, el 'pecador', aprovechaba el anonimato de la túnica, para entregar al ofendido los bienes que creyera como arrepentimiento. En el caso de los estantes, es muy distinto: como los mismos eran procedentes en su mayoría de la huerta, pagados por los señores, y los recorridos procesionales muy largos, para paliar el gran esfuerzo realizado y reponer fuerzas llevaban en su túnica habas, huevos cocidos,…
En 1996, surgió la procesión del Resucitado, la gran esperada por todos los torreagüereños, que llenó de color y alegría las estrechas calles de la pedanía la mañana del domingo de Pascua. Gran mentor del nacimiento de esta fue Manuel Garre, que recibió la talla realizada por Hernández Navarro en ese año. En nuestra iglesia, según documentación, existía un Cristo Resucitado que participaría en la procesión de Murcia antes de que la cofradía capitalina tuviese imagen propia. En este cortejo comenzaron a desfilar, tras la representación en la Plaza de la Iglesia del pasaje litúrgico de la Resurrección, el propio Resucitado, al que se unieron San Juan, Virgen del Glorioso Amanecer, de Hernández Navarro, Ángel sobre sepulcro vacío, de Fernández-Henarejos, y Santa María Magdalena, del mismo autor. La peculiaridad de este desfile radica, en que se dió participación en el mismo a los niños con dos pasos adaptados a ellos; San Pedro arrepentido de García Villalgordo y San Miguel Arcángel, obra italiana de principios del siglo XX. A resaltar, que el trono de María Magdalena es portado solo por estantes femeninos y que se representa el personaje del demonio vencido por el bien, a través de ángeles.

- Representación del demonio -
A comienzos del siglo XXI la Semana Santa de Torreagüera llegaría a su madurez, uniéndose a los pintorescos desfiles pasionales, salpicados por los diferentes colores de las túnicas, rojos, blancos, negros, granates, morados,… nuevas procesiones, como la celebrada en Viernes de Dolores de 2009 con las imágenes de La Dolorosa y Cristo del Rescate, obra de Hernández Navarro, y solicitada al imaginero por José Tomás, por una promesa. A estas se añadió el Vía Crucis, tan solemne y respetuoso por las serpenteantes callejuelas de Torreagüera. Se crearon reconocimientos públicos, como el Nazareno del año para agradecer la labor de las personas que altruistamente se vuelcan con la Semana Santa. Reconocidos fueron Manuel Garre, María del Carmen Medina y Juan Antonio Pastor, entre muchos otros.
También en estas primeras décadas se incorporó la figura del Pregonero de la Semana Santa, habiéndola pregonado personalidades varias como Gabriel Ibáñez, Manuel Escudero, María Dolores Pagán, Fernando López Miras,… No quiero olvidarme del besamanos a la Virgen de Los Dolores y el besapiés al Cristo del Rescate. Todos estos actos pasionales hacen que la Semana Santa de Torreagüera sea reconocida a nivel regional. Este año 2025 será pregonero de esta singular Semana Santa Diego Avilés Correas y nazarenos honoríficos José Sánchez Carreras y Victoria Perona Maturana, muy merecida esta distinción para ambos.
La última incorporación procesional al pueblo fue en 2020. Se realizó la recreación de la primera procesión documentada del antiguo Reino de Murcia, allá por el año 1266, cuando el Rey Jaime I tomó Murcia. En ella aparecen, estandartes, numeroso clero, cruces altas, caballeros (vestidos de época cristianos y moros) y la Virgen María -en este caso visitó Torreagüera, la Arrixaca, de origen medieval-; todo ello tendría lugar en el casco antiguo de la pedanía.
No debo dejar de mencionar en este relato que la actual imagen del Stmo. Cristo del Valle se colocaría en su altar en marzo de 1940, coincidiendo con la Semana Santa, por lo que este año 2025 cumple su octogésimo quinto aniversario. Tampoco hay que pasar por desapercibida la antigua y extinta tradición en la que cada jueves santo, se ofrecían viandas a los mas necesitados de nuestro pueblo, y que no estaría demás rescatarla.
Por todo lo expuesto, Torreagüera está en una importante posición cultural, dentro del municipio capitalino. Esperemos, se mantenga con el paso de los años.
Sirva este relato de homenaje a todas las personas que colaboran con sus ciudades, pueblos o pedanías en el mantenimiento de nuestras raíces, así como sus tradiciones y que aman estas, su cultura.

- Cartel de la Semana Santa 2025 -
Raúl Jiménez y Lorca es cronista de Torreagüera