MURCIA. Tres parados de Zaragoza -Alfonso, Jorge y Gabi-, agobiados por las deudas y tras meses sin trabajo, decidieron en 1981 secuestrar al máximo goleador de la Liga, Enrique Castro 'Quini', el delantero del FC Barcelona. A cambio de su liberación pidieron cien millones de pesetas. Pero pronto descubrirían que ser malo, cuando eres bueno, no es nada fácil. Esto es lo que cuenta la serie de Movistar Plus Por cien millones de pesetas, cuyo rodaje acaba de terminar. En ella participa el actor de Torre Pacheco Agustín Otón, quien da vida al futbolista que se convierte en víctima de este rocambolesco secuestro rocambolesco y con quien, además, guarda un cierto parecido.
El intérprete pachequero -que comparte protagonismo con Raúl Arévalo, Vito Sanz y Gabriel Guevara-, lleva ocho años viviendo de su profesión, que es lo que realmente él considera tener éxito. Ha hecho de casi todo durante este tiempo, desde participar en películas como Sorda o Los Amores Cobardes; series como Amar es para siempre o Dos Vidas; u obras como La Función que sale mal o Billy Eliott, el musical, por mencionar algunos de los muchos trabajos de este licenciado en Arte Dramático por la ESAD de Murcia. Ahora, con su personaje de Quini, vuelve a dar un paso más en una carrera que es vocacional y a veces dura, según reconoce.
¿Cómo llega a ti esta serie de Movistar Plus en la que encarnas al futbolista Quini?
Pues mira, como suele pasar, a través de mi representante, que había tenido noticias de que buscaban a alguien con un determinado perfil. Los directores de casting se pusieron en contacto con ella porque pensaron que me parecía físicamente a Quini, que teníamos algo que nos hacía parecidos.
¿Y a ti que te atrajo del personaje?
Lo que a mí más me atrajo fue el hecho de hacer un personaje real, que existió y del que tenemos material que podemos usar para poder recrearlo lo más fielmente posible. Porque sí que he hecho algunos personajes históricos, pero de los que no existía un material de audio o vídeo como sí que ocurre con personajes más contemporáneos. De Quini, por ejemplo, hay entrevistas con Mercedes Milán. Es alguien, además, que está muy alejado de mi personalidad, de cómo soy yo: en la forma de hablar, el acento... En fin, era un reto y eso ¿a quién no le va a gustar? Y luego es una comedia española, muy divertida y que tendrá repercusión.
¿Qué te ha sorprendido de esta historia tan rocambolesca del secuestro de Quini?
La serie se ha rodado en un tono de comedia. Es verdad que la situación fue muy disparatada y creo que lo que mucha gente no sabía es quiénes fueron los secuestradores. Eran tres parados de Zaragoza, en unos tiempos en los que la situación en España era un poco desastrosa a nivel laboral, que decidieron secuestrar a ese jugador de fútbol. Lo eligieron de la manera más chorra, leyendo la revista 'Lecturas' para ver a quién secuestraban. Iban descartando porque uno era muy escandaloso o la otra hablaba mucho, hasta que vieron a Quini y dijeron: "este, que es muy majo y muy buen tío". De hecho, Quini terminó empartizando con ellos, porque algunos eran padres de familia y él mismo venía de unos orígenes muy humildes, por lo que entendía perfectamente la situación por la que estaban pasando.
¿Cómo ha sido el rodaje con unos actores tan reconocidos como Raúl Arevalo,Vito Sanz y Gabriel Guevara?
A Raúl Arevalo ya lo conocía porque habíamos trabajado juntos en una película. El hecho de currar con él nuevamente ha sido muy gratificante porque ya teníamos muy buena relación. La verdad es que ha sido como un padre y me ha protegido mucho en este rodaje. Los otros dos compañeros, Vito Sanz y Gabriel Guevara, que son los otros dos secuestradores, han sido también unos compañeros excelentes. Creo que las personas que podemos tener un dominio de la comedia, cuando trabajamos juntos como que la cosa fluye muy bien, es más divertido y más llevadero. Luego también han participado personas como mi mujer o Teresa Rabal, con la que tuve una secuencia un día, lo cual me hizo mucha ilusión por ser una compañera de la tierra.
