La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por José Manuel Chacón y Arquitectura de Barrio será la encargada de redactar el esperado Plan Director del conjunto de baterías de costa históricas de defensa de la bahía de Cartagena, tras resultar seleccionada como la mejor oferta en el procedimiento convocado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), dependiente del Ministerio de Cultura.
El contrato, adjudicado por 177.308,30 euros (sin IVA), se financiará con cargo a los fondos europeos NextGenerationEU, y servirá como documento técnico y estratégico para ordenar, diagnosticar y proyectar futuras actuaciones de protección, restauración y puesta en uso de 29 construcciones militares repartidas entre los municipios de Cartagena y La Unión.
El proceso de licitación, amparado por la Ley de Contratos del Sector Público, contó con la participación de cuatro equipos técnicos. No obstante, solo tres pasaron a la fase final: el despacho del arquitecto Josep Maria Fortià Rius fue excluido por no alcanzar el umbral técnico mínimo de 30 puntos establecido para los criterios no evaluables por fórmula, tal como recoge el acta de la mesa de contratación.
Tras la apertura de las ofertas económicas, ninguna fue considerada anormal o desproporcionada. La UTE Chacón-Arquitectura de Barrio resultó finalmente la mejor valorada, no solo por su propuesta técnica, sino por mejoras gráficas adicionales que incluyeron ortofotografías aéreas realizadas con dron y fotografías marítimas del conjunto defensivo, lo que refuerza el valor documental del futuro plan.

- Baterías objeto de estudio -
Un proyecto clave para el patrimonio militar y cultural
Las Baterías de Costa y Antiaéreas de Cartagena son un conjunto de construcciones fundamentales para la recuperación de la memoria histórica del territorio en la que se insertan y a la que pertenecen, así como para comprender el sistema de defensa de un puerto de importancia nacional e internacional a lo largo de la historia. En consecuencia, se procederá a la compilación de todos los datos necesarios para, a través de la investigación, lograr su adecuado y riguroso conocimiento y el de su entorno.
El Plan Director deberá reunir, sistematizar y completar en un documento toda la información disponible referente al conjunto de Baterías de Costa y Antiaéreas, elemento a elemento, con el fin de conocer su origen, devenir histórico, significado, su situación actual, documentación planimétrica y fotográfica, estudio de patología y diagnóstico, así como las prioridades de actuación que garanticen su conservación, restauración y mantenimiento, la mejora de su proyección institucional y social, y hacer posible su visita pública, facilitando (o proponiendo) actividades productivas y trabajos de formación que puedan favorecer la gestión del conjunto.
El contrato contempla, además, la elaboración de un documento técnico integral que recoja la situación jurídica, estado de conservación, análisis constructivo, afecciones medioambientales y usos potenciales del conjunto de baterías. También abordará estudios urbanísticos, arqueológicos, y de paisaje cultural, con el objetivo de establecer criterios claros de intervención y gestión futura.
Entre las baterías objeto de estudio se encuentran iconos del patrimonio militar cartagenero como Castillitos, Roldán, Fajardo, Cenizas, Jorel, Trincabotijas, Santa Ana, La Parajola, Aguilones, Cabo Negrete y El Atalayón, así como castillos como el de Galeras, Atalaya, San Julián y los Moros, y elementos menos conocidos como los túneles del Espalmador o la estación desmagnetizadora.
Uno de los objetivos del Plan Director será determinar qué baterías carecen de protección específica como Bien de Interés Cultural (BIC) y proponer su inclusión en el catálogo, así como articular una red coherente de conservación, restauración y eventual apertura al público de aquellas que lo permitan.
Un patrimonio disperso y amenazado
Aunque muchas de las fortificaciones tienen titularidad estatal (Defensa o Transición Ecológica), otras pertenecen al Ayuntamiento o incluso a manos privadas, lo que ha dificultado su protección coordinada durante años. Con este Plan Director, el Ministerio de Cultura pretende sentar las bases para una gestión integral del conjunto defensivo, considerado uno de los más relevantes del Mediterráneo occidental.
La ejecución del plan servirá como hoja de ruta para acometer futuras inversiones en conservación, rehabilitación y uso cultural de estas estructuras, muchas de ellas abandonadas, invadidas por vegetación, vandalizadas o inaccesibles, pese a su gran valor arquitectónico, histórico y paisajístico.
A tener en cuenta:
Vista de dron y desde el mar: un enfoque inédito
Por primera vez, el conjunto defensivo de Cartagena será documentado mediante ortofotografías aéreas obtenidas con drones y fotografías del frente marítimo tomadas desde el mar, aportando una visión inédita de las baterías camufladas entre la vegetación costera y la abrupta topografía litoral. Estas imágenes servirán para cartografiar su estado actual y facilitar futuras intervenciones.
29 fortificaciones, muchas olvidadas
El Plan Director analizará 29 estructuras militares entre Cartagena y La Unión, algunas tan conocidas como Castillitos o Roldán, y otras prácticamente olvidadas o inaccesibles, como el túnel del Espalmador, El Atalayón o la batería de Jorel. Muchas carecen de protección específica como Bien de Interés Cultural (BIC), pese a su valor histórico y arquitectónico.
Una inversión estratégica para recuperar el patrimonio militar
La elaboración del plan, con un presupuesto de 177.308,30 euros (sin IVA), marca un hito en la planificación patrimonial del sureste español. Financiado con fondos europeos NextGenerationEU, el documento permitirá ordenar, proteger y proyectar un uso público y turístico del patrimonio defensivo de Cartagena, considerado uno de los más relevantes del Mediterráneo.