MURCIA. Las altas temperaturas y las sucesivas olas de calor de este verano están pasando factura al Mercado Saavedra Fajardo, donde los comerciantes coinciden en que las ventas están siendo notablemente más flojas que en años anteriores. 

"Cada vez son más bajas, este año está siendo peor que el anterior, porque con el calor mucha gente decide irse a la playa", explican desde una carnicería del mercado. Según dicen, la “sequía” de clientes se nota especialmente en las horas centrales del día, cuando las calles quedan vacías.

Aun así, defienden que sus precios son competitivos en comparación con los supermercados y destacan la atención personalizada: "Aquí le damos al cliente lo que necesita exactamente. Si solo quiere un par de trozos, se los lleva, no tiene que comprar una bandeja con más".

En la panadería también constatan el descenso de las ventas: "Los días de mucho calor la gente no sale, y eso se nota. Desde junio estamos con olas de calor. Es verdad que aquí los precios son un poco más altos, pero por la calidad y el trato cercano la gente sigue eligiéndonos", explican.

Desde una charcutería confirman la tendencia a la baja: "El primer sábado de julio tan flojo no lo había visto nunca. Antes los clientes encargaban para llevarse a la playa, pero este año no está siendo así", lamenta. El comerciante asegura que los precios se han mantenido y que la poca clientela que acude lo hace a primera hora para evitar el calor sofocante.

"La gente sigue gastando en otras cosas, pero aquí se nota que ahora esperan a salir por la noche, cuando refresca un poco, y eso a nosotros nos deja el día vacío. Habrá que adaptarse, quizá abrir más temprano o buscar nuevas formas para atraerlos durante el día", reflexiona.

A pesar de todo, algunos clientes habituales siguen fieles: "La compra grande la hago aquí siempre. Los productos son de calidad, más baratos que en los grandes supermercados y, sobre todo, por la cercanía. Saben qué me gusta y me aconsejan. El trato es especial", asegura una clienta en la charcutería, poniendo una nota positiva a un verano difícil para los comerciantes.