MURCIA (EP). Las labores de restauración de los más de 90 elementos singulares de la Cárcel Vieja de Murcia, edificio protegido con grado 2 por el Plan General de Ordenación Urbana, encaran su fase final, según informaron fuentes municipales en un comunicado.
La vicealcaldesa y concejala de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez, ha realizado una visita técnica al taller donde se realizan los trabajos, enmarcados en la fase 2.1 del proyecto, con el objetivo de proteger el valor histórico de la antigua prisión provincia.
Bajo supervisión técnica y con el informe favorable de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad, la intervención prioriza la conservación sobre la sustitución, integrando en el resultado de las imperfecciones que dan carácter y autenticidad a las piezas originales.
Un equipo de restauradoras cualificadas trabaja en un taller específico habilitado para la limpieza, reparación y consolidación de 32 piezas entre las que figuran elementos de madera, la garita de vigilancia y la campana de la antigua cocina (20 piezas), rótulos, dibujos y pinturas murales originales (8) y enseres históricos del interior del edificio (4).
También se prevé la recuperación de rejas de ventanas (60 unidades) y otros elementos arquitectónicos como escaleras, mamparas de locutorios y puertas originales.
Cada pieza ha sido documentada con un registro fotográfico detallado antes, durante y después de su restauración, garantizando la trazabilidad de los trabajos, que mantienen las imperfecciones como parte del valor patrimonial y emocional del edificio.
Durante la visita técnica, Pérez ha destacado que "la conservación del patrimonio no es una opción, es una obligación que define nuestra identidad como ciudad y como sociedad", y ha puesto en valor el "compromiso" del Ayuntamiento con la preservación del legado histórico como uno de los ejes centrales de su acción de gobierno.
Tratamientos
En cuanto a la intervención sobre los elementos de madera, los trabajos son ejecutados con técnicas especializadas y respetuosas con los materiales originales. En primer lugar, se realiza la consolidación de las zonas afectadas por ataques xilófagos, aplicando Paraloid B72 de forma localizada una vez que la madera ha sido limpiada y resanada.
Las zonas donde la madera ha desaparecido por completo --principalmente en las partes bajas-- son objeto de reconstrucción mediante pasta de madera, recuperando así su forma original.
El proceso incluye una limpieza mecánica llevada a cabo con aspiradores, cepillos suaves y, puntualmente, bisturí, y una limpieza química a base de una disolución de jabón neutro diluido en agua. Para garantizar su durabilidad, se aplica una desinsectación con Xylamon, que protege la madera frente a nuevos ataques de insectos, hongos y humedades.
Finalmente, todas las piezas intervenidas reciben una capa de barniz acrílico satinado especialmente formulado para interiores que actúa como protección final.
En los elementos metálicos, como rejas, bisagras y herrajes, la restauración comienza con una limpieza en seco, utilizando herramientas de medio filo y lana de acero. En aquellos casos donde la suciedad o el deterioro lo requieren se recurre de forma puntual al uso de decapantes.
La protección final de estas piezas se realiza mediante la aplicación de un barniz mate específico para metales que permite conservar los efectos del paso del tiempo, como la erosión o pequeñas imperfecciones, consideradas parte del valor histórico de los objetos.
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