¿Cuánto tiempo habéis estado rodando y cuáles han sido las localizaciones?
El rodaje empezó a finales de abril y terminó el lunes de esta semana. Es una miniserie de tres capítulos, de unos cincuenta y pico minutos cada uno, y ha sido grabada en su mayoría en Madrid, porque las localizaciones han sido en interior. El bar, el taller y todos esos espacios han sido en unos estudios de Madrid y, luego, algunos exteriores se han grabado en Zaragoza y Barcelona, que es donde realmente acontecieron los hechos.

- Agustín Otón -
¿Crees que este va a ser el papel que, de momento, va a dar más rédito en tu carrera?
Bueno, es probable. No es que sea el proyecto más serio o más importante, pero sí con el que ha caído un mayor protagonismo sobre mí. Puede ser, pero lo importante es seguir trabajando.
Porque el oficio de actor tiene muchos vaivenes...
Pues mira, es verdad que, de repente, a raíz también de este proyecto, como que hay gente de mi entorno o gente de mi pueblo, que me dice: ¡Oh, qué bien, ahora va a ser un momento en el que vas a tener éxito! Y me da cierto coraje que la gente piense que el éxito es protagonizar una serie que va a ser más mediática, porque para mí el éxito es poder seguir trabajando. Y eso como que nunca se valora o por lo que nunca te felicitan. Para mí el éxito es haber estado trabajando ocho años viviendo de la profesión, estando en cartel en una sala de teatro y renovar otra temporada. Además, de hacer proyectos con mis amigos más cercanos de la profesión, como Pedro Ángel Roca. El éxito es al final no perder las ganas nunca y estar ahí en activo.
¿Alguna vez te han dado ganas de tirar la toalla y volverte a Torre Pacheco?
Bueno, pues sí, siempre hay un pequeño atisbo de eso, cuando das un pequeño paso atrás, que en realidad no lo es, pero en ese momento no lo tienes claro. Además de que vivir en Madrid resulta muy caro. Tener que irme un mes, por ejemplo, a servir copas al bar de un amigo no es dar pasos atrás, es simplemente hacer una pausa en la profesión. Pero entonces, ahí sí que algunas veces te lo planteas y piensas que a ver si va a ser más que una pausa y que se acaba ahí...
Pero, lo cierto es que no has parado de hacer cosas y ahora estás en un momento 'dulce'...
Sí, es un momento bonito, porque al final, cuando tenemos un trabajo vocacional y encima es duro, trabajar es muy gratificante.
¿Tienes algún proyecto en vista después de esto?
Bueno, justo ahora empiezo un proyecto ahí en Murcia, a principios de julio, para grabar una serie que se llama Making Of, que es de una productora murciana que se llama A Poco A Poco. Se trata de una serie que va sobre los tejemanejes que se crean en un rodaje, un poco rollo Paquita Salas y Poquita Fe (donde, por cierto, Agustín Otón aparece en la próxima temporada),.
También has participado en la premiada película murciana Sorda. ¿Cómo ves el momento del cine murciano?
Estaba claro que esto iba a pasar, porque el talento que hay en Murcia es una pasada. El cine de Murcia tiene algo con lo que todo el mundo empatiza, porque son cosas muy de la gente, muy arraigadas a la tierra. Es un momento muy bueno, como lo demuestra que Sorda fue la película más premiada en el Festival de Málaga. Ya era hora de que el talento murciano se diera a conocer. A ver si con el tema de la Film Commission se logran hacer más proyectos en la Región, no solo locales, también nacionales.

- Agustín Otón -