MURCIA. Habrá otra final Sinner-Alcaraz, esta el lunes en el Masters 1.000 de Cincinnati. Carlos Alcaraz Garfia confirmó su presencia en la pelea por el título en el torneo estadounidense previo al US Open al ganar al alemán Alexander Zverev por 6-4 y 6-3 en 1 hora y 34 minutos de un partido en el que sudó para llevarse el primer set y en el que se anotó el segundo de forma holgada ante un mermado oponente. 

El de Hamburgo, que es diabético, ya dejó entrever que no estaba para disputar un duelo de este nivel y ante tan intenso calor con plenas garantías, algo que apuntó después de vencer en semifinales al estadounidense Ben Shleton por un doble 6-2. Lo dijo con motivos.

En esta nueva pelea, ya habitual, el murciano se enfrentaba por duodécima vez a este adverario. El número 2 del mundo, de 22 años, y el 3, de 28, frente a frente en otro episodio de este cara a cara que dominaba el teutón al haber ganado al español en seis de los 11 precedentes. El más reciente se dio en las Nitto ATP Finals del pasado año y el resultado fue 6-7 (5) y 4-6 para Zverev. El 'head to head' ya arroja un 6-6.

El encuentro en la pista central del Lindner Family Tennis Center arrancó siendo dominado por Sascha, que se llevó sus dos primeros turnos de saque para colocar el 1-2 y luego tuvo un 0-30 a favor al resto. En ese momento se paralizó el juego durante 11 minutos por un nuevo eposidio de golpe de calor en la grada. Se reanudó con el 0-40 pero Alcaraz, arriesgando con dejadas que ejecutó muy bien, salió del apuro. Lo hizo con cinco puntos consecutivos.

El choque prosiguió sucediéndose las igualadas pero con Carlos ya reforzado. De hecho, en el séptimo juego logró el break mostrándose muy firme voleando -cinco subidas a la red y cinco puntos sumados hasta entonces-. Un smash le valió para establecer el 4-3 y, echando la bola al aire, llegó al 5-3 con tres aces seguidos. Tremenda reacción la suya. Trece puntos ganados por parte de Carlos de los 16 jugados desde aquellas tres bolas de ruptura que tuvo el germano le permitieron acariciar el set. Zverev reaccionó para resistir en la manga pero el español tenía la posibilidad de cerrarla con su servicio. Y lo hizo manteniendo el gradísimo tono alcanzado. Otros tres saques directos para llegar a nueve -acabaría con 11- y set ganado sin que su rival contactase con la pelota después de 53 minutos.

En un examen de máxima exigencia el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López estaba sacando nota y así debería continuar. El segundo parcial lo inició con esa inercia positiva y elevando aún más el nivel de su tenis. No en vano, dispuso de otras dos posibilidades de quiebre y en la segunda de ellas obtuvo su propósito.

Sin embargo, no le dio continuidad inmediata porque, tras tener un 40-15 favorable, se lio cometiendo sus cuatro primeras dobles faltas en el encuentro cuando hasta entonces estaba mostrando gran fiabilidad al servicio. Ese gran hándicap le hizo ceder el terreno que había ganado ante un rival ya con claros síntomas de cansancio pero que, incluso así, fue capaz de retomar la iniciativa (1-2). El hamburgués se fue al vestuario empapado en sudor y seguramente deshidratado para recibir atención médica. 

De vuelta a la pista CA recuperó y mostró más energía que su oponente, quien seguía con mala cara. En blanco estableció el empate y, con la consigna de hacer correr a Alexander, apretó pero el alemán, tirando de calidad, resistió (2-3). En todo caso, parecía cuestión de tiempo que Alcaraz lo decantara de su lado porque es que Zverev apenas podía correr y el español hizo lo que le tocaba. El 3-3 también lo hizo sin conceder nada y el 4-3 al resto del mismo modo. El partido prácticamente ya había dejado de ser una competencia y el segundo cabeza de serie lo tuvo fácil para sellar el billete. Tanto que ya ni celebró sus puntos por respeto a quien sufría al otro lado de la red y se anotó 16 seguidos, los últimos 16 del choque. Tras otros 52 minutos, ganó un choque en el que sumó 66 por los 46 del jugador que tenía enfrente, éste absolutamente entregado desde mediado el segundo set aunque optó por no abandonar. 

En la final el rival será el italiano Jannik Sinner, líder de la ATP. El de San Cándido, de 24 años, superó al francés Terence Atmane por 7-6 (4) y 6-2 para plantarse en la lucha por el título en un torneo en el que venció sus cinco partidos sin ceder ni un solo set. Inapelable hasta ahora. Será el decimocuarto encuentro ATP entre Carlos y Jannik, los dos mejores tenistas de la actualidad y que tienen pinta de serlo en la próxima década. Por el momento Alcaraz domina ese historial de enfrentamientos por 8-5 aunque el más cercano en el tiempo se lo llevó el transalpino. Fue en la final de Wimbledon y remontando (6-4, 4-6, 4-6 y 4-6) un mes después de lo ocurrido en la de Roland Garros, donde el que remontó fue el palmareño (4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2)).