El Ayuntamiento de Torre Pacheco ha abierto el proceso para adjudicar el contrato de seguridad que abarcará tanto los eventos municipales como distintas dependencias del Consistorio. Se trata de un servicio esencial para garantizar el correcto desarrollo de actos públicos y la protección de los inmuebles municipales, un ámbito que, según subraya la administración local, requiere un enfoque preventivo, presencia constante y una coordinación efectiva con los cuerpos oficiales de emergencia. El valor estimado del contrato es de 330.000 euros para los próximos dos años.

El pliego especifica que el objeto del contrato es la prestación de servicios de vigilancia, custodia del material, control de accesos y protección de las personas que se encuentren en los recintos. “El servicio tendrá un carácter eminentemente preventivo y se realizará con vigilancia presencial”, detalla el documento, que remarca que los vigilantes deberán actuar de forma proporcionada, diligente y con estricto respeto a la normativa vigente. A ello se suma la obligación de realizar intervenciones frente a posibles actos delictivos, infracciones administrativas o situaciones que puedan alterar el desarrollo normal de las actividades municipales.

La presencia física en cada ubicación será asumida por un vigilante de seguridad sin arma, respaldado por los recursos humanos y materiales de la empresa adjudicataria. Estos profesionales tendrán la responsabilidad de informar inmediatamente a las autoridades competentes en caso de incidencias relevantes y de adoptar medidas urgentes para asegurar la integridad de personas e instalaciones. El Ayuntamiento recuerda que cualquier indicio de riesgo deberá ser comunicado de forma inmediata, para activar los protocolos preventivos establecidos.

El personal de seguridad, además, colaborará activamente con los servicios de emergencia en caso de evacuaciones, emergencias médicas o situaciones de riesgo. Los vigilantes deberán conocer con precisión los planes de seguridad y protección civil de los edificios donde presten servicio y seguir en todo momento las instrucciones de los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. “El personal de seguridad privada estará obligado a auxiliar y colaborar especialmente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, recuerda el pliego.

Para una organización eficaz del servicio, el Ayuntamiento comunicará con al menos cuatro días de antelación el lugar, fecha y horario de cada actuación, salvo casos de urgencia que permitirán una notificación mínima de doce horas. Asimismo, el Consistorio podrá redistribuir las horas sobrantes de un servicio para reforzar otros incluidos en el contrato, lo que permitirá adaptar la cobertura a las necesidades puntuales de cada evento.

El documento insiste también en los principios rectores que deberán regir la conducta de los vigilantes: legalidad, integridad, corrección en el trato con la ciudadanía, proporcionalidad y reserva profesional. El Ayuntamiento subraya que estos criterios “deben garantizar un servicio eficaz, respetuoso y plenamente ajustado a la normativa de seguridad privada”, con el fin de proteger tanto los bienes públicos como a las personas que participen en las actividades municipales.