MURCIA. Suspense, misterio, algún que otro susto, persecuciones, el mundo de los sueños, la salud mental... Esto y muchas emociones, como si de "una montaña rusa" se tratase, confluyen en Reversión, la primera película del director Jacob Santana que llega este viernes a los cines de toda España. Nada es lo que parece, advierte el cineasta, quien ha trabajado durante muchos años como ayudante de dirección, siendo consciente de lo que cuesta sacar adelante un proyecto. Él lo ha hecho por la puerta grande con este largometraje protagonizado por el murciano Jaime Lorente, Manuel Vega, Belén Rueda y Fernando Cayo.
La historia cuenta cómo Mario (Jaime Lorente) se muda a una nueva casa con sus padres y con su hermano mayor David, al cual está muy unido. Mario sufre episodios de ansiedad y falta de concentración, por lo que está tomando una medicación de manera regular. Una tarde, Mario presencia como secuestran a su hermano mayor. Después de 19 días de angustiosa espera, David vuelve a casa, pero no recuerda nada de su desaparición. Desde ese momento, Mario nota suficientes cambios en la personalidad y el comportamiento de su hermano como para empezar a creer que la persona que ha regresado no es su verdadero hermano.
Murcia Plaza habla con Jacob Santana sobre Reversión y sobre otra película que verá la luz en enero, El Vestido. Un doble estreno para el debut de un director que empieza a lo grande y que se ha propuesto no dar tregua al espectador.
Jacob, este viernes llega a los cines de toda España Reversión, tu primera película. ¿Qué emociones estás experimentando?
Estoy muy emocionado y con muchos nervios, la verdad. Es como el día de los Reyes Magos, cuando antes de acostarte estás pensando: ¡Ay, qué me van a traer!
¿Es la película que querías hacer, estás satisfecho?
Totalmente. Cuando he dirigido otras cosas, han sido proyectos que me han caído encima, no por elección. Por eso, hasta ahora no sabía muy bien cuál era mi tono. Siempre me ha gustado mucho el thriller, pero no encontraba la historia o me parecía muy caro embarcarme en una película. Porque como ayundante de dirección he estado metido en el cine toda la vida y sé lo que cuesta levantar una película, lo difícil que es hacer que haya lluvias o persecuciones. Pero cuando me llegó esta película la veía por todos lados, la quise hacer.
En el cartel de Reversión se advierte de que 'nada es lo que parece'. ¿Qué es lo que has querido contar y cómo?
La película es una historia de cajas chinas, un juego de espejos, en el que no paran de surgir nuevas cosas. Lo que es, en realidad, es un producto de divertimiento, de entretenimiento, que busca que el espectador se deje llevar un poco por la historia. Es verdad que he querido dejar un poso al cambiar la venganza por la justicia divina, por la justicia emocional. No estoy muy a favor de la venganza física y me interesaba mucho darle también ese giro y cortar el ciclo de la violencia.
¿Cómo ha sido trabajar con el actor murciano Jaime Lorente?
Es una persona maravillosa. Además del talento que tiene, es una persona muy bonita.

- Jaime Lorente en Reversión -
¿Y tú como director cómo te ves? ¿Dejas libertad a los actores, estás muy pendiente del texto...?
Pues del texto, no tanto, pero sí que soy un director que veo determinadas cosas y que intento marcar cuáles son y en qué momentos. Sobre todo en esta película, que es muy compleja y donde entender de dónde vienes y a dónde vas es muy difícil, porque a veces no lo sabes. Tienes que presentar un lienzo un poco en blanco y decirle al actor: mira, aquí tienes que hacer esto. Es muy importante que haya actores dúctiles, que realmente se dejen llevar y digan: vale, pues vale, a ciegas. En esta película los actores han hecho un ejercicio de confianza ciega. En la primera secuencia de la película tienen que actuar de una forma que va en contra de su naturaleza como actores. Me costó decirles que no, que había que darle una vuelta para que quedase un poquito sobreactuado (se entiende al ver la película).
¿Cómo te gustaría que saliese la gente después de ver la película?
Me gustaría que saliesen noqueados, como diciendo: ¿qué acabo de ver? Como cuando bajas de la montaña rusa más grande del mundo, que no sabes si te lo has pasado bien o mal, pero quieres subir otra vez. Y dices: me he mareado, pero no he vomitado. Con un montón de emociones y de sensaciones de haber vivido un viaje que quieres volver a experimentar.
Sin adelantar nada del argumento, que no deja de sorprender, ¿cómo podrías explicar la película?
Durante la primera parte de la película, cada vez que rodaba cosas con Jaime Lorente, yo tenía siempre en mente a la Grace de Los Otros. Porque es un personaje que está en una casa donde todo el mundo sabe algo que él desconoce. Va mirando a todos lados y preguntándose: ¿qué está pasando? Intentando desentrañar qué es lo que hay detrás de cada puerta, detrás de cada cortina. Queríamos transmitir un poco esa sensación de mirar y decir: algo está pasando, no sé qué, y me quiero enterar. Es un thriller psicológico que va a mantener la atención contantemente.
No solamente estrenas Reversión, sino que dentro de tres meses llega a los cines tu segunda película, El vestido, en la que vuelves a coincidir con Belén Rueda. Un estreno casi doble...
Pue sí, son los Reyes Magos y Papá Noel juntos. A Belén Rueda la conocí en el rodaje Reversión y es una persona luminosísima. Es maravillosa y quería volver a trabajar con ella.
Esta segunda película es de miedo. El caso es que el espectador no se relaje...
Efectivamente. Busco que el espectador no se duerma, que no se distraiga; tenerle siempre en un estado de tensión en el cual estás pendiente de la película y tus problemas se quedan fuera.

- Jaime Lorente y Jacob Santana presentan Reversión en Murcia -
- Foto: AF PICTURES