MURCIA. Altivos castillos medievales diseminados por la geografía regional, un monarca y su corte, animales intemporales y cargados de simbolismo, pinceladas de paisajes... La galería Babel de Murcia vuelve a conmemorar con arte el 1.200 aniversario de la fundación de la ciudad de Murcia y lo hace con la quinta muestra individual de las doce que tiene programadas (una por cada mes) dentro de su programa MURCIA2025. Con cada exposición se va avanzando en el tiempo y, en esta ocasión, la exposición Trovadores en el siglo de Alfonso X el Sabio, de Fausto Guillén, traslada al espectador al siglo XIII, en una Murcia donde el llamado Rey Sabio fue una figura que destacó sobre todas las demás.
Y es que no hay que olvidar que el rey Alfonso X es el gran protagonista de este periodo medieval, influyendo decisivamente en la historia de Murcia. Además, durante su reinado (1252-1284) fue un mecenas y promotor de la cultura. Como ejemplo, el director de la galería, Javier Cerezo, señala que en Murcia ordenó construir el Studium Solemne de los dominicos en 1266 y la Escuela de Murcia en 1269. Igualmente, en 1272 se puso en funcionamiento un Studium Generale, que sería el origen de la Universidad de Murcia, apunta el galerista.
Explica Cerezo que "los pequeños bodegones, las naturalezas muertas, los retratos y los paisajes que Fausto Guillén trae a esta exposición, siempre alegóricos aún en su realismo, tienen la vocación de contar historias en detalle. El artista construye con sus pinturas lugares introvertidos que sugieren estados de ánimo. Las obras sumergen al espectador en un laberinto de significados legibles que retratan a la sociedad del siglo XIII a corta distancia, aunque impidiendo que se vean como lugares concretos o reconocibles".
Así, las pinturas de Fausto Guillén buscan profundizar en cómo el hombre se relaciona con su entorno. Retratan y narran la sociedad de aquella época a través de objetos, animales y edificaciones, como pueden ser los castillos de Blanca, Lorca, Monteagudo, Moratalla, Mula, Jumilla o Aledo.
Espacios vivos
- Trovadores en el siglo de Alfonso X el Sabio, de Fausto Guillén -
"Las obras de Fausto Guillén hacen un recorrido por la Murcia del siglo XIII, tanto en el interior de la medina y de los jardines interiores como a través de las huertas de extramuros. Estos reductos de naturaleza, revividos como estancias secretas, son una recreación y celebración de la intimidad que el artista convierte en espacios vivos. En los acrílicos de Fausto Guillén, donde abunda la sugerencia de sonidos y movimiento, se multiplican las variaciones cromáticas y los efectos luminosos inundando sus cuadros de una atmósfera mágica de aire denso donde no existen las cicatrices del paso del tiempo. Fausto Guillén pinta lugares humanizados donde se respira la paz de una cierta soledad que ha conseguido acomodarse en ellos", sigue apuntando el director de Babel.
El galerista también destaca que "los retratos de Fausto Guillén han heredado el rigor expresivo de las figuras bizantinas y la austeridad del arte románico, pero, profundizando en un estilo propio, ha conseguido plasmar un enigmático vacío en torno a los rostros que pinta. El emotivo desierto de sus rostros representa siempre una gran agudeza caracterizando con rigor la personalidad de estas figuras históricas".
Cerezo recuerda, finalmente, que el Alfonso X, con sus luces y sombras, convirtió Murcia en la capital del nuevo Reino de Murcia y en una de las tres ciudades en las que iba rotando su corte itinerante, junto a Toledo y Sevilla. Aunque, a pesar de la intención que él mostró para que su obra política no tuviera rupturas, su fallecimiento en 1284 dejó cuestiones irresueltas; por ejemplo, en 1296 el reino de Murcia sería cedido a la Corona de Aragón, aunque sería devuelta a Castilla en 1304.

- Trovadores en el siglo de Alfonso X el Sabio, de Fausto Guillén -