MURCIA. Un trabajado pase a semifinales en el Masters 1.000 de Cincinnati. Carlos Alcaraz Garfia salió victorioso de una dura pelea contra el ruso Andrey Rublev, al que superó en tres sets por 6-3, 4-6 y 7-5 en 2 horas y 14 minutos. La próxima madrugada se medirá al alemán Alexander Zverev por un puesto en la final del lunes en el torneo estadounidense previo al US Open. 

Era el quinto encuentro ATP entre el de El Palmar, de 22 años y segundo jugador del mundo -sólo está por detrás del italiano Jannik Sinner- y el de Moscú, de 27 y que es el undécimo. En tres de los cuatro anteriores venció el español, el más reciente en los octavos de final del último Wimbledon con remontanda (6-7 (5), 6-3, 6-4 y 6-4). Anteriormente también se impuso en las Nitto ATP Finals de Turín en 2024 (6-3 y 7-6 (8)) y de 2023 (7-5 y 6-2), en ambos casos en la fase de grupos. El único triunfo del ruso contra Carlos se dio precisamente en España, en los cuartos de final del Mutua Madrid Open de 2024 (6-4, 3-6 y 2-6).

Este nuevo choque, sobre superficie dura y mucho calor, arrancó con los dos tenistas ganando su saque sobre la pista central del Lindner Family Tennis Center pero pronto se puso Alcaraz al mando. El break que le dio el 2-1 lo logró con una de sus clásicas dejadas y luego rematando con un smash.

Con firmeza y mostrando gran concentración el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López confirmó su ventaja y, aunque Rublev puso el 3-2 en blanco y luego el 4-3 con más dificultad, daba la sensación de que tenía el partido bajo control frente a un rival que, fiel a su estilo, no paraba de protestar. Sin embargo, al murciano se le pudo complicar el set en el octavo juego hasta el punto que se vio 0-30 abajo en su cuarto turno de saque pero reaccionó a tiempo y, con cuatro puntos seguidos, salió del apuro (5-3).

Otros cuatro del tirón le valieron a Carlos para cerrar la manga después de 35 minutos y rubricándolo con determinación. Otra subida a la red para machacar.

La segunda manga la inició CA con el mismo brío y así se llevó su servicio de forma clara. AR respondió igualando en blanco y, de ese modo, rompió una racha de tres juegos seguidos en contra. Pese a ello el segundo cabeza de serie en el torneo no aflojó y continuó sumando con celeridad echando la bola al aire.

El ruso, tratando de atacar más a su oponente, lo igualó a 2 y más tarde a 3 pero el español replicó con sutileza. Sus dejadas hicieron daño, como de costumbre, y también la derecha le ayudó a seguir llevando la iniciativa. Así fue hasta que se lio. Una doble falta, la primera que cometía en el encuentro, le dio a Rublev su primera opción de break en el partido y la aprovechó porque un tiro que se le fue largo a Alcaraz supuso el 3-4.

Lo que iba bien se torció y Carlos pareció desconectado. Así, con varios errores, encajó el 3-5 y todo apuntaba a que el encuentro se resolvería en el tercer set y es lo que sucedería. Rublev forzó el desempate con dos muy buenos saques seguidos para dar carpetazo a este parcial en 40 minutos.

Era cuestión de recuperar el tono y en eso estaba Alcaraz en un encuentro que estuvo seis minutos parado por un caso de golpe de calor que sufrió una mujer en la grada. Volvió el tenis con el de Moscú creciendo aunque Carlos no le fue a la zaga (2-1). Dispuso, además, de su tercera y su cuarta posibilidad de quiebre en el choque. Tras hacer buenas las dos primeras no repitió con estas dos al cometer dos errores. 

Eso le hizo daño y acto seguido le tocó ir a remolque con un peligroso 0-30 y la amenaza del 2-3 latente. No se descompuso y lo levantó yendo a por su rival, al que endosó cuatro puntos seguidos en un momento delicado.

La tensión iba a más y se notó. De ahí el ¡vamoooooos! del murciano al lograr el 4-3 y, a continuación, al resto apretó y de qué manera. Un gran globo reforzó su confianza y obtuvo el break para pasar a servir en busca de la victoria. Tampoco entonces lo tendría sencillo. De hecho, Rublev, agarrándose a la pista, consiguió el contra break para colocar el 5-4 y su saque para empatar. Lo aprovechó frente a un Alcaraz que volvió a mostrarse errático.

El encuentro obligaba a seguir peleándolo, algo que el número 2 del mundo interpretó bien. Un esfuerzo extra más traería consigo el premio y Andrey ayudó. El encuentro, de hecho, terminó con una doble falta del ruso y su monumental cabreo. Tras otros 59 minutos el acceso a semifinales estaba sellado en un encuentro en el que el puntaje global fue parejo (92-89).

Ya en la pelea por un puesto en la final y sin descanso aguardará un nuevo envite. Será no antes de las doce de la próxima medianoche -hora española- ante Zverev, de 28 años y número 3 del mundo, que se impuso al estadounidense Ben Shelton con rotundidad por un doble 6-2. Al de Hamburgo se enfrentó 11 veces en el circuito con un bagaje desfavorable de 5-6. En juego estará el billete para el partido del lunes, en el que muy posiblemente esté Sinner, quien se medirá al sorprendente francés Terence Atmane, quien a sus 23 años llegó a Cincinnati como el 136 del mundo y está en semis.